3 - 11 - 2019 / PASEO POR GIJÓN

A pesar de los malos augurios, salimos como teníamos previsto y fuimos hasta Gijón. El día amaneció con lluvia, desapacible. Nos reunimos en la playa de poniente. Iniciamos ruta aprovechando los arcos de Marqués de San Esteban hacia el puerto deportivo; el día comenzaba a mejorar y la mar estaba muy brava... Subiendo hacia el Cerro de Santa Catalina, hicimos nuestra primera foto de grupo, aprovechando el cambio de luz que el sol entre las  nubes, iba haciéndose hueco. Las olas saltaban por encima del muelle... En lo alto, pudimos comprobar el estado de la mar, observando el balanceo de un barco grande de carga, que acababa de salir de puerto. Con la silueta de la escultura de Chillida enmarcándonos, repetimos la foto; la luz estaba tan preciosa, que las chicas volvimos a retratarnos...

Descendimos hacia la iglesia de San Pedro con una serie de olas enormes, que unas tras otras,  iban acercándose a la playa. El paseo, con poca gente aún, muy agradable. Debido al fuerte viento que hubo durante la noche, estaba prohibido el paso al parque de Isabel la Católica, por lo que fuimos por la margen del Piles hasta el Molinón. Carrera de motos en la explanada del estadio con mucho ruido.

Tomamos la senda verde del Piles, pasando por el complejo deportivo de Las Mestas, dejando a nuestra derecha el grupo Covadonga, hacia el Parque Fluvial del Piles: es un parque precioso y el segundo parque en extensión de la ciudad. Desde aquí subimos hacia el Parque de los Pericones, situado entre los barrios del Llano y Ceares, sobre una loma, que ofrece unas vistas estupendas de la ciudad y alrededores; es el parque mayor de Gijón, con árboles de diferentes tipos, algunos centenarios.

De vuelta hacia el lugar de partida, por el centro, para comer y finalizar un día estupendo...

 

El grupo Las olas saltando el muro Las chicas
Elogio del Horizonte La mar San Pedro
Hacia Viesques Parque de los Pericones La vuelta

 

20 - 10 - 2019 / SANTA MARINA - CARANGA DE ABAJO

Entre que estos días no dejó de llover, ya aparecen las primeras nieves por las crestas de las montañas, y que muchos de los habituales están casi permanentemente de viaje, hoy el grupo era más reducido que de costumbre. Pero por suerte para los que asistimos, la lluvia se alió con nosotros y sólo nos acompañó discretamente a ratos, pudiendo disfrutar durante todo el recorrido de un hermoso paisaje otoñal, pleno de colores y vida.

Aunque salimos un poco más tarde que de costumbre, los pueblos por los que pasamos estaban tan perezosos como el tiempo que nos acompañaba. A las montañas les costaba desprenderse de la niebla que se les pegaba, y a los proacinos y quirosanos de las mantas de sus camas.

Así que, recogiendo alguna castaña y una sola seta, fuimos acercándonos al embalse de Valdemurio que, además de las estupendas vistas, estaba siendo testigo de pequeñas escaramuzas entre machos de azulones o ánades reales, por alcanzar los placeres de una hembra.
En el bar del embalse, tomamos un café y un pincho que nos supo a gloria, para después seguir hacia Caranga de Abajo donde finalizaba nuestro paseo de 12 kilómetros, no sin antes comprobar el alto grado de abandono y falta de mantenimiento de un recurso tan importante, como es la Senda del Oso para los Valles del Trubia, algo que venimos denunciando desde hace años.

A pesar de todo, completamos la jornada compartiendo los bocadillos y una sopa de ajo en la cabaña de La Pontiga en Santo Adriano.
Otra estupenda jornada entre amigos

 

Bárzana Tiempo de castañas Arroxo y Pico Gorrión entre la niebla
Coprín solitario No había más Colores del otoño
Reflejos en el agua Valdemurio Camino de Caranga de abajo

 

3 y 4 - 10 - 2019 / GRANDAS DE SALIME - CANGAS DE NARCEA - LACIANA

 

Esta vez, tuvimos que madrugar para llegar a Grandas de Salime antes de las 11 de la mañana, donde nos esperaba Ricardo, nuestro anfitrión, para visitar las instalaciones de la central hidroeléctrica. Desde aquí, queremos agradecer el tiempo y el entusiasmo que nos dedicó, permitiéndonos disfrutar de esta maravilla.

La idea de construir una central hidroeléctrica en la zona comenzó a gestarse a mediados de 1940 en el emplazamiento que previamente había valorado Narciso Hernández Vaquero. Sin embargo, no fue hasta el final de la segunda guerra mundial cuando el proyecto, obra de Joaquín Vaquero Palacios y las obras comenzaron a tomar forma. Se crea la compañía Saltos del Navia en Comunidad para asumir los gastos de la obra, participada a partes iguales, por Hidroeléctrica del Cantábrico y Electra de Viesgo.

En 1946 comenzaron las obras; fue necesaria la desviación del curso del  río Navia para dejar seco el lecho de la futura presa, para lo que se excavó un túnel de 30.725 m3 . El cemento para la fabricación de hormigón se producía a pie de obra, siendo necesaria la construcción de varios silos y tolvas, y la búsqueda de una cantera cercana que fuese capaz de abastecer de piedra el enorme volumen necesario. El abastecimiento de clinker, yeso y otros materiales que procedían por vía marítima, se realizaba a través de un teleférico de 36 km de longitud que llegaba hasta el puerto de Navia (llegó a ser en su día, el mayor de los teleféricos construidos en España). También se construyeron cuatro poblados para cobijar a los más de 3.500 obreros.
España estaba sumida en las escaseces de su posguerra y aunque las Naciones Unidas había decretado el embargo al régimen de Franco, la empresa británica English Electric suministró las turbinas y generadores, imprescindibles para la producción de energía eléctrica.
Una vez construida la presa, pero aún sin terminar, el 23 de septiembre de 1953 se taponó el túnel de desvío de aguas y comenzó el embalse del río Navia. El 19 de diciembre se acopló a la red eléctrica nacional y comenzó a producir energía el primer grupo generador que se puso en funcionamiento (otros dos lo hicieron en junio y diciembre de 1954, y el cuarto y último el 31 de marzo de 1955) La inauguración oficial del conjunto se celebró el 24 de agosto de 1955.

El arquitecto Joaquín Vaquero Palacios se encargó de la fachada principal de la galería por la que se accede al interior de la central, adornándola con varios relieves de hormigón formando un mural que representa el proceso de producción de energía eléctrica.
Por su parte, Vaquero Turcios diseño un mirador colgante en la margen derecha del río, conocido como La Boca de la Ballena, desde el que se puede admirar todo el conjunto. Suyos son también los murales que adornan la sala de turbinas. El de mayor tamaño (60 metros de largo por 5 de alto) representa todo el proceso constructivo de la central, recogiendo desde los primeros estudios hasta la distribución de la energía eléctrica, pasando por la primera reunión del consejo de administración o el éxodo de la población de los lugares que serían anegados por las aguas.
Además, Vaquero Turcios había pensado dibujar los rostros de Picasso, Einstein, Planck y Freud. Sin embargo, la censura de la época truncó esa idea. Con motivo de la restauración en los murales realizada en el año 2001, Vaquero Turcios rescató esa vieja idea, y decidió llevarla a cabo; estando los rostros de los citados personajes presidiendo la sala de turbinas desde entonces.

Una vez finalizada la visita, fuimos al Castro Chao Samartín, cuyo origen como asentamiento humano, se remonta en torno al año 800 a.C. en la Edad de Bronce, con un primer recinto fortificado. Durante la edad del Hiero, sus defensas fueron renovadas, y posteriormente en época romana, se convierte en una próspera capital administrativa, como queda patente con los hallazgos.

