29 - 9 - 2014 / PROPUESTA PARA EL MEDIO RURAL ASTURIANO

 

 PROPUESTA DE SENDAS DE ASTURIAS PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL MEDIO RURAL ASTURIANO

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas Asturias asistió al final de un ciclo económico de desarrollo, en el que nuestra economía ocupaba los primeros lugares del PIB, pasando a una fase de declive que nos sitúo en los últimos puestos de las comunidades autónomas. Todo ello, debido a la profunda y brutal reconversión impuesta por la Unión Europea para actividades básicas y tradicionales como la pesca, la agricultura, la ganadería, la minería, la metalurgia y la construcción naval.

Para amortiguar los efectos económicos y el impacto social de la pérdida de miles de puestos de trabajo, se recibieron en Asturias, en forma de fondos mineros y de diferentes programas europeos, una gran lluvia de millones para destinarlos a la reindustrialización de las Cuencas y la modernización del Campo.

Ahora, casi dos décadas después, el balance es desolador. Las millonarias ayudas que debían destinarse a la reactivación económica se destinaron, entre otros, a crear empresas fantasmas, construir puertos sin barcos, autovías sin coches, polígonos industriales sin industrias, piscinas sin agua, sendas abandonadas, museos cerrados, hospitales para la fauna sin animales…, y otras ocurrencias por el estilo. 

En este periodo de abundancia, en el que los ciudadanos “estábamos viviendo por encima de nuestras posibilidades” y la emigración de nuestros jóvenes era una “leyenda urbana”,  el Principado y los Ayuntamientos también rehabilitaban casas rurales para familiares y allegados, compraban fincas y financiaban proyectos de lo más variopinto, para “asentar población” y “promocionar el turismo” como “principal motor económico de las comarcas rurales”.

Mientras tanto, cada año 15.000 asturianos dejaban el campo y los concejos rurales para establecerse en poblaciones urbanas del centro, hasta llegar en la actualidad a 672 pueblos abandonados y 538  con menos de tres vecinos.

Esta sangría demográfica, el envejecimiento de la población, la falta de relevo generacional y la  amenaza de que la situación pudiera llegar a agudizarse en los próximos años, es lo que llevó a diferentes expertos y entidades a dar la alarma y presentar propuestas para frenar o mitigar el proceso de despoblación que viene padeciendo Asturias en su zona rural, que es la mayor parte del territorio y la esencia de su personalidad histórica y cultural.

De nada sirvió: los sucesivos gobiernos asturianos siguieron con su habitual política fácil y complaciente, abriendo más sendas y más museos, y dando la espalda a los que más pueden aportar a que el campo tenga futuro.

Es cierto que el campo siempre sufrió el abandono. Todos lo hemos abandonado en algún momento. Lo preocupante es que ahora el éxodo no se debe a la industrialización o la aparición de nuevos servicios y oportunidades de empleo: se debe fundamentalmente a que el campo sigue siendo duro, poco rentable y los jóvenes no ven futuro en él.

Está claro que con las actuales estructuras de propiedad, las explotaciones agrarias y ganaderas cada vez lo tienen más difícil para sobrevivir, ya que la mayoría son pequeñas y se mantienen porque cuentan con otros ingresos adicionales, que van desapareciendo con la despoblación.

Pero el campo asturiano debería tener futuro y frenar su agonía por múltiples motivos: de él dependen muchos puestos de trabajo, nos proporciona una gran parte de nuestras necesidades básicas, ayuda a la preservación del paisaje y el medioambiente y en él están nuestras raíces, nuestras tradiciones, y nuestra identidad como pueblo.

Por eso, merece la pena dedicarle todos los esfuerzos y dinero que sean necesarios, siempre que éste sea empleado de una forma sensata y coherente, con una serie de medidas. Muchas de ellas no son ninguna novedad, y llevan muchos años siendo propuestas sin éxito por diferentes grupos y expertos, labor a la que también se viene dedicando nuestra asociación desde su creación hace casi cinco años.

