Aunque este tramo de la senda naviega ya lo hicimos varias veces, y contando con el día de septiembre estupendo que amaneció, decidimos repetir. Ahora por el verano, sin programación previa, hacemos alguna escapada con poca gente, tratando de recuperar el tiempo perdido del confinamiento...
Llegamos sobre las 12 de la mañana al aparcamiento sobre la playa de Barayo. La luz resaltaba el color intenso del mar, y perfilaba los contrastes con las rocas y el verde de los prados con mucha nitidez. Los meandros caprichosos del río Barayo, antes de verter al mar sus aguas, dibujan unas eses marcadas entre juncos. La playa aún sin gente, con la mar en calma, maravillosa...
Después de nuestra obligada foto de pequeño grupo, comenzamos a caminar por la senda. La temperatura, el paisaje, los acantilados, el mar...componían todos los ingredientes para hacernos disfrutar muchísimo.
Las flores que otras primaveras llenaban los acantilados, esta vez, estaban sustituidas por restos de brezo morado. Las gabiotas, aprovechando las diferentes corrientes de aire, se entretenían en sus vuelos haciendo piruetas. Los acantilados, romos y suaves en algunas zonas, y picudos e irregulares en otras.
El recorrido es corto, y enseguida comenzamos a divisar Puerto de Vega. A pesar de ser un día de diario, había movimiento en los restaurantes y bares. Nosotros continuamos hasta la Iglesia, donde comimos nuestro bocadillo mirando al mar. Después de un cafetín en el puerto, retomamos el regreso, con la misma luz , pero el mar subiendo y con mas oleaje.
Decidimos ir hasta Porcía. La playa no la vimos por la pleamar, pero no nos impidió darnos un buen baño. Allí mismo, esperamos a que el sol se pusiera con unas cervezas bien frías.. Para rematar el día, una luna enorme y roja, nos iluminó el camino hasta nuestra casa.
Con Barayo al fondo | La costa | El camino |
El mar | Las chicas | Disfrutándolo |
Puerto de Vega | La vuelta | Atardecer en Porcía |
Con un día precioso de agosto, nos reunimos unos pocos en el área recreativa de La Pesanca en el concejo de Piloña, a donde llegamos desde Infiesto, después de atravesar Espinaredo (uno de los pueblos con más hórreos y paneras de Asturias) y Riofabar (donde la carretera se estrecha y atraviesa en curvas muy cerradas el pueblo).
Después de hacer nuestra primera foto, atravesamos el río, y comenzamos a caminar por la pista, ancha, buena, con avellanos primero y robles después. Tomamos un desvío a mano izquierda, a unos dos kilómetros aproximadamente, donde hay una pista hormigonada que vadea el río Infierno; nosotros lo cruzamos por un puente de madera.
La pista muy pendiente, hormigonada en los tramos de máximo desnivel, nos va alejando del río, adentrándonos en un bosque denso, y que aprovechamos su sombra para tomarnos un respiro; posteriormente los tramos son menos pendientes y llegamos incluso a bajar algo, para cruzar por el río La Estaquera, afluente del Infierno.
De nuevo el tramo se hace marcado, alejándonos del río que dejamos a nuestra derecha, en un bosque de diferentes tipos de árboles y con algunas hayas espectaculares. A medida que íbamos cogiendo altura, el paisaje que lo conforma nos maravilla. Y así llegamos a la majada de Cureñu, con zona amplia de pastos y alguna cabaña (sorprende el techo de losas gruesas de pizarra que las cubre). La parada se hace obligada para disfrutar el lugar.
Cruzamos la majada en diagonal ascendente, junto a una fuente, y retomamos el camino que nos conduce a un pequeño bosque de avellanos, con tejos, espineras y acebos. Finalizado este tramo, el camino, muy estrecho, nos lleva hacia La Collada, con el Pico Maoño sobresaliendo…
Un número importante de vacas, disfrutan en la Collada; cuando la alcanzamos, y de repente, nos encontramos con un mar de montañas, que como si de olas se tratasen, van sucediéndose: Peña Taranes, el cordal de Ponga, el Picu Pierzu… y al fondo, los majestuosos Picos de Europa.
La Collada Traslafuente, hace de frontera entre los concejos de Piloña y el de Ponga. Bajando hacia la fuente y abrevadero, nos dirigimos hacia la majada, donde resguardados en la sombra de una de sus cabañas, comimos nuestros bocadillos.
Antes del regreso, estuvimos contemplando de nuevo, las vistas maravillosos desde La Collada: Pico Maoño(que quedamos con ganas de hacerlo), el Tiatordos, el concejo de Ponga, el Vízcares, el Valle del Rió Infierno en Piloña, y parte de Redes…Un espectáculo que nos retenía y nos daba pena dejar…
La vuelta, la hicimos tranquilamente por el mismo sitio, con un calor tremendo, que recompensamos con unas cervezas bien frías en Infiesto.
En La Pesanca | Inciando ruta | Las hayas |
En la majada Cureñu | El concejo de Ponga | El Vízcares |
La Collada Traslafuente | El Tiatordos | El Valle de Piloña desde la majada Traslafuente |
Ya habíamos hecho este bosque en el otoño del 2018, pero después del confinamiento, todos tenemos necesidad de airearnos… Por otra parte, las altas temperaturas de estos días, nos obligaron a realizar el recorrido por la sombra. Así que decidimos vernos en el alto del Fito. Había ya muchos coches con mucha gente, pero una vez que aparcamos, comenzamos a caminar hacia la Peña de Poares; desde aquí, pudimos disfrutar de las vistas al mar: las playas de La Espasa y de La Isla, Lastres suspendido en la ladera orientada al este con el sol iluminándola, y esa inmensidad de azul del mar …
Continuamos hasta los Arrudos con vistas a la Cordillera y Los Picos de Europa, el valle del Sella… Nuestra primera foto de grupo, aún con mascarillas, que nos recuerdan los momentos tan especiales por los que atravesamos y las medidas preventivas necesarias.
Arriba, el sol apretaba fuerte y en cuanto pudimos, nos protegimos a la sombra de un pino, para reponer fuerzas. Iniciamos el descenso hacia el hayedo de La Biescona, al inicio, con una buena representación de acebos. El camino estrecho, con pendiente marcada a tramos y zonas embarradas, nos fue adentrando en la sombra mágica de sus hayas centenarias. Los musgos, los líquenes, los troncos caídos, el silencio interrumpido por el canto de algún pájaro, nos aportó el frescor y la belleza, que la naturaleza nos aporta como nadie.... Echamos en falta el murmullo del agua del río Toya. Su cauce, seco, lo tuvimos que cruzar en un par de ocasiones; en el último cruce, la sombra de sus altos árboles, el silencio, la cantidad de troncos, impresionan…
Después de pasar los restos de la antigua mina de cobre, paramos a comer. El calor volvimos a sentirlo con intensidad, cuando reanudamos el recorrido, y abandonamos el bosque. Fuimos pensando en un baño en el mar, pero la afluencia de gente en las playas, nos lo impidió. Nos contentamos con unas cervezas en Colunga, mientras cayó un buen chaparrón, que hizo descender el termómetro diez grados, mientras allí estuvimos.
Y así terminamos un día precioso, acompañados por María Jesús y Benjamín, que esperamos hayan disfrutado.
El grupo con el mar al fondo | Inciando ruta | Dando vistas a la Cordillera |
La ruta por el Sueve | A la sombra | El bosque |
El haya centenaria con las chicas | El cauce seco del río | Setas y musgos |
Esta ruta vaqueira comienza en Tuiza, en la braña tevergana al lado mismo de la carretera, poco antes de llegar al Puerto de San Lorenzo. Mientras los conductores llevaban los coches al alto del puerto, pudimos contemplar una vista espléndida del valle y ver los dos tipos de cabañas: las teitadas (con techo vegetal, normalmente, de escoba) y las de techo de piedra, la mayor parte mal conservadas.
Desde aquí cogimos la pista, ancha de ascenso suave a excepción del primer tramo, corto y hormigonado, dando vistas al valle, con pequeños arroyos y alguna fuente, y cantidad de flores. A medida que íbamos cogiendo altura, y dejábamos Tuiza abajo, podíamos ver la serpenteante carreta al puerto.