Después de comer nuestros bocadillos en el albergue juvenil de Castro (Grandas de Salime), por cierto, cuidadísimo con una señora amabilísima y eficiente al cargo, nos dirigimos al pueblo de Riodeporcos, en Ibias. Después de cruzar el puente colgante que lo une a la aldea, sobre la cola del embalse del río Navia, llegamos a través de emparrados al pueblo: casas de piedra con tejados de pizarra, hórreos con buena capacidad, una capilla muy cuidada, y sobre todo, una casa de aldea: Chao de Castro. Aquí tuvimos la oportunidad de charlar con la dueña, sonriente y afable, que nos invitó a probar en cacho, el vino que ella misma elabora…

Iniciamos ruta del desfiladero de Bustelín, se camina por camino ascendente, orientado al sur, alejándonos del río, para luego descender y cruzar el río, de aguas cristalinas pero debido al suelo, parece negro…multitud de helechos y vegetación lo enmarcan, con algunas pozas apetecibles..
Aquí dimos la vuelta, para retornar a La Regla en Cangas de Narcea para hacer noche. Una cena estupenda nos repuso del día largo que habíamos tenido y a la mañana siguiente, amaneció lluvioso; así que tomamos la decisión de pasar a León por el puerto del Rañadoiro (por el nuevo túnel) hacia Degaña, y posterormente, hacia Laciana…


Paramos durante el trayecto, para ver las hoces que forman el río Sil, para continuar hacia Riolago de Babia. Aquí dejamos los coches, cerca del palacio de los Quiñones; ya habíamos estado en este lugar, y nos habían sorprendido sus edificios. Al final del pueblo, con un cielo azul sin una nube, iniciamos la ruta hacia el Lago del Chao: el sendero es precioso, ancho, bien señalizado, vamos cogiendo altura progresivamente, abriéndose el paisaje a medida que avanzamos, camino de las brañas. A unos 3,5 Km tomamos una desviación a la izda, cruzando un puente al otro lado del río; continuamos el camino, muy bien señalizado hasta la braña. A partir de aquí, el camino se vuelve mucho más inclinado, y de hecho, en 2,5 Km, subiremos 330 m de desnivel. Como a mitad del camino, oímos la cascada de San Bartolo, con una caída grande. Vemos las montañas de Babia y todo el valle de Bustagil.
Y por fin, con mucho calor y ganas, llegamos al Chao (lago en el dialecto de la zona) a 1752 m; con un pequeño islote en su interior… Y allí comimos nuestros bocadillos antes de iniciar el regreso, con el macizo de la Ubiña por encima de las demás montañas…
Un día precioso con un recorrido estupendo… Aún tuvimos tiempo para rellenar nuestras botellas vacías con endrinos buenísimos, que se convertirán en buen pacharán…

Un par de días culturales, con senderismo, gastronomía y sobre todo…en buena compañía

 

Delante del mural de Vaquero Palacios Mural de Vaquero Turcios Castro Chao Samartín
Puente colgante sobre el río Navia Emparrado de Rioporcos Desfiladero de Bustelín
Iniciando ruta desde Riolago Cascada de San Bartolo Laguna de Chao

 

23- 6 - 2019 / TAZONES - VILLAVICIOSA

 

La ruta la iniciamos en Tazones; allí comenzamos después de bajar al puerto para hacer la primera foto de grupo. Esta vez éramos pocos y el día estaba gris amenazando lluvia. Según se cuenta, Carlos V llegó a España hace cinco siglos y el desembarco tuvo lugar en Tazones, en la costa asturiana, desde donde se trasladó a Villaviciosa al palacio de los Hevia…

Pues bien, la ruta que tenemos programada, se trata de un recorrido entre estas localidades. El inicio se hace por un camino de pendiente pronunciada, sombrío al comienzo, que mas adelante nos permite contemplar el mar y el pueblo de Tazones abajo; cruza la carretera a unos 700 metros, pero durante todo el trayecto, la señalización es buena con los mojones con el águila bicéfala del Imperio Románico-Germánico correspondientes al PR-AS 302 y no hay pérdida.

Continuamos hacia Liñero con la lluvia de compañía… Son varios los tramos asfaltados y bifurcaciones, pero como ya comentamos anteriormente, siempre bien señalizado. Enseguida divisamos una panorámica de la Ría de Villaviciosa; al principio con parte del arenal de Rodiles, después sólo ella… y descendiendo pasamos por el pueblo de Carbayín y aprovechamos para hacer una foto de grupo, con la ría de fondo.

El pueblo de San Martín del Mar, muy cuidado, el tramo de camino que nos conduce hasta la cascada es precioso: ancho, con árboles y con vistas a la ría y al molino de mareas de La Encienona construido en 1880, que aprovechaba la subida y bajada de cada marea, para la molienda… Nos desviamos para ver la cascada que se encuentra en el arroyo de los molinos; se trata de un lugar húmedo, lleno de vegetación, con gran cantidad de plantas y multitud de verdes, como si se tratara de una verdadera selva (aquí se encuentra un helecho tropical que aparece en el catálogo de especies amenazadas de la flora de Asturias, denominado woodwardia radicans, conocida como píjara).

Después de otro recorrido por carretera, nos volvemos a desviar para Bedriñana y visitamos el exterior de la Iglesia de San Andrés, declarada Monumento Nacional en 1931, con restos prerrománicos, como su maravillosa celosía, las ventanas bíforas y un modillón de rollo único.
En el exterior del bar de este pueblo, comimos nuestros bocadillos, antes de bajar a Vilaviciosa.

A pesar de la lluvia, pasamos un día agradable que todavía cerramos en Candín: visitamos las dos fuentes engalanadas cantándole a la Xiana y a San Juan; compartimos merienda con amigos y vecinos, antes que la nonagenaria encendiera mecha a la foguera, y a pesar de la lluvia tremenda, la noche mágica consiguió que ardiera…

 

El grupo en Tazones Iniciando el recorrido Con la ría al fondo
La ruta El molino de mareas La cascada
Un roble centenario Ventana de Bedriñana La foguera de San Juan en Candín

 

4- 6 - 2019 / POR VILLAVICIOSA

 

Como actividad organizada por Carmen Cofiño, este martes nos dirigimos a Villaviciosa; teníamos reservado una visita en el Centro de Los Caserinos; se trata de una granja en la pequeña aldea de Grases, y el barrio de Maoxu a 4 Km de la Villa, que se encarga de elaborar productos lácteos artesanales, de manera ecológica. Allí nos recibió Borja, entusiasta y muy agradable, que nos mostró el pequeño huerto y una representación de diversos animales: gallinas, caballos, cabras, cerdos, patos..

Posteriormente nos enseñó la quesería, donde se elaboran diferentes tipos de quesos, y también arroz con leche y yogures. En el Llagar nos brindaron la oportunidad de degustar todos los quesos y un buen arroz con leche para cerrarlo: ¡estupendo todo!
Desde aquí queremos agradecer su amabilidad y dedicación para con nosotros, y darles la enhorabuena por ser capaces de mantener este negocio familiar, que ya lleva la cuarta generación.


Finalizada esta visita,  nos dirigimos al Centro de Interpretación de la Ría de Villaviciosa: Alejandra nos introdujo en las características de este lugar; se trata de un estuario, es decir, valles fluviales inundados por aguas marinas; en el caso de La Ría de Villaviciosa, la aportación de las aguas fluviales es muy pequeña, por tanto, con gran influencia marina: alta salinidad, inundaciones periódicas con cada marea y una intensa sedimentación, lo que condiciona una importante reserva de la biodiversidad, dada su particular flora y fauna; Desde 1995, el Gobierno Regional declaró a este espacio Reserva Natural Parcial; Y a nivel europeo se la reconoció como LIC (Lugar de Interés Comunitario) y ZEPA (Zona Especial Protección para las Aves), pasando a formar parte de la Red Natura 2000, encargada de proteger el patrimonio natural europeo.

El origen de la ría se remonta al último periodo glacial, en el que la congelación de las aguas hizo que el mar se retirase.
La gran cantidad de partículas orgánicas que el agua va depositando en la ría, mantiene una gran cantidad de invertebrados; y dada su situación, es un lugar de vital importancia para el descanso de miles de aves acuáticas durante la migración e invernada.
La vegetación de marisma no es muy diversa, por la alta salinidad; cuanto más alejada de la desembocadura, se desarrollan los marjales (terrenos bajos y pantanosos), praderías, juncos… Gran parte de los marjales, han sido desecados y convertidos en campos de cultivos.
Queremos desde aquí, dar las gracias a Alejandra por todas sus enseñanzas.

