8 - 05 - 2021 / SAN JUAN DE LA ARENA - RANÓN - EL CASTILLO

 

 Con un día soleado, precioso, nos reunimos en el aparcamiento de la playa de Los Quebrantos en San Juan de la Arena, perteneciente al concejo de Soto del Barco; El nombre, parece ser, que se debe al barco utilizado para pasar el río de una orilla a otra, antes de que se construyese el puente de La Portilla.

Iniciamos la ruta por la playa de Los Quebrantos o del Sablón, de arenas oscuras, en la margen derecha de la desembocadura del Nalón. Aprovechando la marea baja, pasamos entre la parte inferior de su acantilado rocoso a la playa de Bayas, con la que forma en realidad una sola unidad de tres kilómetros de largo. Antes de llegar al final, tomamos una desviación a la derecha, por un camino ascendente entre eucaliptos, hacia la rasa, gozando de unas vistas espectaculares de las playas, la isla de Deva, la desembocadura del Nalón…

También, más adelante, visitamos los restos de nuestra terrible guerra civil: una zanja grande excavada en tierra, una trinchera que comunica los dos fortines de la casamata, con galerías, nidos de ametralladora, bien conservados y que resulta estremecedor… Desde un mirador de madera, distinguimos las poblaciones de La Arena, San Esteban, Muros, Somao…

Continuando, llegamos al pueblo de Ranón a lo largo de la carretera , y siguiendo su curso, llegamos hasta Barganaz, donde nos desviamos a la izquierda para tomar el camino de Santiago, a través de zona boscosa, con dos pequeños derrumbes en el recorrido (muy abandonado) y que nos dejó en la carretera que va a La Arena; con unas cervezas bien frías, comimos nuestros bocadillos junto a la playa.

Y después de un pequeño descanso y un café, nos acercamos al pueblo del Castillo, que toma el nombre del edificio emblemático de la comarca, ejemplo de la arquitectura militar de la edad media: La torre del castillo de San Martín. Se trata de una fortaleza con la misión estratégica de defender la entrada de la ría y el control del embarcadero hacia la otra orilla del Nalón. Actualmente sólo conserva la torre del homenaje y la muralla exterior con almenas. Hacia el lado oriental de la finca, se levantó a finales del siglo XIX o principios del XX, una vivienda de dos plantas (reformada recientemente) con una galería perimetral volada sobre unas finas columnas de hierro.
El pueblo de El Castillo, muy cuidado, con casas algunas muy buenas, y preciosos rincones, goza de inmejorables vistas a la ría con embarcadero incluido.

Y así terminamos una jornada de cielo azul, temperatura de verano, un precioso recorrido y, como siempre, en muy buena compañía.
Desde aquí nuestro agradecimiento a María, quien había propuesto esta excursión y que con el cumpleaños reciente, nos invitó a unos carajillos riquísimos…

 

El inicio Al abandonar el playón Playa de Bayas
Los Quebrantos Panorámica Trinchera
Abandonando Ranón San Juan de la Arena El Castillo