Por tanto, no  se trata de dejar improntas, ni de desarrollar grandes tesis sobre los diferentes problemas del campo asturiano, sino de colaborar en la mejora de un sector básico en peligro de extinción. En los siete apartados en que se divide este documento, se hace un pequeño análisis de la  situación del sector y se proponen medidas para su desarrollo sostenible.

 

SOBRE EL SECTOR

La agricultura y ganadería aportan al total del empleo generado en Asturias un 4% de sus efectivos productivos, valor que iguala a la media nacional, colocándose ambas por debajo de la media europea que se sitúa en un 4,7 % del empleo total.

El campo asturiano contaba en 2009 según el Censo Agrario con 23.910 explotaciones, de las que 18.130 se dedican a la ganadería, es decir un 75,8 % prioritariamente al monocultivo del bovino, que con la entrada de España en la UE, pasó de estar prioritariamente orientada a la producción láctea a  la producción cárnica en la actualidad. Existe una baja adscripción de la horticultura o los cultivos leñosos, con valores del 1,3 % y 2,3 % respectivamente, en una región con unas condiciones agroecológicas muy positivas para su desarrollo.

El 49,7 % de las explotaciones asturianas tienen una dimensión territorial en cuanto a la superficie agraria útil inferior a las 5 has.

Las explotaciones asturianas, además de caracterizarse por su especialización ganadera y su reducido tamaño territorial, tienen otro común denominador: el escaso volumen de trabajo que generan, menos de un puesto de trabajo por explotación (14.229 empleos en 2009).

El reducido tamaño de las explotaciones asturianas se pone de manifiesto en su dimensión económica, en la que la media regional cifrada en 18.723 € viene a representar casi la mitad de la nacional (34.525 €) y tres veces menos que la comunitaria (63.144 €)

En Asturias el 46,1 % de las explotaciones son las conocidas como explotaciones de subsistencia, que en España representan el 39,6 % y en Francia el 2,7 %.

Medidas:

-La necesidad más urgente es el establecimiento de una verdadera concienciación y decisión política para que, con el consenso social y en equilibrio con los objetivos de sostenibilidad y conservación, se diseñe y desarrolle un plan integral agroforestal a medio y largo plazo que dé solución a los problemas y a las necesidades reales del sector.

 

SUPERFICIE AGRARIA ÚTIL Y SU DISTRIBUCIÓN

Del 1.060.357 has que conforman el Principado de Asturias 365.885 has tienen la calificación de Superficie Agraria Útil, lo que viene a suponer un 34,5 % del territorio, valor inferior a la media nacional que se sitúa en el 47 %, y dobla la media comunitaria situada en el 16,3 %.

A nivel municipal 47 concejos tienen más de un 90 % de su superficie agraria útil destinada a prados y pastizales, alcanzándose los mayores valores en los concejos del eje de la cordillera, como es el caso de Ponga que establece el máximo regional con el 98,9 % de su superficie destinada al citado uso. La dinámica paisajística observada en el campo asturiano en las últimas décadas es el abandono de una parte importante de la superficie agraria útil, con un trasvase de prados a pastizales y de pastizales a erial-matorral; en especial aquellas áreas con pendiente acusada que no permiten la mecanización.

Los cultivos permanentes representan la parte más exigua de la superficie agraria útil asturiana con 5.101 has, un 1,4 %, un valor muy por debajo de la media nacional con un 17,2 % y seis puntos inferior a la media comunitaria del 6,2 %. A nivel municipal el cultivo permanente por antonomasia e identitario de Asturias es el manzano, observándose una concentración en los municipios de la Comarca de la Sidra, con valores que en ningún caso superan el 10 % de la superficie agraria útil. Las excelentes condiciones agroecológicas de Asturias para el cultivo de los frutales contrasta con su escasa implantación territorial, que ha ido en retroceso, caso de la manzana de sidra, de la que se importa un 70 %, o que cuenta con un escaso desarrollo, como sucede también con los frutos rojos como el arándano, o el kiwi, todos ellos cultivos con una rentabilidad diferencial mayor que la ganadera por has de suelo agrario utilizado.