Finalizada esta segunda e interesante visita, continuamos hasta San Martín del Mar donde dejamos los coches, para hacer a pie, parte de la ruta de Carlos V; es un camino real precioso, ancho y bien cuidado, que a medida que vamos tomando altura, fuimos disfrutando de unas vistas preciosas a la ría que estaba en bajamar, y mas adelante, también de Villaviciosa. A una determinada altura, nos desviamos para visitar una cascada que está rodeada de profusa vegetación, haciendo que este lugar, nos sumerja en un verdadero paraíso verde, seguramente elegido por alguna xiana…

Antes de ir a comer, nos acercamos a ver la iglesia y el tejo centanario de San Martín del Mar: un buen ejemplar al que le falta su parte alta.

Retomaos el camino de vuelta y fuimos a comer el bocadillo a Bedriñana; para redondear la jornada, tuvimos ocasión de visitar La Iglesia de San Andrés de Bedriñana: se trata de un templo que ya aparece reflejado en 1023, y que las excavaciones arqueológicas realizadas, han permitido demostrar que la nave del templo actual, desde los cimientos hasta la cornisa, corresponden a estilo prerrománico y fue alterada en el siglo XII, por la incrustación de la puerta meridional y el arco triunfal de acceso al santuario.
Su mayor valor, es la celosía de la fachada occidental de la iglesia; también conserva tres ventanas bíforas en la fachada sur, y solamente una en la fachada norte; así como un modillón de rollo único en la esquina noroeste: una joya desconocida (al menos para mí)
Un día muy completo, y como siempre, la mar de agradable… ¡Muchas gracias por la organización Carmen Cofiño!

 

El grupo Las cabras En el llagar
Ruta Carlos V La ría de Villaviciosa La cascada
El texu Celosía Iglesia Bedriñana Capiteles en su interior

 

2- 6 - 2019 / BARAYO-PUERTO DE VEGA

Después de unos días de calor excesivo, salimos de Oviedo con un día nublado hacia la costa occidental; en el litoral había neblina. LLegamos enseguida  a la desviación hacia la playa de Barayo, y en el aparcamiento, dejamos los coches.

La vista de la playa, con su arenal y los meandros del río Barayo antes de su desembocadura que separa los concejos de Navia y Valdés, merece realmente la pena. Clasificada como Reserva Natural Parcial, está dotada de una exuberante zona de dunas y marismas, de gran valor ecológico y paisajístico, además de un entorno poblado de matorrales, bosques, acantilados, etc. Es un sistema ecológico único, que representa un magnífico ejemplo de la vegetación de dunas y playa, con especies botánicas de enorme interés y gran variedad. A la altura de la arena de la playa y adentrándose al mar, podemos encontrar algunas cavernas denominadas Las Sántinas.  Además de ser frontera geográfica entre los dos concejos, marca también una frontera geológica entre dos tipos de sustratos: el occidental pizarroso y el oriental de cuarcita.

La senda comienza justo en el aparcamiento, muy cuidada y bien señalizada, y desde el inicio, trascurre pegada a la costa, pudiendo disfrutar de su recortada costa con sus elevados y verticales acantilados… Siempre nos sorprende la cantidad de flores silvestres que la convierten en un espectacular jardín en esta época… A pesar de que la mañana estuvo nublada, la temperatura era estupenda para caminar y disfrutar de su belleza. 

Al llegar a Puerto de Vega, oímos una habanera cantada por un ochote de Pamplona, animados con la sidra del bar Chicote (donde por cierto, había un cartel que ponía: “en esti chigre pue cantase”); y aquí mismo paramos para repostar,y seguir disfrutando del concierto espontáneo al aire libre…

Como era temprano, dimos una vuelta por el pueblo y subimos hasta la Capilla de Nuestra Señora de la Atalaya; decidimos continuar la senda naviega, hasta antes de llegar a la playa de Frexulfe, donde después de una parada en precioso acantilado, retornamos.
Aprovechamos para comer en los muros de la Capilla de La Atalaya, disfrutando de las vistas y del bocadillo. Parada en Puerto de Vega para el café, y regreso por el mismo recorrido hacia nuestros coches, con una tarde ya soleada.

Aún pudimos acercarnos a endulzarnos a la pastelería de Cabo Busto, poniendo la guinda a una excursión maravillosa.

 

El grupo Barayo Las flores y el mar
El jardín El acantilado Disfrutándolo
La ruta Capillla de la Atalaya al fondo El retorno

 

25- 5 - 2019 / CUEVA DE VALPORQUERO (LEÓN)

 

Con un día precioso, tomamos camino de Pajares; después de pasar el puerto y desviarnos por Villamanín, nos reunimos los distintos coches en la Collada de Cármenes, y bajo el letrero que señala su altitud, las Cármenes del grupo nos hicimos la foto bajo un cielo azul y con aire muy frío..
Después de un café, nos dirigimos hacia Valporquero, en la ladera sur de la Cordillera Cantábrica. El paisaje espléndido: vegetación verde y abundante, el agua rellenando los regueros y los ríos, la caliza coronándolo todo, majestuosa…
A las doce, junto con otros visitantes, iniciamos con un guía nuestro recorrido. En la boca de la cueva, nos dieron unas instrucciones para la visita, y nos comenzó a relatar que se abrió al público en 1966, después de un importante trabajo de acondicionamiento, para poder contemplar todo un mundo fantástico que el agua, los miles de años y las rocas, fueron configurando.
El arroyo de Valporquero, hace más de un millón de años, empezó a filtrarse por grietas y cisuras tan abundantes en la roca caliza, favoreciendo su disolución… Nada más entrar impresiona la cantidad de estalactitas y estalagmitas, sus columnas, las coladas y la variedad de colores en función de su composición. Al poco de iniciar el recorrido, entramos en la Gran Rotonda, el lugar de mayores dimensiones de la cueva con más de 100.000 metros cúbicos, atravesada por el río en época de lluvias… Después visitamos una sala llamada Pequeñas Maravillas, con unas formas singulares; posteriormente la de Las Hadas con un lago; luego viene el Cementerio Estalactítico para llegar a La Gran Vía, una galería de 200 metros de largo y 30 de altura, cuyas paredes verticales apabullan… y mediante senderos estrechos, subidas y bajadas, dejando lo que llaman la Columna Solitaria y profundas simas , llegamos la Sala de Maravillas… el lugar sobrecoge, y un apagón de luces que el guía realizó intencionadamente, nos hizo tomar conciencia, que realmente estábamos en el corazón de la tierra, donde el silencio y la oscuridad lo dominan absolutamente.
Al salir, subimos al mirador de La Atalaya, para contemplar unas vistas preciosas: las montañas, las hayas, el pueblo de Valporquero… Y luego pasamos por las Hoces de Vegacervera, que el río Torío fue erosionando la roca caliza, dejando unas paredes verticales tremendas, que componen un lugar extraordinario.
Nuestras amigas Carmen Valbuena y Carmen Gloría, organizadoras de la visita, nos condujeron al pueblo de Vegacervera para comer; y aún pudimos dar un paseo hasta el pueblo de Coladilla, antes de tomar los coches…
Paramos a la vuelta en El Brañilín y en Pajares, y cerramos así un día de excursión completo que desde aquí, agradecemos a las personas que lo hicieron posible.