Al llegar a una bifurcación, tomamos el camino de la izquierda para llegar a la vega del Rebellón, a 1.150 m, con teitos (uno circular, poco habitual) y otras cabañas, de piedra o teja; una vista al valle de Teverga con la peña Sobia al fondo, nos obliga a retratarnos… Allí hay una buena majada, con una fuente de abundante agua y varias construcciones de piedra conservadas…
Retrocedimos hasta llegar al cruce donde nos habíamos desviado y continuar la pista inicial; en continuado y suave ascenso, el recorrido es fácil y precioso. Después de una pequeña parada, continuamos caminado, dejando abajo y a la izquierda la braña de Llamaraxil; así que continuamos por el camino de la derecha hacia vega Fondona, dentro de la zona denominada Tromeu , con su laguna Canalada, llena de vacas y caballos con sus crías.
El camino posterior es más estrecho y estaba embarrado; pasamos por la fuente del Teixeu y continuamos disfrutando de preciosas vistas, con acebos, hayas, y la retama en flor llenando el paisaje de amarillo…
Y después de parar a comer con unas vistas espectaculares al Valle de Teverga, al cordal de Sobia, al puerto Marabio y a la sierra del Aramo, retomamos camino y enseguida dimos vista al Puerto de San Lorenzo, donde finalizamos la ruta. Una parada en La Plaza para calmar nuestra sed, puso el punto final a un día estupendo por tierras vaqueiras.
Las chicas con Arturo | Tuiza y la carretera al puerto | En el Rebellón |
Cabañas con techo de piedra | Teito | El recorrido |
Laguna Canalada | Panorámica | Llegando al Puerto San lorenzo |
Muchos son los caminos que conducen a Covadonga, y uno de los más destacados es la Ruta de las peregrinaciones, GR 105, que va desde Oviedo al Real Sitio pasando por Bendición, el Alto del Espinadal, Puente Miera, Espinaredo, Villamayor y Cangas de Onís, con final de trayecto en Covadonga. Asimismo esta ruta tiene un ramal que parte de Mieres y entronca con el camino que viene de Oviedo en un lugar conocido como La Grandota. Nosotros haremos hoy la primera etapa
Después de una semana lluviosa, hoy amaneció un buen día. Partimos desde el parque de invierno hacia San Esteban de las Cruces; hicimos una pequeña parada en la fuente del Águila (una de las pocas fuentes de sillería que quedan en Oviedo, después de la inauguración de la nueva traída de aguas desde el depósito de Pérez de la Sala en 1875, en el lugar donde ahora está el auditorio).
Siguiendo la carretera, llegamos al pueblo de Covadonga, y allí hicimos nuestra primera foto de grupo, delante de la capilla. Pocos metros más adelante, en El Calderu, cogimos una desviación a la izquierda hacia la La Grandota (424 m.) y a medida que ascendemos, con tramos de buena pendiente, vamos adquiriendo buenas vistas del Naranco y de Oviedo, y en la parte más alta, del mar azul, al fondo.
Una vez ganada la cota, se baja un poco por la otra vertiente, con vistas ahora a Olloniego y parte de las canteras de Tudela Veguín; y siguiendo por la cumbre, llegamos a La Paranza, parroquia de Siero y encrucijada entre concejos de Noreña, Langreo y Oviedo. En otro tiempo, fue un lugar de comunicación importante entre Oviedo, Siero y Langreo, que además, continuaba hacia Castilla. Aquí aprovechamos para descansar en unos bancos disfrutando de la vista hacia la Sierra del Aramo y hacernos unas fotos…
Continuamos por carril asfaltado y entramos en un camino a la derecha, ascendente, a la sombra de un túnel de avellanos, que dejaba filtrar parcialmente los rayos del sol…precioso. Y llegamos a un alto con una mesa y banco, muy oportunos, sino fuera por la cantidad de basura apilada junto a la papelera…
Continuamos cresteando, con vistas a la derecha del valle del Nalón, a Riaño y Lada, y a la izquierda, a Llanera y concejo de Siero, hasta llegar a La Pasera, perteneciente al concejo de Noreña. Ya en el siglo XIV, está definida la identidad fragmentaria del concejo: además de la villa, tiene los enclaves de La Felguera de Noreña, Serrapicón, Otero y La Pasera, todos rodeados de Siero, salvo La Pasera que también limita con Langreo.
Continuamos por camino asfaltado hasta La Bobia, con vistas a Peñamayor, y tomamos un camino a la izquierda, ascendente, para culminar en La Grandota de Hevia. Aquí volvemos a ver Oviedo, de donde partimos, Granda, Noreña, Pola de Siero, La Peña Careses , el Picu Fariu y , a lo lejos, el mar. Continuamos por un sendero estrecho con helechos y arbustos, que en su tramo último, es descendente y en pendiente marcada, hasta un camino ancho, que tomamos hacia la izquierda.
Continuando hasta el pueblo de Molleo, localidad de Siero y perteneciente a la parroquia de Hevia; se trata de un núcleo urbano con buenas casas y fincas, muy cuidadas, que al poco tiempo, nos desviamos a la derecha . Se trata de un camino ancho, entre abundante arbolado, primero de viejos robles y castaños, y más adelante, de eucaliptos, que nos llevan a un lugar abierto entre praderías. Desde aquí, divisamos la zona de Valdesoto, de Bendición y de San Juan del Coto y Areñes.
El ruido de los coches, nos indica que estamos acercándonos a la autopista, y efectivamente, muy pronto llegamos al túnel de Pedreño, por debajo de la AS-1 . Después de un tramo por carretera, tomamos un camino a la izquierda, precioso, entre vegetación abundante y humedales, hasta Bendición.
Aquí nos recogió César en su coche (y agradecimos tanto), que después de unos cuantos viajes, nos reunió a todos en El Berrón con unas cervezas frías que nos prestaron muchísimo. Los de Oviedo, volvimos en tren, como en los viejos tiempos…
Capilla Covadonga | El inicio | Vistas de Oviedo desde La Grandota |
Vistas a Langreo | En La Paranza | Túnel de avellanos |
El Valle del Nalón | Recorrido desde Molleo | Llegando a Bendición |
¿Quién nos lo iba a decir? llegó un insignificante virus y sometió a la humanidad.
Unos días después de nuestro encuentro por Valdemurio, se decreta un estado de alarma que nos obliga a encerrarnos en nuestras casas. Se suspende todo tipo de actividad laboral (que no se considera básica), los niños y adolescentes no pueden acudir a sus clases, sus padres tampoco a sus trabajos (algunos tuvieron la suerte de poder compatibilizarlo desde sus domicilios, pero otros muchos lo perdieron) y los mayores... creo que fue lo peor. Llevamos más de 27.000 muertos y, a nuestros dirigentes, les sigue costando ponerse de acuerdo...
Quizás por todo ésto, estábamos tan deseosos de volver a reunirnos y salir a disfrutar de la naturaleza. Nuestra amiga Victoria Casielles, nos propuso una excursión a Peña Careses y así lo hicimos.
Salimos tarde, sobre las 10 y nos reunimos en Castañera. Allí dejamos los coches e iniciamos ruta por La Viona, un tramo conocido por nosotros, entre las praderías de Aveno a nuestra izquierda con Peñamayor al fondo, parando a realizar nuestra primera foto de grupo con mascarillas (que servirá de recuerdo de esta tremenda época), y llegar enseguida al túnel de la Peñuca.
Nada más salir de éste, encontramos Peña Careses a nuestra derecha, muy cerca, pero con su cara sur casi vertical, lo que nos obliga a realizar un recorrido largo y precioso, bordeándola, para poder acceder a su cumbre.
Llegamos al pueblo de Careses y a medida que avanzábamos, las vistas eran maravillosas: unas praderías bien delimitadas,distribuidas por un paisaje ondulado (que alguna decía le recordaba a La Toscana, sin los cipreses), el Monsacro, La sierra del Aramo y las Ubiñas... Por un camino en ascenso, precioso, atravesamos el bosque de La Santa y fuimos adquiriendo altura; Llegamos a la base del Picu El Castro ( que debe su nombre a un castro perteneciente a la edad de hierro) y descendimos a la Collá de atrás, viendo a nuestra izquierda, las minas de cielo abierto de fluorita.