 

 

Medidas:

-Cambiar las estructuras de propiedad y aumentar la dimensión de las explotaciones, con una planificación de la gestión y los usos, basándose en criterios técnicos y científicos contrastados.

-Elaboración de un inventario de los terrenos en desuso con el objetivo de buscarles utilidad entre los demandantes de tierras que se quieran incorporar a la actividad.

-Apoyo al desarrollo y protección a  la producción de kiwi y frutos rojos.

 

PRODUCCIÓN ECOLÓGICA

La superficie agraria útil en producción ecológica ha experimentado en Asturias una evolución exponencial, pasando de 26,6 has en 1997 a  18.280 has en 2010 (un 5,0 % de la superficie agraria útil total)

Esta evolución positiva no permite alcanzar todavía la media nacional con un 7,6 % ni la de la UE con un 5,6 %. Más lejos aún quedan las proporciones alcanzadas en los países con mayor superficie dedicada a producción ecológica como Suecia con un 15,7 % o Austria con un 19,6 %

Hablar de producción ecológica en Asturias es hablar de ganadería ecológica: de las 18.220 has sujetas a este tipo de producción 18.041,49 has son pastos y prados permanentes, es decir un 99 %, y de las 335 explotaciones 236 tienen ganadería como dedicación principal, un 70 %. A su vez, dentro de las explotaciones ganaderas hay un dominio del bovino de carne que concentran 200 explotaciones y 11.399 cabezas de ganado.

Entre las causas que han generado un menor despegue y más tardío de la agricultura y ganadería ecológica en Asturias cabría destacar:

-El precio elevado de forrajes y piensos destinados a la alimentación de la ganadería.

-Una estructura de comercialización en manos de los grandes intermediarios de la distribución, que compran las producciones ecológicas en origen casi a precio convencional y las colocan en los mercados a precios prohibitivos para los consumidores.

-La ausencia de canales cortos de comercialización reglamentados, sobre todo en el caso de las producciones mayoritarias, como es el de la carne.

-El escaso desarrollo de la demanda de productos ecológicos en Asturias y el bajo nivel de formación de los consumidores en las ventajas del consumo de este tipo de alimentos.

-El bajo nivel de los agricultores en materia de producción ecológica.

Medidas:

-Fomento de la agricultura y ganadería ecológicas aplicando principios básicos de la Soberanía Alimentaria, impulsando la creación de cooperativas y agrupaciones de productores, que sepan gestionar lo que el campo produce: alimentos, energía renovable, biodiversidad, etc.

- Poner en marcha canales cortos de comercialización de los productos.

 

CABAÑA GANADERA

El campo asturiano es ganadero por definición, siendo el bovino la especie dominante con un 70 %, coexistiendo con pequeños hatos de caprino y ovino en el seno de las explotaciones bovinas. La cabaña ganadera nacional muestra una estructura interna más diversificada que la asturiana, con valores de un 68,7 % para el bovino, un 27,4 % para el ovino y un 3,9 % para el caprino. En el caso de Asturias es un tanto paradigmático, pues en el marco de una región montañosa el ganado mayor vacuno domina en todos los municipios sobre el ganado menor, alcanzando en todos ellos  el bovino valores superiores al 70 % de la cabaña, cifrando los mínimos los municipios del entorno inmediato a Picos de Europa.

De las 22.037 explotaciones bovinas que había en 2007 en 2012 quedaban 17.081 explotaciones (un 20 % menos), cebándose esta merma en las de menor tamaño y menor rentabilidad. En lo que respecta al ovino y caprino, difieren del bovino, y si bien el número de explotaciones ha permanecido más o menos  estable, la cabaña es la que ha sufrido un retroceso más fuerte, pasando de 97.359 ovejas y 42.713 cabras, a 62.819 y 30.599 cabezas respectivamente, con pérdidas del 46 % y del 38 %. Tal es así que algunos de los productos con más identidad territorial y proyección económica de la región, como pueden ser el que Gamoneo o Cabrales, presentan problemas de acceso a la materia prima láctea por la ausencia de hembras de ordeño.