 

Las Cármenes  El Grupo La cueva
El río en la cueva La Sala Maravillas En La Atalaya
El paisaje El pueblo de Valporquero Las Hoces de Vegacervera

 

25 - 5 - 2019 / NOTA DE PRENSA

Nota de prensa publicada en el periódico de la Nueva España el día 25 de mayo de 2019

 

LA FISCALÍA CONCLUYÓ EN 2013 QUE LA DEJADEZ DE LA SENDA DEL OSO NO ERA DELITO
Sendas de Asturias, que propuso sin éxito un proyecto sostenible para la ruta, denunció el despilfarro y el abandono de una veintena de equipamientos

Oviedo, L. Á. Vega 25.05.2019
Estado de la Senda del Oso. SARA ARIAS

La asociación Sendas de Asturias, que preside Manuel López, exgerente de Bomberos, denunció en 2013 ante la Fiscalía el estado de abandono y despilfarro de una veintena de equipamientos, entre ellos la Senda del Oso. En concreto, se indicaba que se había ampliado la ruta con un coste de 2 millones, cuando no había dinero para asegurar el mantenimiento del resto. La Fiscalía abrió unas diligencias de investigación, de las que se encargó el fiscal Gabriel Bernal. Pese a que confirmaba "la apariencia de deterioro de las distintas edificaciones y proyectos", y que "la mayor parte han sido abandonados, posiblemente por el coste del mantenimiento", lo que "puede resultar susceptible de censura en el ámbito de la gestión política", el fiscal no apreció hechos de relevancia penal.


La Fiscalía indica que las diligencias preprocesales abiertas tras los recientes accidentes no tienen nada que ver con las de hace seis años. En el caso actual, las diligencias no son penales, sino que son un acopio de información sobre las condiciones de la Senda, con el fin de aclarar los motivos de los dos accidentes, lo que no impide que, si hay indicios de responsabilidad, se lleven a cabo las oportunas acciones.


Manuel López resaltó lo "chocante" de las actuales diligencias de la Fiscalía, teniendo en cuenta el archivo de la denuncia anterior. Dos años antes de presentarla, en 2011, Sendas de Asturias quiso poner en marcha el proyecto "Amigos de la Senda del Oso". "Comenzamos, en coordinación con parte de los hosteleros, a realizar actividades de limpieza y acondicionamiento para sensibilizar a la población y a las Administraciones sobre la necesidad de su mantenimiento y conservación", indicó López. El proyecto incluía "la creación de, al menos, ocho puestos de trabajo de carácter permanente para personas de la zona. Solicitábamos la cesión de dos edificios rehabilitados y cerrados, como eran las Antiguas Escuelas y Torre del Campo en Proaza y La Madrada en Teverga, donde pretendíamos crear un Centro de Educación Ambiental y un Servicio de Coordinación y Dinamización de los Valles del Trubia". Ni los ayuntamientos ni el Principado estudiaron la propuesta. "Los alcaldes prefirieron continuar con su reducida visión localista, sin propiciar la cooperación. El Principado continúa actuando a salto de mata o de ocurrencia del 'responsable' de turno, especialmente cuando hay algún asunto conflictivo, como los accidentes", añadió. Lo cierto, concluyó, es que el estado de la Senda no difiere del resto de rutas

 

 

 

12- 5 - 2019 / LAGUNA DE LAS VERDES. BABIA. LEÓN

Con un día totalmente despejado, cielo azul intenso y buena temperatura, tomamos la autopista hacia León; salimos en la primera salida dirección Villablino, hacia Torre de Babia. Nada más llegar al pueblo, nos llamó la atención la iglesia de San Vicente, sobre un otero y de consideradas dimensiones, que algunos llaman la catedral de Babia.
Dejamos los coches y saliendo del pueblo, hicimos la primera foto de grupo delante de los restos de la Torre de una construcción fortificada, que parece formaba parte de un conjunto defensivo, junto con las de Piedrafita y Mena en la edad media, para el control de tránsito de la cordillera cantábrica. Justo cuando empieza la senda, hay una construcción de piedra de una antigua fábrica de luz.
La ruta está muy bien señalizada a lo largo de todo el recorrido; es de buen firme y ancha, junto al río (hormigonada al inicio en las partes de mayor pendiente). Siempre en ascenso, con arroyos por cualquier parte, que la gravedad se encarga de bajar desde los neveros de las cumbres; pasamos una fuente con agua fría, buenísima y de generoso caudal; vamos viendo las praderas de Tremeo, que cubren los restos de la morrena del glaciar que ocupó el valle, y al otro lado, una cascada.
Siempre ascendiendo, llegamos a la majada de las verdes, con cabañas (chozos) donde sube el ganado por el verano (hay que recordar que Babia, es una comarca de tradición trashumante)
Aquí finaliza la pista, y continuamos por un camino muy empinado, estrecho y con variantes (aunque la señalización te permite ir perfectamente orientado), oyendo el rumor del agua que el arroyo va emitiendo a media que pierde altura, y pisando algún nevero, llegamos a los meandros del río Las Verdes, que serpenteando, recorre aquellas praderas verdes, y que aprovechamos a cruzar por la parte más fácil; una pared rocosa vertical impresionante, Montihuero, la protege; es de una belleza tal, que obliga una parada para empaparte bien …
Alcanzamos la Laguna de Las Verdes, a 1750 metros, rodeada de montañas de origen glaciar; el nombre parece que se debe, a la coloración que adquiere por el verano cuando se cubre de vegetación; nosotros pudimos ver como sus aguas, reflejaban sus cumbres con su nieve…¡Un espectáculo!
Con este panorama, comimos nuestros bocadillos, con la música de los pájaros, y el vuelo de algún pato sobre sus aguas.
Volvimos por el mismo lugar; el descenso con calor,pero no impidió poder recrearnos en la cantidad de orquídeas color rosa fuerte que ponen su nota de color junto con otras flores blancas, amarillas y moradas…
Después de tomarnos una buena cerveza, fuimos a Ríolago de Babia, para visitar La Casa del Parque, que ocupa el antiguo Palacio de los Quiñones, donde se recogen los usos y costumbres de la zona, destacando la trashumancia, la ganadería, la flora y la fauna; antes de marchar, dimos una vuelta por el pueblo que nos llamó la atención por su arquitectura nobiliaria (casa del escribano) y rural, sus iglesias, fuentes, y sobre todo, por su conservación.
¡Un día completo!

 

El Grupo delante de La Torre Iniciando ruta Praderías de Tremeo
La majada El sendero con el arroyo Los meandros
La Laguna de Las Verdes Las orquídeas Casa del Parque en Ríolago

 

14- 4 - 2019 / MONTE CAYÓN ) PILOÑA

El Monte Cayón, de 553 metros de altitud se alza encima de Infiesto en el concejo de Piloña. Hasta no hace mucho tiempo, era prácticamente un bosque, sobre todo de pinares; las quemas sucesivas propiciaron que la cumbre y laderas, sean sobre todo pastizales. Se cree que por esta zona, pasaba una vía romana: “ Calzada de Caso o del puerto de Tarna” (iba hasta Campo de Caso y de allí un ramal a Infiesto por el Camín Real del Facéu y Sellón; y otro a Langreo, por el alto del Moyón o Gobezanes y Rioseco)
Aunque hay distintos modos de acceder, nosotros lo hicimos desde Valles, donde nos esperaba en su casa nuestra amiga Chus. Salimos desde el mismo pueblo, por cierto, sorprende lo cuidado que está, y con niños en la plaza jugando. Un camino ancho, cuidado y cómodo, con leve descenso al inicio, nos conduce en ascenso permanente y dando vista al poco del inicio, a una panorámica del pueblo preciosa. La sierra del Sueve, a nuestra derecha espectacular, y en lo alto del Cayón, hay una vista espléndida de Infiesto, la Alta Piloña, la sierra de Ques, la Virgen de la cueva… Si el día ayuda: al sureste, Los picos de Europa; al noroeste, el Picu Fariu y al suroeste, Peña Mayor… ¡Una maravilla!
El descenso se hizo rápido, porque en la huerta de Chus, debajo de la pérgola con la glicinia, nos esperaban las cervezas bien frías y la sidra a punto… que con las tortillas, empanadas y demás familia, se dieron buena cuenta.
Aprovechamos la sobremesa para los preparativos de nuestra próximo viaje, esta vez un poco más lejos…
Queremos agradecer a Chus, nuestra anfitriona, todos los preparativos y su generosidad. Tienes que procurar no hacerlo tan bien, porque volveremos… 

 

El Grupo en Valles Iniciando ruta La ruta
El pueblo de Valles Camino adelante Panorámica
El Sueve al fondo En el alto Celebrándolo

 

31- 3 - 2019 /CABO PEÑAS - FARO SAN JUAN DE NIEVA

Un poco más tarde que de costumbre y con un día precioso, iniciamos la ruta en el Cabo Peñas, siguiendo el sendero que trascurre al borde de los acantilados. En el pueblo de Ferreros, ya hicimos la primera parada para tomar un tentempié, de una jornada que se preveía larga.

