12- 5 - 2019 / LAGUNA DE LAS VERDES. BABIA. LEÓN

Con un día totalmente despejado, cielo azul intenso y buena temperatura, tomamos la autopista hacia León; salimos en la primera salida dirección Villablino, hacia Torre de Babia. Nada más llegar al pueblo, nos llamó la atención la iglesia de San Vicente, sobre un otero y de consideradas dimensiones, que algunos llaman la catedral de Babia.
Dejamos los coches y saliendo del pueblo, hicimos la primera foto de grupo delante de los restos de la Torre de una construcción fortificada, que parece formaba parte de un conjunto defensivo, junto con las de Piedrafita y Mena en la edad media, para el control de tránsito de la cordillera cantábrica. Justo cuando empieza la senda, hay una construcción de piedra de una antigua fábrica de luz.
La ruta está muy bien señalizada a lo largo de todo el recorrido; es de buen firme y ancha, junto al río (hormigonada al inicio en las partes de mayor pendiente). Siempre en ascenso, con arroyos por cualquier parte, que la gravedad se encarga de bajar desde los neveros de las cumbres; pasamos una fuente con agua fría, buenísima y de generoso caudal; vamos viendo las praderas de Tremeo, que cubren los restos de la morrena del glaciar que ocupó el valle, y al otro lado, una cascada.
Siempre ascendiendo, llegamos a la majada de las verdes, con cabañas (chozos) donde sube el ganado por el verano (hay que recordar que Babia, es una comarca de tradición trashumante)
Aquí finaliza la pista, y continuamos por un camino muy empinado, estrecho y con variantes (aunque la señalización te permite ir perfectamente orientado), oyendo el rumor del agua que el arroyo va emitiendo a media que pierde altura, y pisando algún nevero, llegamos a los meandros del río Las Verdes, que serpenteando, recorre aquellas praderas verdes, y que aprovechamos a cruzar por la parte más fácil; una pared rocosa vertical impresionante, Montihuero, la protege; es de una belleza tal, que obliga una parada para empaparte bien …
Alcanzamos la Laguna de Las Verdes, a 1750 metros, rodeada de montañas de origen glaciar; el nombre parece que se debe, a la coloración que adquiere por el verano cuando se cubre de vegetación; nosotros pudimos ver como sus aguas, reflejaban sus cumbres con su nieve…¡Un espectáculo!
Con este panorama, comimos nuestros bocadillos, con la música de los pájaros, y el vuelo de algún pato sobre sus aguas.
Volvimos por el mismo lugar; el descenso con calor,pero no impidió poder recrearnos en la cantidad de orquídeas color rosa fuerte que ponen su nota de color junto con otras flores blancas, amarillas y moradas…
Después de tomarnos una buena cerveza, fuimos a Ríolago de Babia, para visitar La Casa del Parque, que ocupa el antiguo Palacio de los Quiñones, donde se recogen los usos y costumbres de la zona, destacando la trashumancia, la ganadería, la flora y la fauna; antes de marchar, dimos una vuelta por el pueblo que nos llamó la atención por su arquitectura nobiliaria (casa del escribano) y rural, sus iglesias, fuentes, y sobre todo, por su conservación.
¡Un día completo!

 

El Grupo delante de La Torre Iniciando ruta Praderías de Tremeo
La majada El sendero con el arroyo Los meandros
La Laguna de Las Verdes Las orquídeas Casa del Parque en Ríolago