La fluorita (espato flúor en el lenguaje comercial) es un mineral que resulta de la combinación de flúor y calcio. Se presenta en forma de bellísimos cristales de variable colorido, como pudimos contemplar en nuestra visita al Museo de Geología. Allí nos comentaron, que es fácil encontrar ejemplares de procedencia asturiana, en cualquier museo del mundo. Y en Asturias, su actividad minera, comienza al inicio del siglo XX, en La Collada, hacia 1907, coincidiendo con los desmontes realizados para las obras del ferrocarril de San Martín - Lieres – Gijón (que nunca se terminó). La implantación de esta actividad minera en otros lugares de Asturias, como Colunga, Caravia ,Ribadesella y Villabona, fue más tardía. Después del carbón, fue la explotación asturiana más importante y la mayoría de la fluorita de España, es de esta procedencia. Además está a la cabeza de la producción de la Comunidad Europea, alcanzando el sexto lugar a nivel mundial.
Dejamos a nuestra izquierda el camino que conduce al Picu Fariu , para acometer el ascenso a La Peña, suave por praderías al incio, se hace más irregular y abrupto al final, pero enseguida llegamos a cumbre. Las vistas merecen la pena y sorprenden dada la altura (552 metros). Aunque la visibilidad no era completa, pudimos contemplar Gijón en su cara norte; y la del sur, justo abajo en cortante desnivel, las praderías de Aveno desde donde iniciamos nuestra ruta: Peñamayor, Pola de Siero, Carbayín Alto, El Berrón y Noreña, Oviedo, y como telón de fondo, y desdibujada, la Cortillera que nos separa de tierras castellanas...
Aprovechamos para comer, en las primeras praderías del descenso, y la ruta circular, la completamos por un camino precioso hasta La cantera de Castañera, de piedra caliza, y poco después, al pueblo, donde nos despedimos, después de disfrutar de unos culinos de sidra...
Queremos agradecer a nuestra amiga Victoria, guía, anfitriona y dibujante, a la quien se debe el gráfico que indica nuestro recorrido
![]() |
![]() |
![]() |
El grupo con mascarillas | Emtrando en el túnel de la Peñuca | Peña Careses |
![]() |
![]() |
![]() |
Esquema del recorrido | Bosque La Santa | En la cumbre |
![]() |
![]() |
![]() |
El descenso | En la cantera | Castañera |
Aunque los planes eran continuar con un tramo de La Viona, debido a las lluvias de días atrás que hacían difícil el paso a través del túnel sin iluminar, decidimos cambiar el plan. Por otra parte, entre la fecha del 8 de marzo, el coronavirus y algún viaje programado, fuimos cuatro personas las que al final nos animamos.
Elegimos el recorrido desde Piedras Juntas en la senda del oso, justo antes de Caranga, hacia el embalse de Valdemurio. Este tramo de la senda, es especialmente abierto y soleado y nos acompaño un día precioso. La naturaleza está iniciando los brotes en los árboles, los ciruelos y los cerezos están en flor y multitud de violetas y otras flores silvestres, exhibían su colorido.
Como ya comentamos en alguna ocasión, este trayecto corresponde a la caja del ferrocarril de vía estrecha, puesto en servicio en 1884, para comunicar las minas y hornos altos de Quirós con los talleres de laminación de Trubia. Es por tanto cómoda y con tramos horadados en la propia roca, siempre paralelos al río, fácil y preciosa de pasear.
Enseguida llegamos al embalse de Valdemurio, también se le conoce como embalse de Quirós, enclavado en pleno Parque Natural Las Ubiñas-La Mesa, en un lugar de gran belleza. Esta presa alimenta una central hidroeléctrica en uso, cuyas obras finalizaron en 1967 y que se abastece principalmente de dos ríos: el Quirós (que lo hace directamente) y el Teverga (a través de una conducción excavada bajo la montaña, de unos 4 Km y que comienza en Azud de Oliz.
En este lugar tan precioso, tomamos un aperitivo y retomamos el camino de vuelta. Acabamos compartiendo nuestras tortillas con sidra en La Pontiga con la música del río Trubia muy a gusto.
Piedras Juntas | Violetas | Prímulas |
Vara de San José | Senda hacia Quirós | Embalse de Valdemurio |
Ciruelo en flor | La Pontiga | Río Trubia |
Salimos en nuestros coches y nos reunimos en La Casilla, en el entorno de la Faya los Lobos, en la carretera que va desde Bimenes a Barredos. Desde aquí, iniciamos nuestro recorrido por una pista ancha, a tramos hormigonada, con visibilidad buena, viento y una temperatura agradable.
El camino es ascendente, alternándose con tramos llanos, que lo hacen muy llevadero; llegamos a Tres Picos (Pico de Raso, Pico de Caso y Pico de La Bauga) y enseguida a Campa´l Collau.
Las vistas son espléndidas: a nuestra derecha los valles del Nalón, con Peñamea, Las Ubiñas, incluso el recorte de la Sierra del Aramo; mientras que a nuestra izquierda, contemplamos los valles yerbatos y navetos, con el horizonte del mar al fondo mal definido… La sierra de Peñamayor, siempre al frente, imponente. Durante todo el trayecto, cantidad de prímulas y narcisos silvestres, pequeñinos, preciosos, inundaban el paisaje...
En la campa sobre La Peña del Hombre, la pista inicia una bajada, pasando por Fuentefría (fuente que dejamos a nuestra derecha) y termina en un grupo de cabañas, denominado La Baúa. Desde aquí, retomamos la subida, a la izda, hacia el área recreativa del Xierru Gües, para continuar hacia la Campa Gúes, donde hicimos una parada para comer.
Retomamos la ruta hacia el Pozu Funeres, donde fueron ejecutadas, entre marzo y abril de 1948, nueve militantes y parientes de militantes de izquierdas, en esta sima en la sierra de Peñamayor; otro recuerdo terrible del espanto de las guerras…
Desde aquí, continuamos el ascenso hacia la cumbre, accediendo hasta alcanzar las antenas en el Picu Tremes.
Aquí con vistas a Picos de Europa, El Sueve y El Cuera por un lado; a los valles del Nalón, Las Ubiñas, Sierra del Aramo por otro; y con una imagen poco nítida del mar y El Musel, además de Llanera y Oviedo, dimos por alcanzada nuestra meta.
El retorno, lo hicimos por las praderas hacia La Campa Gües y desde aquí, por donde habíamos venido. El sol quiso salir a saludarnos y pudimos disfrutar de una luz preciosa, para despedir el día.
El grupo con Las Ubilñas al fondo | Iniciando el recorrido | Peñamayor |
Preciosa ruta | Tendríamos el mar a nuestra espalda | Pozu funeres |
Hacia Peñamayor | En la cumbre | El descenso |
Al día siguiente, con lluvia, nos acercamos al Monasterio de Armenteira; la primera documentación aparece en 1962 y después de diferentes avatares, con el cenobio desmoronándose (excepto la iglesia y parte del claustro) a partir de 1961, Carlos Valle-Inclán (hijo del escritor) junto con un grupo de personas, funda la asociación “Amigos de Armenteira” y se inicia la reconstrucción; en la actualidad un pequeño grupo de monjas cistercienses (a las que tuvimos la oportunidad de oírles sus cánticos). Visitamos su iglesia que destaca su austeridad, su tamaño y su grado de conservación; su crucero está cubierto por una cúpula de influencia mudéjar (única en Galicia). Por otra parte, el claustro, comenzado en la segunda mitad del siglo XVI, muestra las diferentes épocas de construcción, en la variedad de sus bóvedas.
.A pesar del día, tuvimos el valor de acometer la ruta de” La Piedra y el Agua”; antigua vereda que daba servicio a los molinos, más de treinta, que aprovechando el desnivel del terreno, sobre todo el tramo inicial, utilizaban las aguas del río Armenteira. Un espacio de agua, verdor y música que el propio río y los pájaros, se encargan de mantener. La pendiente se suaviza a medida que avanzamos hasta llegar a la Aldea Labrega, donde hay una representación en piedra, de los diferentes elementos que la constituyen. La lluvia acabó por darnos tregua, y solamente apareció al final de nuestro regreso. Con hambre, hicimos buena reposición allí mismo en al pueblo de Armenteira.
Después de un pequeño descanso, nos acercamos a Pontevedra a cenar con unos viejos y grandes amigos de Manolo con los que disfrutamos todos de una agradable velada.