Es una pena, mas bien una vergüenza, que una de las rutas más espectaculares y transitadas de Asturias, esté tan mal señalizada. La mayoría de los tramos no cuenta con ningún tipo de señalización, motivo por el que a veces, existen multitud de pequeños senderos formados por los caminantes buscando la salida del laberinto, en la que en ocasiones se convierte la ruta.

Cruzamos la playa de Verdicio y siguiendo por la playa del Terrero, Les Barqueres y los acantilados de Podes, llegamos al Puerto Llampero donde estaba el Molín del Puerto, que dá pena ver el estado de abandono en el que se encuentra, desde el temporal ocurrido hace ya unos cuantos años.

Aquí recibimos la noticia del fallecimiento de la madre de María Aurora, que aunque esperada, no dejó de entristecernos.. 

Subiendo por el estrecho camino, también sin señalizar, dimos vista al edificio abandonado y en ruinas, del antiguo teleférico que transportaba residuos de la antigua Ensidesa para arrojarlos al mar, de los que aún quedan abundantes muestras en el acantilado.

Continuamos por el camino de Otero y al borde del acantilado, hicimos la parada para comer. Poco después, llegamos a Nieva y sin descender a La Playa de Xagó, continuamos por la rasa costera hasta llegar al faro San Juan. 

 

El Grupo en Cabo Peñas Iniciando ruta La ruta
En ferreros Los acantilados La costa
Por Verdicio La comida La playa de Xago

 

24- 3 - 2019 /ARENAL DE MORÍS-PLAYA DE LA GRIEGA

Nos pusimos en ruta con un día precioso hacia Arenal de Morís, después de dejar un coche en La Griega para el retorno. Después de la obligada foto de grupo, iniciamos la ruta costera. A la izquierda siempre el Sueve, despejado, dibujándose perfectamente su silueta sobre el cielo azul; a la derecha el mar con el mismo color que el cielo; el verde del paisaje, radiante..

El recorrido fácil, con trayecto bien marcado, practicamente llano, maravilloso. Enseguida damos vista a  Lastres, suspendido en la montaña, orientado al este, y que  a medida que avanzamos, vamos distinguiéndolo cada vez mejor. Llegamos a la playa de la Beciella, cruzando el arroyo de Los Romeros (en alusión a los peregrinos jacobeos) que allí desemboca, por un pequeño puente .. 

Cada vez mas cerca del Sueve, llegamos a avistar la panorámica que engloba los arenales de La Espasa y La Isla. Bajamos a la playa del Pozo de Las Pipas, y seguimos por toda la Espasa; había bajamar y estaba preciosa... Hicimos una paradina en el área recreativa, para tomar un pincho, y lo encontramos todo bien cuidado e impecabe; desde aquí queremos agradecer, a los responsables, que los baños públicos estuvieran abiertos y en perfectas condiciones...

Continuamos recorrido, por carretera para evitar el río Espasa, que divide los concejos de Caravia y de Colunga;  para abordar las playas del Barrigón primero, y de la Isla después. Posteriormente continuamos ruta por el acantilado, pasando por una zona de antiguas trincheras de la guerra civil... y permitiéndonos el trazado, disfrutar de la costa con sus recortes, sus pequeñas calas y siempre con El Sueve vigilante...

Unos continuaron hacia la Griega bajando por el monte  de eucaliptos, y otros continuamos hacia el pueblo de Huerres donde comimos. Después de recoger los coches los choferes, nos despedimos hasta la próxima

 

El Grupo en Arenal de Morís Iniciando ruta Entre el mar y la montaña
La Espasa Cerca del agua Disfrutando de la playa
La ruta Algunas chicas La costa

 

3- 3 - 2019 /SAN ANTOLÍN - NUEVA DE LLANES

 El punto de encuentro se estableció en San Antolín.

El cenobio de San Antolín de Bedón fue un monasterio benedictino ubicado el concejo de Llanes, muy cerca de la playa homónima, donde desemboca el río Bedón. La iglesia de San Antolín de Bedón, un templo benedictino románico edificado en el siglo XIII, con los rasgos de construcción del Císter por lo apenas presenta ornamentación. Las primeras referencias del monasterio datan del siglo XII, aunque son extractos de la documentación original perdida. La primera mención fehaciente se encuentra en una donación hecha en 26 de enero de 1186 al monasterio de San Vicente en Oviedo, cuando el monasterio se acogió a la regla benedictina y comenzaron las obras de la iglesia según consta en una inscripción donde se menciona que la obra la comenzó el abad Juan en 1205 así como otra de la misma fecha en la cabecera de la iglesia. El estilo de la iglesia es similar al de Santa María de Valdediós . El monasterio recibió varias donaciones de nobles asturianos. Carlos I, después de ser reconocido rey por el papa León X, estuvo en este monasterio en 1517. En 1531, el papa Clemente VII, mediante una bula apostólica, dispuso que el cenobio fuese incorporado a la congregación de San Benito en Valladolid debido a la decadencia y deterioro del monasterio; sin embargo, al no solucionarse los problemas del cenobio, doce años más tarde, en 1544, a petición de los vecinos y caballeros de la villa y concejo de Llanes, San Antolín fue anexionado como priorato al cercano monasterio de San Salvador de Celorio. 

Después de la desamortización, la iglesia quedó abandonada, y los vecinos consiguieron que los oficios religiosos se celebrasen en Naves, adonde se trasladaron el retablo mayor, los altares y la pila bautismal. También obtuvieron el permiso del obispo en 1858 para derribarla y reutilizar los materiales para reformar la capilla de Santa Ana de Naves. La Comisión Provincial de Monumentos, sin embargo, logró salvar la iglesia y el obispo aprobó la construcción de otra parroquia en Naves y revocó el permiso anterior. 

El 4 de junio de 1931 fue publicado un decreto en la Gaceta de Madrid en que la iglesia quedó catalogada como monumento histórico-artístico en la actualidad bien de interés cultural. 

Alrededor de la iglesia queda un poblado prácticamente abandonado con las viviendas en ruina... ¡Una pena!

Pero, ciñéndonos a la ruta, después de la foto de grupo en la playa se San Antolín con un día precioso y la mar alegre, comenzamos a caminar; pasamos bajo la línea de FEVE y nos dirigimos al oeste. Al poco encontraremos la desviación, a la derecha, que nos conduce a la playa de Gulpiyuri, Monumento Natural.
Se trata de una playa interior, en el medio de una pradería, formada por el mar en una costa acantilada de roca caliza, creando una cueva hacia el interior; el fondo de la cueva se hundió (fenómeno kárstico denominado dolina) dejando un hueco circular de unos 50 metros de diámetro y a unos 100 metros de la costa; de modo que el agua entra del mar, percibiéndose las mareas y disponiendo de una finísima arena… (fue una pena, porque la vimos en bajamar)
Continuamos la ruta dejando a la derecha la capilla de Santolaya, y, poco después, la playa de La Güelga.
Seguimos en busca del puente que cruza el rio Llagaras, donde vemos un antiguo molino. Atravesamos el pueblo de Hontoria subiendo hacia Los Collaos, rodeando por la carretera Ovio y Picones. Desde allí divisamos al fondo la capilla de San Antonio encima de la playa de Cuevas.

Si a nuestra derecha ibamos disfrutando del Cantábrico, una vista a la izquierda de Picos, hace de la ruta algo único: la mar y la nieve tan cerca...

LLegamos a Cuevas del Mar donde repusimos fuerzas, para continuar camino de Nueva, que en una terraza al sol, terminamos con unos cafés y unes cantaraes...