Las explotaciones bovinas asturianas tienen una orientación predominantemente cárnica, con  la pérdida de protagonismo de las explotaciones lácteas.

Más del 50 % de la cabaña ganadera está conformada por razas autóctonas bovinas, dotadas de una rusticidad que las capacita para aprovechar los pastos más escabrosos y ricos de la región, en especial la asturiana de la montaña. El producto estrella del bovino autóctono son los terneros con edades medias de 12 meses, cuya crianza depende en la actualidad en gran medida de una fase de remate de en torno a 5 meses en la que se les suministra concentrado de cereal lo que, dado la volatilidad de los precios de esta materia prima y el estancamiento del precio de la carne, está reduciendo considerablemente el margen de beneficio de las explotaciones.

Medidas:

-Fomento de rebaños ganaderos mixtos con especial atención a aquellos que se articulen alrededor de razas autóctonas, que sirvan a la vez para el control del matorral, la prevención de los incendios forestales y el mantenimiento de la biodiversidad.

 

LA FUERZA LABORAL

Las explotaciones agrarias asturianas además de caracterizarse por su especialización ganadera bovina y su reducido tamaño, tienen otro común denominador en cuanto a la fuerza laboral que albergan: su carácter familiar y la ausencia de personal asalariado. El 90,4 % de la fuerza laboral del campo asturiano es familiar y casi dobla la media nacional (49,2 %) y se sitúa seis puntos por encima de la media comunitaria. Se pone pues de manifiesto una debilidad de las explotaciones asturianas, su incapacidad para generar empleo remunerado más allá del propio del titular en el marco del autoempleo. El número de agricultores y ganaderos dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos 2009/2010 era de 12.230, frente a 184 afiliados por cuenta ajena al Régimen Especial Agrario, un 98,5 % frente a un 1,5 %.

De todos los factores limitantes que atañen al campo asturiano uno de los más importantes es el elevado envejecimiento de los titulares de las explotaciones y la falta de relevo generacional.

La edad media de los titulares de las explotaciones bovinas en Asturias es de 53,23 años, lo que  de seguir así en el plazo de 15 años se perderá más del 50 % de las mismas.

En  2013 el 49,7 % de las explotaciones son de titularidad masculina (8.046) y el 50,3 % (8.135) lideradas por mujeres.

Medidas:

-Establecer una política fiscal de discriminación positiva hacia las empresas y residentes en las zonas rurales, en materia de Seguridad Social y exención de impuestos. También en servicios públicos básicos, especialmente la educación.

-Fomentar el mantenimiento del vínculo entre la ciudad y el campo, que por suerte en Asturias nunca se perdió, y crear un ambiente atractivo para que los jóvenes se impliquen en el medio rural, garantizándoles los mismos servicios y oportunidades que al resto de los ciudadanos.

 

 

SECTOR FORESTAL

Según los datos del IV Inventario Forestal Nacional, Asturias tiene una dedicación forestal en torno al 72 %, mientras que el 25 % tiene una dedicación agrícola. Dentro de la forestal el 59 % se corresponde con superficie arbolada y el 41 % restante con desarbolada.

En cuanto a la titularidad, en la forestal es de un 61 % de propiedad privada o desconocida y de un 39 % en Montes de Utilidad Pública.

Por tipos de bosque, las frondosas en conjunto representan el 85 % de la superficie forestal, las coníferas el 11 % y el bosque mixto tan solo el 4 %.

Medidas:

-Acabar con la política de las subvenciones, destinando en cada Presupuesto partidas económicas específicas para el mantenimiento y conservación del monte, caminos, sendas, pistas y otras infraestructuras.

-Poner en marcha una ventanilla única para el sector forestal que implique a las tres administraciones.

-Aprobación del Reglamento de Montes que simplifique los procedimientos administrativos en relación con los montes productores.

-Revisión de Plan Forestal de Asturias.

-Resolver el conflicto competencial en materia forestal entre el Principado y los ayuntamientos.