Al día siguiente y para despedirnos, teníamos concertada una visita guiada por la ciudad de Pontevedra, que posee un centro histórico, que tras el de Santiago de Compostela, es el más importante de Galicia. Enclavada en el margen izquierdo del río Lérez, en un estuario, en su desembocadura en la Ría de Pontevedra. Su nombre deriva del latín “pontem veteram” en alusión al primer puente que los romanos construyeron sobre el río.
Iniciamos la ruta en la alameda, proyectada en el siglo XIX, derribando la muralla, para albergar nuevos edificios oficiales, aprovechando los terrenos de la huerta de los dominicos, después de la desamortización de Mendizábal (aún se conservan ruinas de Santo Domingo). Pasamos por la Casa Consistorial, el Palacete de los Mendoza, la real Basílica menor de Santa María la Mayor (muestra y ejemplo de la riqueza e importancia del Gremio de Mereantes), un crucero del s XVIII trasladado después de la guerra civil a la plaza de las cinco calles (donde se encuentra la casa de residencia de D. Ramón María del Valle-Inclán), la plaza de Teucro, o plaza de las semillas, rodeada de casas nobles blasonadas, el teatro principal y Liceo Casino, La casa das Campás (una de las mas antiguas, con arcos góticos), plaza de Curros Enriquez o plaza del hospital (forma parte del camino portugués a Santiago ), plaza de A Ferraría (por los talleres de forja que en sus soportales se instalaron; hay algún edificio modernista), el pequeño monumento al Loro Ravachol, en honor al famoso anarquista francés, asiduo participante de las tertulias en la rebotica de su dueño; al morir por los carnavales, en su honor se rememora su entierro cada año…) y por último el Santuario de la Virgen Peregrina (patrona de la provincia de Pontevedra y del camino Portugués; la forma de su planta, está inspirada en una concha de viera; una gran concha natural contiene el agua bendita.
Después de una comida rápida nos pusimos en ruta y dando por finalizada nuestra excursión a Galicia.
Iglesia del Monasterio de Armenteira | Claustro | Río Armenteira |
Molino | Senda de la Piedra y el Agua | Ruinas de Santo Domingo Pontevedra |
![]() |
||
Santa María La Mayor | Con Valle-Inclán | Cenando con los amigos |
Salimos hacia Santiago pronto; el trayecto por carretera ahora es muy bueno y enseguida nos vimos en la ciudad. Aprovechando que nos acompañaba nuestra amiga Pitusa, que hizo de guía, hicimos nuestra primera parada en el colegio de Fonseca, construido por el arzobispo Alonso de Fonseca, sobre la que había sido su casa familiar, con la finalidad de reunir a los estudiantes que estaban dispersos… en la actualidad acoge la biblioteca General de la Universidad.
Continuamos hacia la plaza del Obradoiro, centro monumental de Santiago y que da la bienvenida a los miles de peregrinos que llegan del Camino…. Dícese que el nombre podría derivarse de los talleres de canteros que trabajaron en la fachada barroca de la Catedral.
Además de la Catedral, cierran la plaza: el parador de los Reyes Católicos (antes hospital de peregrinos), el Colegio de San Xerome (rectorado de la Universidad) y el palacio de Raxoi (Ayuntamiento).
Como llegamos con tiempo, antes de realizar la visita programada al pórtico de la Gloria, a través de la Rúa de San Francisco, hicimos una parada en la facultad de Medicina y posteriormente en la fachada de la iglesia de San Francisco y su imponente crucero.
A la hora concertada, nos acercamos a la catedral para iniciar la visita, que es la entrada occidental de la catedral románica, ideada por el genio del Maestro Mateo y considerado una obra cumbre del arte universal.
Asentado sobre una serie de animales reales y fantásticos, la Gloria del tímpano central está presidida por una imagen de Cristo en Majestad, rodeado por los cuatro evangelistas y el grupo de bienaventurados. En la parte inferior, se representan ángeles con instrumentos de la Pasión y, en la arquivolta, veinticuatro ancianos afinan sus instrumentos para tocar música celestial. El tímpano se sustenta sobre los dinteles, con la inscripción conmemorativa de su colocación en 1188 y un parteluz presidido por una imagen sedente de Santiago el mayor coronando la columna con el árbol de Jesé, la genealogía humana de Cristo que se completa con la divina en el capitel de la Trinidad.
En los laterales, se reparten una serie de estatuas-columna, con profetas a la izquierda y apóstoles a la derecha, que se continúan en la contrafachada y, también, en la desaparecida fachada exterior, de la que se conservan distintas piezas.
Los arcos laterales carecen de tímpano; en el izquierdo, de compleja interpretación, se representaría el Pueblo de Israel, en la arquivolta superior, sujeto a la ley mosaica y, en la inferior, el descenso de Cristo al limbo. En el de la derecha, se representa el Juicio Final, con las cabezas de Cristo y San Miguel en la clave, separando los bienaventurados, que son conducidos a la Gloria y los condenados, que sufren tormento.Nos llamó la atención sobre todo dos cosas: la expresión y el movimiento que este conjunto escultórico poseen, si tenemos en cuenta su fecha de ejecución… Esta obra de restauración, que hoy pudimos disfrutar, se llevó a cabo durante 10 años.
El Maestro Mateo completó la construcción de la catedral por su cierre occidental, salvando el desnivel del terreno con la construcción de una innovadora cripta, sobre la que se sitúa el Pórtico de la Gloria, cuyo mensaje se completa en la tribuna. Originalmente, el Pórtico se abría por una fachada exterior, que continuaba el programa iconográfico del conjunto y que fue modificada en el siglo XVI para colocar unas puertas que cerrasen el templo, que hasta entonces estaba abierto permanentemente; por fin, a mediados del siglo XVIII, esta fachada se sustituyó por la actual, barroca, quedando el Pórtico mutilado y encajonado tras ella.
El proyecto mateano también incluyó la construcción de un coro de piedra, que ocupó los primeros tramos de la nave central y en el que se daba continuidad al programa iconográfico del Pórtico. Este coro fue derribado en 1604 y sustituido por otro de madera, hoy también retirado de su ubicación original. Parte de este coro de piedra, tuvimos ocasión de contemplarlo posteriormente en el museo. Y desde la parte mas elevada, pudimos contemplar la plaza del Obradoiro.
Después de comer, con lluvia y muy poca gente por las calles, pudimos callejear por el casco histórico y antes de partir, entramos en un café antiguo, precioso.
Con cierta dificultad, llegamos a nuestro alojamiento: Santa María do Mar muy cerca de Sanxenxo, encima de la ría Pontevedra. Las vistas sobre la ría, el jardín y la tranquilidad, lo convierten en un lugar muy apacible, y al que llegamos siguiendo la recomendación de nuestra amiga Conchi.
Al día siguiente, hicimos una parada en la Playa de la Lanzada, de 2,5 km; desgraciadamente, se iniciaba la búsqueda de un marinero desaparecido.
Continuamos hacia el pazo de Rubianes, donde María se había encargado de concertarnos una visita para visitar las camelias. Este ajardinamiento, se inicia a finales del siglo XVII, con incrementos sucesivos durante los siglos posteriores e introducción de especies que hoy son verdaderos monumentos naturales. Pero sin duda, el jardín del Pazo de los Rubianes, es un jardín de camelias, de invierno, con mas de ochocientos ejemplares. Es la residencia del señorío de Rubianes, fundadores de Vilagarcía de Aurosa en 1441, y su jardín, ha ganado la distinción de Jardín de Excelencia Internacional de la Camelia.
Las camelias, fueron traídas por los marineros portugueses y plantadas originalmente en los jardines de los pazos y casas señoriales. Aquí nos enteramos que la Camelia Sinensis (que en latín significa de china), planta del té, es una especie de planta cuyas hojas y brotes se utilizan para elaborar el té. Con esta especie se elaboran los diferentes tipos de té, en función del grado de oxidación. La visita fue realizada de la mano de Bea, una mujer muy agradable y entusiasta que nos fue dando a conocer parte de las mas de 800 especies de camelias que alberga el jardín; además contemplamos otros monumentos naturales: jardín francés, el inglés, una zona de eucaliptos, un magnolio espléndido, un árbol alcanfor enorme con su particular fragancia, rododendros, viñedos…además del estanque de las ranas, la capilla y el interior del propio pazo. Finalizamos la visita con una degustación de sus albariños, estupendos por cierto.