 

 

El Grupo en San Antolín Gulpiyuri Capilla Santa Olaya
Las chicas  El molino de la Güelga Los caprichos naturales
Los Picos de Europa Al fondo Capilla de San Antonio Reponiendo fuerzas en Cuevas

 

7 - 2 - 2019 / ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA 2019

 

ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA 2019
Reunidos en Oviedo a las 19,30 horas del día 7 de febrero de 2019, en el hotel de Asociaciones Santullano, los miembros de la Asociación Sendas de Asturias en Asamblea General Ordinaria,


ACUERDAN:
Primero: Aprobar orden del día propuesto por la Junta Directiva.
Segundo: Aprobar el balance de ingresos y gastos del año 2018.
Tercero: Aprobar el balance de actividades  del  año 2018 
Cuarto: Aprobar la propuesta de actividades para el año 2019
Quinto: Aprobar la propuesta de ingresos y gastos para el año 2019
Sexto: Se acuerda renovar la Junta Directiva 
Séptimo: En el apartado VARIOS se acuerda devolver a los socios el dinero ingresado de más en concepto de cuotas.


Y no habiendo más asuntos que tratar, finaliza el acto, siendo las 21:00 horas y terminamos celebrándolo como se merece

 

   
Asamblea    
     

 

3- 2 - 2019 /RUTA DE LOS MIRADORES

 

Después de lluvias, argallos, granizos e inundaciones, el domingo amaneció guapísimo, y así se mantuvo... Nos reunimos en San Esteban de Pravia. Esta vez eramos pocos (los resfriados y la gripe, ya se sabe)

A finales del siglo XIX, Hulleras de Turón, con participación del Estado y junto con otras empresas mineras, efectuaron obras para acondicionar el puerto de San Esteban y crear un cargadero de carbón, cuyo destino eran los altos hornos de Vizcaya. Al principio se utilizaron chalanas. Posteriormente, el ferrocarril Vasco-Asturiano, contribuyó al desarrollo del puerto, al permitir sacar al mar, los minerales de los Valles de Quirós y de Teverga, y del carbón de las cuencas del Aller y del Caudal.

Altos Hornos adquirió acciones de Hulleras de Turón y ambas entidades, se asociaron al Ferrocarril Vasco-Asturiano, monopolizándose el trasporte en San Esteban. Y así podemos ver los restos industriales de esta época: cargaderos, grúas, tolvas de almacenamiento…
La crisis del carbón de 1964 provocó la decadencia del puerto y su paralización como punto de embarque de minerales, obligando a la compañía ferroviaria a abandonar la explotación de su línea y pasó a pertenecer al FEVE en 1972.

Aquí, delante de los vestigios industriales, hicimos nuestra pequeña foto de grupo. El agua del Nalón era marrón de las riadas de días anteriores.
Caminamos hasta la desembocadura; justo en la playa de Los Garrunchos, se inicia la senda hacia el mirador del Espíritu Santo, después de subir unos 400 escalones… A medida que tomamos altura, vemos hacia el este, la playa de Los Quebrantos, el Playón de Bayas y la isla de Deva al fondo.
Hay un área recreativa, que dispone de una mesa acondicionada para personas con dificultades, y desde esta página queremos felicitar a los responsables.Desde aquí, la senda continúa hacia el mirador de La Atalaya, con una pequeña zona de recreo. Desde este lugar, vemos toda la playa de La Atalaya, de unos 700 metros de cantos rodados con altos acantilados protegiéndola; y al fondo, al oeste, el cabo Vidío.

La ruta trascurre con tramos llanos, y otros en cuesta, siguiendo la mayor parte del trayecto la costa, permitiendo disfrutar del paisaje, excepto en algunos tramos que atraviesa por lugares sombríos entre árboles.

Al regreso, por el interior, pudimos obtener una buena panorámica del estuario del río Nalón, a ambas márgenes de su desembocadura y sus dos puertos: San Juan de la Arena y San Esteban de Pravia. Al bajar a San Esteban, hicimos un recorrido por el paseo que anteriormente ocupaban las vías hasta los cargaderos, y al sol, nos tomamos un aperitivo la mar de agradable.

Nuestra amiga María, había dejado su casa dispuesta, con calefacción y buena mesa, para recibirnos. Allí disfrutamos el resto de la tarde y que agradecemos a nuestra anfitriona... Otro día precioso

 

 

 

En San Esteban Mirador Espíritu Santo La costa
La accesibilidad En el Mirador de La Atalaya La ruta
El paisaje El estuario La mesa de María

 

20- 1 - 2019 /PASEANDO POR RODILES

A pesar de los malos augurios metereológicos, salimos rumbo a la costa. Nos reunimos en Selorio, a pie de ría en bajamar y allí nos hicimos la primera foto de grupo. Las nubes despistaban.. Bien enfundados, iniciamos la ruta que trascurre por la margen derecha de la ría de Villaviciosa, y que forma parte de la ruta costera. La corriente arrastraba el agua algo turbia por las lluvias al mar. Parecía que querían abrirse claros en el cielo y llegamos a la playa de Rodiles, una de las mejores de Asturias, con un arenero de 1.000 metros de longitud, y toda para nosotros... el color de las aguas cambiante como el cielo y sin gran oleaje. Todo un placer, pisar las arenas duras y húmedas, impregnándonos de ese perfume de sal y esa melodía relajante...

Cuando llegamos al final de la playa, el sol hizo acto de presencia, y nos hizo cerrar los ojos para dejarlo reflejado en nuestra foto. Volvimos hacia el punto de partida  para recorrer la Ría de Villaviciosa, lugar emblemático por su belleza y por su riqueza medioambiental.
Se trata de un valle fluvial con un elevado aporte de aguas marinas, característica que lo define y singulariza: anegamiento prácticamente total durante las pleamares, intensa sedimentación y elevada salinidad del agua. Todo ello ha configurado un espacio de alto valor ecológico, en el que destaca su vegetación halófila (que tolera la salinidad de los suelos) y su riqueza ornitológica, pues es zona de invernada y descanso migratorio de las poblaciones europeas de aves acuáticas.
De la importancia medioambiental de la Ría de Villaviciosa son buena prueba las disposiciones adoptadas en los últimos años por diversos organismos, tanto nacionales como internacionales. Primero fue el Gobierno Regional, quien en el año 1995 declaró este espacio Reserva Natural Parcial, luego los Organismos Europeos que lo declararon Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Esta vez teníamos reservado el menú en un bar de Villaviciosa y allí nos dirigimos. Pasamos por el parque de la Ballina, parándonos en la escultura La Exaltación de la manzana de Eduardo Úrculo y por delante del Ayuntamiento.

Después de comer, con una tarde estupenda, hicimos un pequeño recorrido por el núcleo urbano, con esas casonas blasonadas tan espectaculares que tienen, el busto erigido en honor de Carlos I, el antiguo convento de San Francisco... hasta Santa Maria de la Oliva, del románico tardío con muchos elementos tomados del gótico, y delante de su arco apuntado de la fachada principal, nos volvimos a retratar...

Para bajar la comida, realizamos la senda del río Linares, que va desde Villaviciosa hasta Amandi, que discurre a ambos márgenes del río, con tres pasarelas peatonales, muy agradable.

 

 

Al llegar Iniciando ruta  Por la playa
Toda para nosotros Frente al sol La ría
En Santa María de la Oliva Por la senda del río Linares La otra margen

 

16- 12 - 2018 /CARANGA DE ABAJO-COLLADO DE OLIZ-CARANGA DE ABAJO

Nos reunimos en Caranga de Abajo (Proaza). En el aparcamiento dejamos los coches y después de fotografiarnos todos, nos dividimos en dos grupos: uno de ellos siguió por la Senda del Oso hasta el embalse de Valdemurio y el otro, en la confluencia de los ríos de Trubia y Teverga, nada mas empezar la carretera que conduce hacia Teverga, tomamos a la izquierda una pista hormigonada.
Esta segunda opción,pasa al inicio por una zona de castaños centenarios, recuperados en el 2011 por la Consejería de Agroganadería y recursos autócnos mediante un proyecto experimental, según consta en un cartel informativo. A medida que vamos ascendiendo y cogiendo altura, dejamos Caranga en el valle y damos vistas a la Sierra del Aramo.
La pista ancha, con tramos pendientes en ocasiones, se camina bien. La lluvia nos acompañó a ratos, pero no nos impidió disfrutar de estupendas vistas  al Aramo, al valle de Quirós y al Pico Gorrión o Pico Mayor.
Como el tiempo era limitado, al llegar al Collado de Oliz, por una pista ancha entre un bosque de pinos (con restos que la nevada precoz de este año dejó bien patente), fuimos descendiendo hasta llegar a la pista del oso (tramo hacia Teverga) completando el recorrido de manera circular, hasta llegar a Caranga.
Nos reunimos en el punto de partida con el resto de los compañeros. Parada en Proaza con aperitivo mientras calentaba la fabada que nos esperaba en La Pontiga. Y finalizando el año montañero recordando a los que faltaban, pasamos una sobremesa la mar de agradable…
¡Salud y hasta el año que viene!