-Elaborar una estrategia y ordenación del sector silvícola y forestal.

-Proteger por su valor ambiental  las manchas boscosas autóctonas, especialmente tejeras, robledales y bosques de ribera, pudiendo ser el resto de masas objeto de explotación forestal sostenible cuando así lo permita la zona.

-Poner en marcha nuevas formas de gestión sostenible de los montes públicos.

-Fomentar la agrupación de propietarios para hacer más viable la explotación de los montes.

-Impulsar la certificación forestal exclusivamente con el sello FSC

-Elaboración de un plan en el que se inventaríen, conserven, mejoren e integren paisajísticamente las infraestructuras agrarias y pistas forestales, dándoles un uso exclusivo ganadero, agrícola y forestal.

-Apostar por una política forestal basada en especies de alto valor añadido, especialmente el castaño.

                         

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS A LAS EXPLOTACIONES AGRARIAS

La diversificación económica de las explotaciones agrarias asturianas, entendida como la existencia de otras actividades en la propia explotación diferentes de la agricultura y la ganadería afecta solamente a un 2 % de las mismas, concentrada principalmente en el agroturismo y en la pequeña agroindustria agroalimentaria.

El turismo iba a ser el elemento de diversificación económica del campo asturiano y en él durante las últimas décadas se gastaron ingentes cantidades de dinero proveniente de fondos públicos, sin que en dicho  proceso fueran protagonista ni salieran beneficiados los titulares de las explotaciones agrarias. Así, de las 75.282 camas que hay en la región, 16.981 se encuentran distribuidas en 1751 alojamientos de turismo rural, que tienden a concentrarse en el oriente asturiano en virtud de la atracción generada por el Parque Nacional de Picos de Europa, en los municipios litorales y en aquellos adscritos a Parques Naturales y Reservas de la Biosfera. La desigual distribución territorial de plazas y alojamientos llega a plantear problemas de saturación en algunos municipios y déficit de alojamientos en otros; ejemplo del primero de los casos sería el de Ribadedeva, en el que número de camas sobrepasa al de habitantes sobradamente, mientras que el segundo podría ser Yermes y Tameza con tan sólo 5 plazas hoteleras.

Con la escusa de atraer turismo,  se construyeron en Asturias más de cien edificios para destinarlos a  museos, centros de interpretación y aulas de la naturaleza. También se habilitaron más de 5.000 km. de senderos y multitud de áreas recreativas, dándose la circunstancia  que la mayoría de los edificios se encuentran cerrados y gran número de sendas y áreas recreativas en estado de abandono. En cuanto a las casas de turismo rural rehabilitadas con subvenciones públicas, muchas de ellas se destinan a viviendas de allegados y amigos de políticos, dirigentes de los sindicatos agrarios, etc. Situación que Sendas de Asturias viene denunciando como despilfarros. 

Medidas:

-Diversificación económica de las explotaciones hacia ámbitos productivos complementarios como el agroturismo, la artesanía, la pequeña agroindustria local o los servicios agroforestales.

-Fomento de  la apicultura como actividad ganadera y preservación  medioambiental.

 

 

 

Turismo:

-Promocionar Asturias como destino turístico desde una visión amplia y de futuro, en la que una parte fundamental sea la preservación del medioambiente y la superación de  localismo, estableciendo un modelo o plan único de gestión.

-Restructuración y redimensionamiento del subsector del turismo rural, yendo hacia un  modelo más equilibrado, profesionalizado y de calidad.

-Fomentar  la conservación del patrimonio natural y  cultural.

-Promover la rehabilitación y conservación de patrimonio monumental.

- Creación de una Red de Centros con parte de los equipamientos cerrados (despilfarros), destinándolos a las siguientes áreas o actividades:

.Centros ocupacionales de Integración y solidaridad.

.Centros de promoción ambiental y nuevas iniciativas.

.Centros de recuperación y promoción del Patrimonio.

.Centros de recepción de visitantes y promoción turística.

 -Garantizar el mantenimiento y la conservación de la red senderos que existen en Asturias, incluido el Camino de Santiago.