Desde aquí nos trasladamos a la isla de Arosa, situada en el interior de la ría del mismo nombre y unida a tierra desde 1985, por un puente de 2 km de longitud. Tiene 36 km de costa , de los cuales , 11 son de playa con arena blanca y muy fina (declarada por la Unión Europea reserva natural). Así que como el tiempo acompañaba, aprovechamos el resto de la tarde para disfrutarla con un paseo por su litoral.
El día había sido largo; fuimos al atardecer hasta Cambados, haciendo una visita corta por la plaza de Fefiñanes, donde está el palacio que le da nombre; y que solamente paramos para hacer acopio de viandas, para poder cenar en nuestro alojamiento.
Palacio Fonseca | Callejeando | La Lanzada |
Pazo de Rubianes | ||
![]() |
![]() |
|
Isla de Arosa | Cambados |
Con un día precioso y una temperatura que no se corresponde con la fecha en que estamos, iniciamos rumbo al oriente Asturiano; Desde Nueva de Llanes, tomamos la AS-340 con dirección a Corao; una carretera estrecha, con curvas, nos va alejando del mar y nos conduce a LLamigu, donde sorprendentemente se allana y su trayectoria se endereza (de hecho en este lugar, parece ser que hubo un aeródromo durante la guerra civil). Continuamos de nuevo con un trayecto de curvas hasta el mirador del Collado del Torno, con una vista espectacular a Picos de Europa. Unos kilómetros más adelante llegamos a la Collada de Igena , donde dejamos los coches (por cierto, el espacio es escaso)
Iniciamos ruta por una pista hormigonada y bastante pendiente, con cielo azul y muy buena temperatura; a medida que vamos tomando altura, un montón de valles y montañas, sierras y cumbres van a pareciendo; al poco de empezar y a nuestra izquierda vemos el pueblo de Igena. La pista continua ascendiendo, alternando tramos hormigonados con otros de tierra, hasta la Collada Felguerina, donde nos hicimos la primera foto de grupo.
Más adelante , llegamos a la majada de Hueses, con unas cabañas bien cuidadas, y continuamos el ascenso, dando vistas a toda la cordillera, y a medida que tomábamos altura, también al mar… algo que siempre nos repetimos y que nos parece privilegiado: ¡dar vista desde el mismo lugar al mar y a la nieve!
Siguiendo la pendiente, llegamos a la majada de Vegalafuente y desde aquí, casi llaneando, a la Vega Maor, desde donde vemos con claridad el Mofrechu. Dejando a nuestra izquierda una laguna artificial vallada, iniciamos a través de un pequeño sendero, y algunos jitos orientativos, la última y definitiva pendiente que nos llevará a la cima; conviene detenerse a contemplar las vistas del sendero que dejamos atrás …
Y llegamos a la cima: la visibilidad nos permitió ver Ribadesella con nitidez y al Sella serpenteando antes de su desembocadura; el recorte de nuestra costa y Lastres suspendido en ella; y a nuestra espalda.: la cordillera Cantábrica, paralela al mar, con los Picos de Europa imponentes, sobre todo, el Macizo Central y Occidental (el Urriellu lo identificamos perfectamente); también las Sierras colindantes del Cuera y el Sueve , incluso la del Aramo… ¡Una de las vistas más espectaculares que conocemos en nuestra maravillosa Asturias!
Como en la cumbre había viento, comimos resguardados un poco más abajo, al abrigo del Mofrechu. El descenso lo hicimos tranquilamente, disfrutando de las vistas que el recorrido nos ofrece… ¡Una excursión preciosa!
Empezando a caminar | Valle de Igena | En la Collada Felguerina |
Majada de Hueses | El recorrido | En la cima del Mofrechu |
![]() |
||
Ribadesella desde lo alto | Picos de Europa | La vuelta |
Esta vez nos reunimos en Pola de Siero, para celebrar la asamblea general, con los siguientes puntos del día:
Nos despedimos con una buena merienda y algún que otro cantarín
Durante la asamblea |
Artículo publicado en La Nueva España en el apartado de cartas al director:
La verdadera reforma de la Escandalera
28 de Enero del 2020 - Manuel López López (Oviedo)
Desde su configuración como plaza a finales del siglo XIX, la Escandalera ha recibido numerosos nombres y se ha visto alterada por importantes intervenciones urbanísticas vinculadas a los acontecimientos que se pretendían rememorar.Primero se llamó plaza del 27 de Marzo, después del General Ordóñez, le siguió de la República y después del Generalísimo tras la Guerra Civil. No fue hasta junio de 1979, ya en democracia, cuando un Pleno municipal concedió al lugar el nombre con el que siempre había sido conocida por el pueblo de Oviedo, plaza de la Escandalera.A la vista de la documentación existente, puede decirse que todas las obras fueron para empeorar el aspecto de este espacio tan emblemático de la ciudad, punto de encuentro de jóvenes y de descanso para mayores.En origen la plaza era casi horizontal, al nivel de la calle Uría, colocándose hacia 1901 un transformador eléctrico conocido popularmente como la “Chocolatera”, que no sería retirado hasta 1955.En 1906 el Ayuntamiento resolvió trasladar aquí la "Fuentona del Bombé", acuerdo que no se llevó a cabo; en 1909 se retomó la idea de colocar en el centro la estatua de Neptuno del Parque San Francisco, proponiéndose posteriormente un busto del ingeniero Schulz en lugar de Poseidón, sin que ninguno de los dos proyectos se llevase a cabo.En 1911 se decidió pavimentar el suelo creándose un pequeño jardín que desapareció en una forma realizada en 1955, en la que también se talaron los árboles centenarios que la bordeaban y se suprimieron varios kioscos y columnas. Durante el siglo XX se barajó colocar una estatua dedicada al cabo Noval, un monumento al general Ordóñez y otro a la Sociedad de Naciones, sin que prosperase ninguno de estos proyectos. Por último, en acuerdo plenario de 26 de marzo de 1971 se adjudicaron las obras de construcción y explotación de un aparcamiento para 400 vehículos a la empresa Aparcamientos de Asturias, S. A., de la Corporación Masaveu, situación que se mantiene.Como puede comprobarse, casi siglo y medio después, excepto lo relativo al nombre de la plaza, que sería inútil cuestionar, las cosas no han cambiado mucho, porque todos quieren dejar su impronta en ella. Primero era un intercambiador de autobuses y ahora, cuando aún no habíamos asimilado el despilfarro que supuso la instalación de una bandera que nos costará más de 50.000 euros, se decide otra nueva reforma.Al objeto, declaraba el alcalde, señor Canteli, el pasado día 20, que la reforma de la plaza es una obra muy necesaria, hay que hacer rampas de acceso porque la gente que no podía subir las escaleras, tenía que salir a la calle para cruzar. Y recalcaba el concejal de Infraestructuras, señor Cuesta, que se busca mejorar la accesibilidad y eliminar barreras para el acceso de las sillas de ruedas y los carritos de bebés.No se entiende que, si el objetivo de estas obras se debe a la mejora de la accesibilidad, estas tengan que hacerse a escondidas y controladas por una patrulla de la Policía Local. Uno puede pensar que nos están mintiendo y que el objetivo sea otro, y por eso no tienen la conciencia tranquila. Podemos pensar, por ejemplo, que de lo que realmente se trata es de retirar unos bancos color arcoíris que, por lo que representan, molestaban a determinadas personas e instituciones de eta ciudad.Y más si tenemos en cuenta que son conocedores de que la verdadera reforma de la Escandalera, por el riesgo que supone, está debajo de los bancos. En concreto, en el aparcamiento de titularidad municipal cedido en explotación, prácticamente gratuita, desde hace casi cincuenta años a una de las familias más influyentes de Asturias.Por si no lo saben, voy a enumerar alguno de esos riesgos:
En resumen, déjense de historias y de tratarnos como si fuésemos idiotas y acometan la verdadera reforma que necesita la Escandalera; una reforma sobre la que ya tendrían que estar trabajando, antes de volver a renovar el contrato de explotación, que vence en el año 2023.