 

Al completo en Caranga Iniciando ruta entre castaños Sierra del Aramo
Valle de Quirós Por la pista Al fondo el Pico Gorrión
Bajando entre pinares Los restos de la nevada Fabada en La Pontiga

 

2- 12 - 2018 / POR EL ARRECIFE FÓSIL DE ARNAO

En la visita a la plataforma del arrecife fósil de Arnao, al oeste de la playa de Salinas, el profesor Miguel Arbizu nos ha instruido y deleitado con las explicaciones acerca de las características geológicas de la zona. El arrecife fósil ubicado en el entorno de la playa de Arnao, en Castrillón, constituye "un maravilloso libro abierto" que habla de la vida y el ambiente que hubo en Asturias en esa época.

Lo que hemos aprendido es que esos materiales pertenecen a la época geológica denominada Devónico (hace unos 400 millones de años), que en ese momento se encontraban “viajando” unidas a un antiguo continente “Gondwana” y atravesaban el trópico de capricornio en el hemisferio sur formando el suelo de mares someros y cálidos, que a lo largo de ese período fueron variando sus condiciones de profundidad, de temperatura, de turbidez y de aporte de sedimentos. Por ello, se pudieron desarrollar todas las fases correspondientes a la formación de un arrecife.
El choque posterior de ese continente de Godwana con Laurasia, al norte, hizo que en la zona se formara una enorme cordillera -hoy en gran parte desaparecida- , y que esos materiales más antiguos salieran a la superficie, “cabalgando” y por lo tanto, situándose por encima de los más modernos del Carbonífero en los que se formaron los carbones de la mina de Arnao situada en la zona y explotada desde 1836 hasta 1915

En la zona oeste de la playa, en la llamada plataforma, de unos 60 m de espesor, hemos podido ver tanto rocas calizas, como margas, pizarras grises y margas rojas y verdes y, formando parte de ellas de forma indisoluble, infinidad de fósiles diferentes según las condiciones existentes en las aguas donde se estaban formando esas rocas, por ejemplo:
- En el conjunto calcáreo, de 22 metros, que se formó en aguas someras, hemos encontrado cuatro estados diferentes de la formación de un arrecife: corales tabulados, crinoideos, briozoos, braquiópodos y corales alveolítidos y rugosos
- En el conjunto pizarroso-margoso fósiles de braquiópodos de gran tamaño, briozoos y crinoideos propios de aguas protegidas.
- Y, por ultimo en el conjunto de margas rojas y verdes hay dos comunidades muy importantes: un briozoo (Fenestella) propio de aguas muy limpias y un crinoideo (Tribioclinus) formado en aguas turbias con gran aporte de sedimentos.

Paseamos luego hasta las rocas que hay junto al túnel de Arnao, donde se da el máximo desarrollo del arrecife -140 m de espesor- que está constituido principalmente por unos organismos denominados estromatopóridos, aunque también abundan los corales de diversas morfologías; Es el arrecife mas importante del Devónico de España, y uno de los mas importantes del mundo.

En Arnao, todavía se esperan hallar muchas sorpresas como los fósiles de distintos ejemplares de árboles de 300 millones de años de antigüedad que recientemente afloraron en la playa

En definitiva, podemos sentirnos afortunados de poseer este patrimonio geológico tan excepcional y de haber podido realizar una visita tan detallada y didáctica, pues son pocas las secuencias de este tipo que se conservan en el mundo, lo que le confiere una gran importancia científica al yacimiento de Arnao.

Nuestro agradecimiento al Profesor Arbizu, que con su conocimiento y dedicación, nos permitió disfrutar de este hallazgo geológico excepcional, al poder contemplarlo con otros ojos;  y a nuestra amiga Covadonga, que hizo de intermediaria y autora de este escrito...

Después de una buena comida, terminamos dando un paseo por San Esteban de Pravia, disfrutando de un precioso atardecer...

 

El grupo con el Profesor Arbizu Sucesión devónica Falla
Corales ramificados Tallos y cálices crinoideos Corales con contornos circulares
Corales tabulados masivos Corales tabulados ramificados Atardecer en San Esteban

 

1 - 12 - 2018 / REVISTA ATLÁNTICA XXII

 Artículo publicado en formato digital de la revista Atlántica XXII, en diciembre de 2018

 

ASTURIAS: UN PROYECTO COMÚN

 


Manuel López | Sendas de Asturias

En anteriores colaboraciones con Atlántica XXII he sostenido que un pueblo que no se moviliza para defender sus intereses y su identidad está condenado al fracaso y al olvido. Venía esto a colación por la actitud mostrada durante las sucesivas reconversiones, cierres de empresas y regulaciones de plantillas llevadas a cabo en el transcurso de las últimas tres décadas en Asturias. Y es que mientras todo esto estaba ocurriendo, la mayoría de los asturianos mirábamos para otro lado, dejando la solución únicamente en manos de las organizaciones políticas y de los sindicatos. Sólo los directamente afectados en cada momento, y una pequeña minoría, casi siempre los mismos, participaban en las movilizaciones o en los actos de apoyo que coyunturalmente se iban convocando en cada caso. El resultado es de sobra conocido por todos; pueblos abandonados, miles de puestos de trabajo destruidos y una población envejecida, porque los jóvenes se vieron obligados a emigrar para que otros, más ricos que nosotros, sacasen provecho de ellos y de sus conocimientos.
Lo preocupante del caso, es que a pesar del tiempo transcurrido, la situación no ha cambiado, más bien ha empeorado, y puede que empeore aún más con la reconversión del sector energético, la vergonzosa e inmoral prejubilación de los últimos mineros, el cierre de Alcoa, la situación de Arcelor… si los políticos y sindicatos siguen actuando de la misma forma y nosotros se lo permitimos.
Sería una irresponsabilidad por nuestra parte, seguir permitiendo que esta situación se mantenga indefinidamente, dejando en manos de los políticos y gestores mediocres la solución a nuestros problemas, cuando ya dieron sobradas muestras de su incapacidad y falta de rigor para solucionarlos, anteponiendo los votos partidistas a los intereses generales de los ciudadanos.
Para ellos lo fácil es seguir hablando de ayudas y de fondos de compensación por el cierre de las industrias para destinarlos a abrir museos y ocurrencias por el estilo, o anunciar grandes proyectos, que nunca llegan a materializarse “por culpa de otros”. Cuando la realidad es que ni siquiera son capaces de dar utilidad al gran número de despilfarros repartidos por Asturias como monumentos a su incapacidad y desmesura. Con el agravante de que además tienen la soberbia de no escuchar ni tomar en consideración las propuestas que algunos colectivos venimos presentando, en parte, para arreglar sus desaguisados.
Como ciudadanos conscientes de la situación, no podemos seguir dejándonos engañar, más bien conformándonos, con esos “cantos de sirena” de políticos irresponsables que nos dicen lo que queremos oír, llegando incluso a convencernos de que tenemos derecho a todo “porque nos lo merecemos”, sin pensar si es cierto o no y sin entrar a valorar las consecuencias que acarrean sus decisiones.
Es cierto que estamos muy cómodos en este sistema que sólo nos habla de derechos y no de los deberes y obligaciones que deberíamos asumir para mantenerlos, porque eso restaría votos, y total como “disparan con pólvora ajena”… Pero, aunque en realidad todos somos conscientes que la situación es preocupante y que tarde o temprano todo puede irse al traste, seguimos adoptando la táctica del avestruz guardando la cabeza bajo el ala.
Nos dicen que tenemos derecho a la sanidad, a la educación, a las prestaciones sociales y otras muchas cosas más, pero no nos dicen qué tendríamos que hacer para garantizarlas en el futuro. Cuestión preocupante teniendo en cuenta que vivimos en una Comunidad sin jóvenes y sin trabajo, con una ratio de poco más de un trabajador por cada pensionista, y en el que la suma de pensionistas y parados supera en 36.389 a los trabajadores en activo. Por eso creo, que si somos conscientes de la situación en la que nos encontramos y de lo que puede ocurrir en un futuro inmediato, ya va siendo hora que salgamos de nuestra comodidad y trabajemos por un proyecto, que además de garantizar la pervivencia de los servicios básicos, sea realista e ilusionante para el conjunto de la ciudadanía porque no dependemos de los votos.
Para alcanzar ese objetivo no basta con movilizarnos de forma individual y esporádica, sino que debemos hacerlo de forma colectiva y permanente, y por un proyecto planificado y compartido lo más ampliamente posible y en el que participemos todos. También tenemos que movilizarnos para que los políticos sean permeables a nuestras propuestas y no sigan haciendo política “a golpe de ocurrencia”, en función de intereses personales y de las minorías o grupos de presión que les rodean, casi siempre los mismos.
Movilizarnos para que no sigan legislando y tomando decisiones sobre la caza y la pesca sin contar con los cazadores y pescadores; del campo sin los campesinos y ganaderos; del monte sin sus propietarios y las empresas del sector; de la sanidad sin los sanitarios; de la educación sin los enseñantes; del futuro de las térmicas sin los trabajadores, y así sucesivamente, porque toda imposición suele estar abocada al fracaso.
Movilizarse como sociedad no significa estar permanentemente de manifestación y con enfrentamientos, sino todo lo contrario, significa tomar conciencia de nuestra situación para buscar alternativas y soluciones a los problemas, antes de que se produzcan. Se trata en definitiva de hablar y recuperar la ilusión, que tanta falta nos hace. Hablar del futuro del campo, de las infraestructuras, de la extracción de minerales, de las comunicaciones, de I+D, de la Universidad, de la reconversión energética, del retorno de los jóvenes, de los pequeños productores, del aprovechamiento del monte, del turismo, del medioambiente, de los espacios abandonados, de las alternativas a los despilfarros y de todo aquello que, además de crear riqueza, nos ayude a recuperar la ilusión y la esperanza en el futuro; porque lo que tenemos no nos vale.

