El viernes llegamos a Pajares sobre las 11 de la mañana; allí estaban esperándonos los payariegos con las llaves de la casa rural “Posada Real” (debiéndose el nombre a que, en la casa contigua según los lugareños, hizo parada en el año 1858 la reina Isabel II en su viaje a Asturias, a causa de la nieve).
Una vez acomodamos nuestras cosas, iniciamos ruta desde el mismo pueblo de Pajares: por el camino del cementerio, entre árboles, ascendente y estrecho, hasta alcanzar la pista que fue acondicionada para dar acceso a las obras del túnel del Negrón; ancha y muy poca pendiente, nos va adentrando en el bosque: fundamentalmente de hayas, con algún roble albar, abedules, algunos tejos y sauces. Vamos cruzando arroyos y en algún punto, damos vistas al Parador de Pajares. Enseguida vemos la Peña Castiellu y dejamos a nuestra derecha, el ramal del camino de Santiago que desciende hasta San Miguel. Hicimos parada en el río para comer nuestros bocadillos y parte del grupo volvió a Pajares y el resto continuó hacia la autopista y el Negrón, para descender por la otra ladera hacia el pueblo de San Miguel. Antes de compartir mesa con una buena cena, nos dimos un baño reparador en la piscina de la posada
El sábado visitamos la cueva de Coribos en Llamazares (Valdelugueros) en la vertiente sur de la cordillera Cantábrica, donde el agua y los miles de años, se encargaron de horadar. El acceso de un kilómetro de longitud, muy pendiente y no apto para “todos los públicos", nos conduce a la entrada situada a 1.475 metros de altitud; durante el ascenso, fue acompañándonos un guía muy amable narrándonos la historia de la cueva.
El recorrido a lo largo de 700 metros, permite contemplar sus caprichosas formaciones kársticas; la guía nos iba explicando el proceso de formación de las galerías, estalactitas, coladas… y nos mostró la fluorescencia de los minerales con luz negra. Comimos en el pueblo de Tolibia, y a la vuelta, paramos en la colegiata de Arbas, pero estaba cerrada…
El domingo, con un día radiante, fuimos a primera hora a la colegiata de Arbas. Esta vez, si estaba abierta, y con la introducción de Vivi, pudimos disfrutar de esta maravilla: fue un hospital para los peregrinos que se desviaban desde León, para visitar el San Salvador en Oviedo; con el paso del tiempo desapareció el hospital y sólo quedó la iglesia. De construcción tardo-románica con tres naves y un ábside precioso; nos llamaron la atención los capiteles con motivos vegetales tan bien conservados y sus dos portadas. ¡Una joya!
Después nos acercamos a la estación de Valgrande: unos subieron en telesilla y otros a pie hacia Cuitu Negru. Las vitas maravillosas: Las Ubiñas, La Mesa, el Valle de Valgrande , la carretera al puerto, incluso Oviedo; y hacia León: Las Tres Marias y abajo el embalse de Casares.
El descenso hacia los coches unos, y otros, hacia la cascada del Ortaligón: a través de un acceso muy pendiente con abundante vegetación, resulta espectacular.
Y por último nuestro último día, de lunes, nos acercamos al embalse de Casares en León: situado en la comarca de la comarca de la Abadía de Arbas (Tercia del Camino). Fue polémica su construcción y está ubicado en una zona preciosa. Después de un paseo, despedimos el fin de semana con una estupenda fabada en el patio de nuestro alojamiento, hecha por Tere, buenísima…
El grupo | La ruta | Peña Castiellu |
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Cueva de Coribos | Amanecer en Pajares | Colegiata de Arbas |
Panorámica desde El Brañilín | Cascada del Ortaligón | Embalse de Casares |