Central Lechera Asturiana nace de la unión de mas de 9.000 ganaderos asturianos en 1967 y empieza a comercializar su marca tres años mas tarde. En 1982 los ganaderos se constituyen en una sociedad agraria de transformación (SAT) y en 1997 la sociedad se convirtió en la principal accionista de la empresa Corporación Alimentaria Peñasanta S.A. (CAPSA) orientada a la fabricación de productos lácteos, y posee los derechos sobre la marca “Central Lechera Asturiana” y cuyos accionistas corresponden:
- Central Lechera Asturiana 81%
- Liberbank 10,9%
- Caja Rural Asturias 6,87%
- Minoritarios 0,70%
Desde entonces, trabajan para ser una gran empresa alimentaria de leche y derivados, en continua evolución, adaptándose a la demanda en el mercado. Los centros de producción, además de la Granda, están en: Cueva del Molín (Cabrales, que ya tuvimos la oportunidad de visitar) Lugo, Villagarcía, Vidreres, Menorca y Madrid.
Algunos de los datos :
- Recepción de recogida 2.000.000 litros/día
- Capacidad de tratamiento 120.000 litros/hora
- Capacidad de tratamiento nata 4.000.000 litros
- Capacidad esterilizadores 145.000 litros/hora
Nuestra visita: comenzó sobre las 10 de la mañana; allí estaba esperándonos el guía, quien nos hizo un pequeño repaso del origen de esta gran empresa. Una vez enfundados en gorro y bata, hicimos la foto de grupo, e iniciamos el recorrido. Nada mas empezar, nos llamó la atención las dimensiones, mucho mayores que la sensación que percibíamos desde el exterior. Nuestra primera parada fue en el lugar donde llegan los camiones con la leche; tuvimos la ocasión de ver, como una trabajadora tomaba muestras en cada uno de los compartimentos de cada cisterna, para estudio bacteriológico y estudio cualitativo de su composición. Posteriormente vimos los tanques termos donde se acumula la leche, antes de que comience el proceso de higienización, desnate y termización, para posteriormente realizar la normalización, esterilización y homogenización.
Finalizados estos procesos, pudimos observar todo el proceso de envasado, taponadora, enfardadora y paletizadora de diferentes tipos de leche; incluso vimos la fábrica de botellas UHT…
Además del proceso de la leche, que tuvimos el privilegio de conocer, la empresa también hace diferentes tipos de quesos, mantequillas, yogures etc.. incluso tienen una fábrica de piensos.
Tratan de ser respetuosos con el medio ambiente, reduciendo emisiones de Co2, con energías alternativas y combustibles mas limpios y generando menos residuos.
Una visita realmente interesante, en la que trabajan unas 700 personas de forma directa y que nos impresionó su tamaño, su automatización, y su diversidad.
Queremos aprovechar desde aquí a la empresa que nos brindó esta oportunidad y a nuestro guía, estupendo por cierto, que supo con su docencia aumentar nuestro conocimiento y entusiasmo.
Nuestro grupo en la recepción de visitantes |
Diezmado por la gripe y el miedo a las alarmantes predicciones atmosféricas, un pequeño grupo salimos dispuestos a disfrutar de este emblemático y, a la vez, desconocido entorno próximo a Oviedo.
Dejamos los coches en el aparcamiento de acceso a los Monumentos del Prerrománico, desde donde parte una senda que nos acerca al Centro de Interpretación que estaba cerrado y donde hicimos la primera fotografía con Santa María de fondo.
Santa María del Naranco
Originalmente, Santa María, no se proyectó como iglesia, sino que fue el Aula Regia del conjunto palacial que el rey Ramiro I mandó construir en las afueras de la capital en el año 842. Su estilo artístico es el denominado «ramirense», dentro del prerrománico asturiano.
El complejo arquitectónico al que pertenecía este edificio comprendía la cercana iglesia de San Miguel de Lillo. La destrucción de su cabecera y parte de sus naves motivó que el Aula Regia fue transformada en iglesia, probablemente durante el siglo XII, pues la crónica silense de 1150 ya lo registra como templo de Santa María.
El templo fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1985.
Actualmente, Santa María, sigue siendo el templo oficial de la parroquia. Sin embargo, al no reunir condiciones para el buen desarrollo de la liturgia, se utiliza habitualmente para el culto la capilla del Monasterio de la Visitación de las Madres Salesas.
Iniciada la marcha, y tras recorrer los aproximadamente trescientos metros que las separa, llegamos a San Miguel de Lillo.
San Miguel de Lillo
La iglesia prerrománica de San Miguel de Lillo (Sanmiguel de Liño), dedicada a San Miguel Arcángel, fue mandada edificar hacia el 842 por el rey Ramiro I. El templo se encuentra a unos cien metros de Santa María del Naranco. Posiblemente es, según la crónica albeldense, la que el monarca mandó a construir junto a sus palacios con función de iglesia palatina.
La Unesco la declaró, también en 1985, Patrimonio de la Humanidad.
La comunidad católica de Santa María del Naranco celebra sus fiestas en ambos templos los días 25 de julio y 29 de septiembre, festividades de Santiago Apóstol y San Miguel Arcángel.
A la Fuente de Los Pastores
Junto a San Miguel de Lillo sale un empinado camino que nos lleva a la fuente de los Pastores, aunque en realidad, donde se encuentra el caño no sea el manantial de los Pastores sino la fuente del río La Viña. La verdadera fuente de los Pastores se encuentra unos metros más arriba. Vierte a un lavadero, hoy en ruinas.
Se cree que esta fuente podría ser coetánea con la construcción de los monumentos prerrománicos, según explican Paco García y Juan Calvo en un inventario elaborado en el año 2014 sobre las más de 300 fuentes del concejo de Oviedo.
Hacia la PR AS-239
Desde la fuente de Los Pastores continuamos ascendiendo hacia la PR AS-239. Esta travesía, que recorre la Sierra del Naranco en sentido del Oriente hacia el Occidente, sale de la localidad de Lugones (Siero) pasando por Puente Viejo-Laviada y ascendiendo en fuerte subida hasta Pico el Paisano lugar de mayor altitud y donde nosotros nos incorporamos, para luego continuar por El Pevidal.
Finca El Pevidal
Esta finca, por la que el Gobierno del Principado pagó a la familia Masaveu 3,6 millones de euros, iba a ser de vital importancia para el parque periurbano del Naranco aprobado en 2005 como un ambicioso plan para "poner en valor" y preservar el monte ovetense como zona de ocio. Como en el cuento de la lechera, en este parque se iba a construir un escenario al aire libre, en el que tuvieran cabida representaciones artísticas de todo tipo: musicales, teatrales, proyecciones cinematográficas o danza. Además de espacios para eventos sociales que implicasen una alta concentración de personas. Los edificios se destinarían a usos hoteleros y hosteleros y se proponía hacer una cafetería con zona de terraza en la que poder disfrutar de la comida en un entorno de agradables vistas y, en su caso, un programa complementario de alojamientos. Todo esto se culminaría con un centro de interpretación (como no), del parque periurbano. Además, se proponía dotar de un sistema de transporte público específico para el monte Naranco. Quince años después, la realidad es bien distinta, la finca del Pevidal por la que entre todos pagamos 3,6 millones de euros a la familia Masaveu, está abandonada y las construcciones agrícolas en ruina.
Los vestigios de la guerra
Continuando la ruta, pudimos comprobar que además de maravillosos monumentos y escandalosos despilfarros, el Naranco también esconde numerosos vestigios abandonados de nuestra historia más reciente. Una nutrida colección de trincheras y construcciones bélicas, desde las que entre el verano de 1936 y octubre de 1937, los bandos republicano y nacional batallaron por esta posición estratégica que les permitiría hacerse con el control de la ciudad, con la perdida de tantas vidas humanas, en una injustificada y absurda Guerra Civil.
Entre estas reflexiones seguimos caminando hasta salir a la carretera de Brañes, para luego seguir hacia el pueblo de Ules, donde comimos el bocadillo y después dirigirnos al aparcamiento de los Monumentos, donde habíamos dejado los coches.
El grupo con Santa María al fondo | Hacia San Miguel | San Miguel de Lillo |
Fuente de Los Pastores | Finca El Pevidal | Restos de la Guerra Civil |
Por la PR AS-239 | Valle de San Claudio | El bocata en Ules |
Salimos con un día de lluvia hacia Trubia donde dejamos nuestros coches, nada más cruzar el puente que está enfrente de la fachada principal de la Fábrica de Armas
A finales del siglo XVIII, España declaró la guerra a la Francia revolucionaria que había ejecutado a su rey Luis XVI. La guerra discurrió de forma desastrosa para España. El Gobierno de España temió perder los territorios próximos a la frontera francesa. Las fábricas navarras de Eugui y Orbaiceta habían sido asediadas y asaltadas. El Gobierno encargó la localización de un lugar alejado de la frontera, con el objetivo de atender las necesidades de material bélico.