 

25- 11 - 2018 / BOSQUE DE VEGABAXU

Aunque la noche del sábado llovió a mares, el domingo amaneció precioso; mañana fría con cielo azul y esa luz especial del otoño... 

Nos reunimos en Rioseco, donde ya paramos otras veces, con los de la Pola. Una pareja de australianos altos y rubios con dos niños, cambiaron impresiones con Belen y Chema. El embalse con muy poca agua, nos sorprendió.

Nos pusimos en ruta con nuestros coches, después de cierto reajuste, por avería de uno de éllos. La carretera sigue el trazado del Nalón, pasamos el embalse de Tanes, y entre curvas y foces, llegamos a Pendones, aldea con tradición madreñera, con casas en la ladera, bien orientadas al sol, y con buenas praderías a su alrededor. En cuanto aparcamos, hicimos la foto de grupo.

Iniciamos el recorrido a pie, por un camino hormigonado y pendiente; siempre con el Tiatordos a nuestra izquierda, con un pequeño manto de nieve reciente en la cumbre, pista amplia y muros de piedra con cantidad de helechos, musgos...

Bordeando peña La Roza, llegamos a la collada de Gasgasa y poco después, entramos en el valle del río Corralín... Durante el trayecto, vemos unas cabañas con fuente y abrevadero, llamadas La Fayaza. Siguiendo el camino con cantidad de hojas y algún charco (que algún "arreglador" trataba de buscarles salida) enseguida damos vistas al valle del Nalón y al puerto de Tarna nevado. 

A medida que ascendemos, el bosque por el que transitamos, prácticamente desnudo, tiene el haya como especie dominante, protagonista de la zona, pero que convive en buena armonía, con robles, acebos, avellanos y abedules; con frecuencia troncos caídos tapizados de musgo, sotobosque escaso, alguna seta, y el sonido del agua de fondo siempre acompañándonos...

Casi sin contar con éllo, de repente y después de una curva, aparece la vega de Vegabaxu: un pequeño prado con cabañas, el río Corralín atravesándola  y rodeada del cordal de Ponga.

Aquí comimos nuestros bocadillos, y algo más, hicimos una foto las chicas, y nada mas terminar, por el frío, comenzamos el retorno. 

La ruta de unos 13 km ida y vuelta, fácil; muy diferente en otoño, al recuerdo de un día de primavera con calor, que habíamos hecho en otra ocasión, pero preciosa igualmente.

Terminamos con un cafetín con bartolo en Laviana, que nos prestó por la vida...

 

 

Al completo en Pendones Iniciando ruta El otoño
Puerto de Tarna El recorrido El arreglador
Vegabaxo El retorno Con el Tiatordos al fondo

 

13- 11 - 2018 / POR PELOÑO

El domingo habíamos quedado con las ganas de ir a Peloño, como teníamos programado, y que debido a las previsiones metereológicas, decidimos aplazar... No esperamos mucho; este martes, con un sol radiante, y contando con que la mayoría del grupo ya estamos disfrutando de la jubilación, nos acercamos a Ponga.

Desde Cangas de Onis y paralelos al Sella, salimos en dirección al Pontón;  tomamos una desviación a mano derecha, para seguir el recorrido del río Ponga. Este río de corto recorrido, nace en la fuente de la Salguerosa, en el puerto de Ventaniella, y desemboca en el Sella; recoge las aguas de fuentes y arroyos, y va tajando la piedra caliza, configurando el impresionante desfiladero por el que la carretera nos conduce a San Juan de Beleño.

Pasado el pueblo, seguimos el ascenso hacia Viego, al alto del Cabañón, y posteriormente al alto de Les Bedules. Aquí, pudimos apreciar una panorámica del macizo occidental de Los Picos de Europa preciosa, donde hicimos nuestra primera y obligada foto de grupo. Al otro lado, frente a nosotros, el Tiatordos, imponente.

Desde aquí, comenzamos a caminar por la pista que continúa por el camino histórico que cruzaba a Castilla, conocido como El Camín de los Arrieros; el paisaje con vistas a los Picos y cabañas desperdigadas entre extensas praderías... Llegamos a la collada de Granceno (1.199 m), donde confluyen las pistas que vienen del pueblo de Viboli (por el norte) con la que sale hacia el Sen de los Mulos (por el este); esta campera es la que realmente marca el inicio del bosque de Peloño.

El recorrido por pista ancha y cómoda, nos sumerge en este hayedo, de mas de 1.500 hectáreas muy bien conservado;es un hayedo oligotrofo, es decir, se desarrola con sustratos pobres en nutrientes, y cuenta con unos 200.000 árboles; aunque el haya es el árbol predominante, también tiene robles albares, abedules y acebos. El sotobosque, escaso como en todos los hayedos, pero bien conservado con abundancia de arándanos, brezos, musgos y líquenes... Nos llamó la a tención que a penas vimos setas, como tenemos visto en otras ocasiones (¿por la nevada precoz que tuvimos en octubre?)

El colorido extraordinario: amarillos, marrones, ocres...todo un espectáculo.Los arroyos abundantes. Nos desviamos para acceder al roblón de Bustiello, con mas de 8 metros de perímetro. El silencio grande, se podían oír caer las hojas.

Algunos continuaron ; otros dimos la vuelta. Comimos todos en Granceno; rápidamente nos pusimos en marcha; el frío, a pesar del cielo azul, se hizo sentir. La vuelta, con las sombras mas largas, pero preciosa igualmente. Un día maravilloso a pesar de ser martes y trece...

 

 

 

 

Al completo Majada de Les Bedules Los arroyos
El hayedo El macizo occidental de Picos de Europa Por la ruta
Peñasanta de Castilla En el roblón de Bustiello El retorno con las sombras