En 1794 se decidió instalar esa factoría en un paraje con yacimientos de aquellas materias primas a utilizar: hierro y carbón; y de este modo, se instalaron en Trubia en el punto donde el río de este nombre, se une al río Nalón.
Esta operación supuso desplazar miles de personas desde Placencia de las Armas o Éibar (Guipúzcoa) a Asturias, no solamente operarios, si no que se trasladaron con sus familias. .
La Fábrica de Trubia, con su director el coronel Antonio de Elorza, alcanzó un alto nivel; militar formado en la Academia del Cuerpo en Palma de Mallorca y perseguido por Fernando VII, se vio obligado a emigrar viajando por toda Europa, y sobre todo, en aquellos países que eran punteros en los métodos industriales: Bélgica, Alemania, y en el Reino Unido; consiguiendo de este modo, una formación brillante. Además creo en 1850, la que fue la famosa Escuela de Aprendices (la primera en España) para que los hijos de los trabajadores se formasen en aquellos oficios que precisaría la factoría en años sucesivos.
Trubia se convirtió así en un pueblo muy distinto de los del resto de España, pues en pleno siglo XIX, contaba con: Teatro, Casino, Escuela de idiomas, Coral polifónica y Banda de Música. Las más de 120 promociones de alumnos de esta Escuela propiciaron que de sus aulas saliesen más de 4.000 alumnos con formación teórico-práctica, que desperdigados por toda la geografía nacional y extranjera, fueron disputadísimos profesionales que alcanzaron muchos de ellos altos cargos en las industrias que les dieron acogida, debido a su buena formación .
Ahora… son otros tiempos.
Iniciamos el recorrido junto a un muro de piedra precioso, que tomaba el agua de la presa de Machón (en la actualidad demolida) para llevarlo a una antigua fundición. Nos acercamos a ver la Iglesia de Trubia, rehabilitada, limpísima y con un retablo precioso.
A este nivel, tomamos la senda verde propiamente dicha, detrás de una casona en ruinas, con unos muros de piedra impresionantes y con un magnolio blanco que todos los años, vamos a contemplar (junto con otro enorme y rosa en el centro de Trubia).
El recorrido agradable, la mayor parte con paraguas, con el río Trubia bien crecido hasta San Andrés, Poco después de esta localidad, cruzamos por una pasarela la carretera para continuar por la otra margen. A este nivel, se localizan varios nidos enormes de avista asiática ( vespa velutina)… pensamos que llegaron para quedarse.
En San Andrés, continuamos por la senda del oso, aunque no le encontramos mucho sentido esta diferenciación, porque la caja del antiguo ferrocarril, llegaba a Trubia.
Enseguida llegamos a la Pontiga; antes tomamos un aperitivo en Villanueva, al lado del puente medieval y en la cabaña, como cada fin de año en nuestra asociación, dimos cuenta de un buen pote (esta vez con un entrante de Conchi, legado de sus tías, que agradecemos muchísimo)
¡Otro año feliz en buena compañía!
El grupo | Antigua traída de aguas | La senda verde |
El río Trubia crecido | La vega | Pasarela sobre la carretera |
![]() |
||
La senda del oso | Puente medieval en Villanueva | En La Pontiga |
Ayer tarde, tuvimos la oportunidad de acudir al salón de actos del Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA) con motivo del primer Concierto Solidario de Navidad.
Organizado por las ginecólogas Dra Blanca Ramos y Dra Beatriz Duplá, pacientes, familiares y público en general, fuimos tomando asiento hasta conseguir ocupar aproximadamente, las tres cuartas partes de su aforo (circunstancia que no debe ser muy habitual).
Abrió el acto una de las organizadoras, explicandonos su finalidad, y dando la palabra el Sr Gerente, el Dr Luis Hevia, para darnos la bienvenida y mostar su satisfacción por actos de este tipo, que complementan la asistencia sanitaria.
Abrió el concierto el grupo Ensemble Aula Allegretto, compuesto por: María González Serrano al violín, Paula Raposo Fernández al piano y Antonio Peña Fernández al violonchelo. Interpretaron varias obras, con una pequeña introducción a las mismas por parte de la pianista y consiguiendo que todo el público con las palmas, participáramos en alguna de las obras. Su juventud, sus sonrisas y su repertorio, nos hicieron vibrar...
A continuación el Coro Infantil Fundación Princesa de Asturias, bajo la dirección de Natalia Ruisánchez Redondo y acompañados al piano por Sonia Suero Mangas, aparecieron en escena: decenas de niñas y niños, con unas camisetas grises, de edades comprendidas entre 10 y 15 años, fueron haciendo un gran semicírculo esperando la entrada de su directora, para ofrecernos varias canciones y villancicos. Atentos, contentos, y sonrientes, comenzaron a emocionarnos, sobre todo, teniendo en cuenta que algunos de los niños que les estaban escuchando en la sala, estaban en peores condiciones y consiguieron hacerles pasar un rato distraídos con sus voces... Su directora, espontánea y con sonrisa permanente, nos iba haciendo una pequeña introducción de cada pieza; incluso consiguió que el respetable público, entonáramos un par de notas como fondo de la última de sus interpretaciones.
Cerraron el acto las responsables de la convocatoria, agradeciendo nuestra presencia, resalzando la conveniencia de estos actos en lugares como los hospitales, aprovechando ese lenguaje internacional que es la música y poder compartirlo con los pacientes que pasan allí estos días...
También nos comunicaron la existencia de la Asociación Humanitaria para la Formación Sanitaria (HASHTG: Humanitarian Association for Health Training) que nace con dos finalidades: Promover la formación sanitaria fundamentalmente en el ámbito de la cooperación y de la ayuda humanitaria.
Desde aquí, nuestra asociación, brindamos nuestra colaboración.
En la prensa de hoy, no aparace ninguna referencia a este acto... Sin embargo, para nosotros, fue algo importante.
![]() |
![]() |
|
Ensemble Aula Allegretto | Coro Infantil Fundación Princesa de Asturias |
Pequeña biografía del Ilustrado Don Gaspar Melchor de Jovellanos
Jovellanos nació en el seno de una familia noble, aunque no excesivamente adinerada. Tras una esmerada educación, se graduó de bachiller en Cánones el año 1764; abandona la carrera eclesiástica y se centró en la Magistratura, siendo nombrado Alcalde del Crimen de la Audiencia de Sevilla en el año 1767; durante este período, además de componer su obra dramática más conocida, El delincuente honrado, entra en contacto con algunos círculos ilustrados, con los que colabora.
Su estancia en Madrid tras ser nombrado Alcalde de Casa y Corte hasta 1790 coincide con el impulso reformista que caracteriza el reinado de Carlos III y supone para este personaje, una etapa de participación activa en numerosos organismos (Academias de la Historia Española, la de San Fernando, la de Cánones, y la de Derecho; así como la Sociedad Económica, o la Real Junta de Comercio, Moneda y Minas), lo que le convierte en una figura destacada de su tiempo.
Tras la muerte de Carlos III, se produce un considerable cambio en la situación política interna, que afecta a los círculos ilustrados y es desterrado a su ciudad natal.
Cuando Jovellanos llega a Gijón, lo hace portando una orden regia: inspeccionar las potencialidades de los yacimientos carboníferos de Asturias y elaborar un plan estratégico sobre el sector. El carbón era el combustible que estaba alimentando los motores de la Revolución Industrial, y España no podía quedarse al margen. Jovellanos hizo dos propuestas: por un lado, la necesidad de mejorar los caminos para transportar el mineral de forma más rápida y eficiente desde las minas hasta los puertos; y por otro, la conveniencia de crear una escuela de náutica y mineralogía para promover el arranque y el comercio del carbón creando el “Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía”
En Gijón presentó “el plan de mejoras” que incluía: un diseño de calles, la desecación y el saneamiento de zonas pantanosas (que eran un riesgo para la higiene pública); la construcción de un paseo arbolado, con ejemplares que él mismo costeó y trajo desde Aranjuez; y el levantamiento de un muro de contención que puede verse hoy en el paseo de la playa de San Lorenzo.
En 1797 regresa a la Corte porque de manera inesperada, es nombrado ministro de Gracia y Justicia por Godoy, con la finalidad de reformar la justicia y amortiguar la fuerza reaccionaria de la inquisición; pero en 1798 y después de sufrir un intento de envenenamiento, Jovellanos es cesado. Su salud, se vio seriamente afectada regresando de nuevo a Gijón. Volvió a dedicarse al Instituto pero los problemas económicos y también el desprestigio personal al que fue sometido, acaba siendo detenido en su casa y hecho reo de Estado, y conducido a Mallorca donde permanece encarcelado hasta 1808, sin conseguir ser juzgado. Durante el encierro, escribió diferentes tratados.
Cuando el motín de Aranjuez coloca en el trono a Fernando VII, Jovellanos queda en libertad. España está en vísperas de la guerra de la Independencia. El grupo de los ilustrados se divide entre los que creen que Napoleón y José I van a resolver los problemas de España, y aquellos que consideran que los españoles se bastan a sí mismos para llevar a cabo esta tarea.
Fiel a su país, Jovellanos, que era reformista pero no revolucionario, se comprometerá con la Junta Asturiana para ser su representante en la Junta Central, el órgano de gobierno de la España libre.
Regresó a Gijón, liberada de las tropas napoleónicas, pero los franceses reconquistaron la ciudad y tuvo que huir por mar a Galicia. Una tormenta le obligó a desembarcar en el pequeño pueblo pesquero de Puerto de Vega (Navia) y allí falleció.
Finalizada la guerra con los franceses, Gijón emprenderá durante el siglo XIX una etapa de crecimiento industrial y urbanístico desarrollado a la luz del camino que había trazado el ilustrado. Poco a poco, con el paso de los años, se irá popularizando un dicho entre sus gentes: “Gijón le debe el mar a Dios y el resto a Jovellanos”.
Visita al Museo Casa Natal de Jovellanos
Nuestra asociación había concertado una visita guiada, con motivo de la exposición de la obra “Retrato de Gaspar Melchor de Jovellanos de Francisco de Goya”, prestada por el museo Nacional del Prado.
Interesado en el arte, el propio Jovellanos encarga un retrato a su admirado Goya, siendo ya miembro de la Real Academia de San Fernando.
Y de la mano de nuestra estupenda guía Virginia, y después de hacernos un repaso a la biografía del Ilustrado, tuvimos la ocasión de contemplar este magnífico lienzo. Su explicación, contribuyó a poder ver con otros ojos, esta obra de Goya, que corresponde al año 1798, cuando es nombrado ministro, y refleja al hombre luchador, culto, trabajador, que se siente desencantado con su trabajo en el Ministerio.
El retrato, pintado seguramente en Aranjuez en abril de 1798, presenta a Jovellanos en su calidad de Ministro de Gracia y Justicia, el cargo que ocupaba entonces, ante su mesa de trabajo, con numerosos documentos y una escribanía de plata. Sobrio y elegante, no luce ninguna de las medallas o bandas de las órdenes recibidas, sino que se acentúa aquí el carácter íntimo del personaje, su actitud pensativa, con la cabeza apoyada en su mano, posición tradicional, desde el siglo XV, para la representación de la Melancolía, que afectaba a los artistas y era símbolo de genialidad creativa. En la decoración de la mesa labrada y dorada aparecen los bucráneos, atributos de la Melancolía y símbolos de la vanidad del hombre, que sólo en la muerte alcanza la sabiduría divina. Se acentúa aquí, además, su carácter intelectual con la escultura en bronce de Minerva, diosa de la sabiduría y de las artes, que protege con su gesto a Jovellanos. En el escudo de la diosa figuran las armas del Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía, promovido por Jovellanos y una de las iniciativas de las que se sintió más orgulloso.
Una visita muy agradable e interesante que agradecemos al Museo y a Virginia, la oportunidad que nos brindaron
![]() |
![]() |
![]() |
El grupo | Casa natal de Jovellanos | Retrato de Goya de Jovellanos |
Aunque en el programa teníamos previsto ir a Redes, las condiciones meteorológicas nos hicieron cambiar de planes. Y fue Victoria Casielles, la que nos propuso hacer una ruta circular por los alrededores de Sariego, partiendo de Castañera.
Iniciamos el camino desde su casa, para incorporarnos a "La Viona", en Sariego. Se trata de un proyecto ferroviario que comenzó a gestarse a finales del Siglo XIX, en pleno auge de la minería del carbón, entre San Martín del Rey Aurelio, Lieres y Gijón, para complementar al ferrocarril de Langreo, ya en funcionamiento, y poder sacar el carbón al Musel de esta zona. Por distintas razones de diseño, financiación ... nunca llegó a realizarse. Se aprovechó mas tarde algún tramo, como el ferrocarril entre Veriña y La Camocha, y en la actualidad, como sendas verdes en diferentes concejos.
Nosotros partimos de Castañera, al otro lado de la carretera de la capilla de San Pedrín de la Cueva; el tramo de La Viona bien señalizado, llano y ancho como era de esperar, para pasar nada mas empezar por debajo de la carretera AS-331; enseguida aprovechamos para hacer la foto de grupo.
Nada mas empezar a caminar pudimos contemplar las praderías de Aveno a nuestra izquierda: fincas cuidadas, bien delimitadas, verdes con el contarste de algunos magníficos robles que mantenían su hoja y con Peñamayor al fondo...Y enseguida llegamos al primer túnel, el de la Peñuca, en roca, de unos 60 metros de longitud.
Fuimos a salir al pie de Peña Careses, en La Parte, dejando atrás el concejo de Sariego, para entrar en el de Siero. Abandonamos el tramo de La Viona, porque parte de esta antigua caja de ferrocarril fue incorporándose a uso privado, y después de un rodeo, volvimos a continuar el viejo tramo hasta llegar al túnel de Les Cuadrielles, de unos 1000 metros, donde la fuente Les Xianes; simplemente nos adentramos unos metros, y quedamos con ganas de volver otro día para realizar su recorrido completo y continuar hacia La Collada, las antiguas minas de fluorita, a las que tanta referencia hizo el profesor Rodriguez Terente en la visita al museo de Geología... pero esto queda para otro día.
Una vez que se puso a llover, ya no dió tregua en el resto del recorrido; pero no por ello dejamos de disfrutar de esta ruta preciosa y del otoño en todo su esplendor... Cruzamos distintos lugares de Careses y nos adentramos en un ramal hacia el sur, para entroncar con el camino de Santiago en Aveno (Siero). Después, continuando hacia el este, nos volvimos a incorporar al camino de La Viona, hasta cerrar el círculo, y poder cambiarnos en Castañera, y calientes, disfrutar de una buena comida y mejor compañía.
Muchas gracias Victoria, nuestra guía y hospedera en este día... Y terminamos con la tonada:
Hay una linea trazada, San Martín del Rey Aurelio, pasa por Lieres de Arriba y atraviesa La Collada...
El grupo | Praderías de Aveno | Iniciando recorrido |
Túnel La Peñuca | Peña Careses | Túnel Les Cuadrielles |
![]() |
||
El camino | El otoño | En Castañera |
Durante tres horas y media, hemos realizado una instructiva y deliciosa visita al museo de geología de la facultad de Oviedo, con magníficas explicaciones por parte del conservador del mismo, el profesor Luis Rodríguez Terente.
Hemos podido observar numerosas vitrinas organizadas por unidades temáticas: la tabla periódica de los elementos; las rocas de la tierra y su formación; diferentes minerales del mundo, la mayoría desconocidos por nosotros, perfectamente etiquetados con procedencia composición cristalización etc.; el origen y evolución de los seres vivos y por último la sala de fluorescencia.
La visita fue tan densa que sería difícil hacer un breve resumen, pero si merece la pena citar algunas cosas que nos han llamado especialmente la atención: la bandeja de la tabla periódica por su original presentación; los meteoritos de Cangas de Onís y su historia asociada; los magníficos ejemplares de minerales de todo el mundo, que se centra en muchos casos en la riqueza mineralógica que hay en Asturias, especialmente en cuanto a carbones y a minerales industriales se refiere - algunos de los cuales se pueden extraer en zonas tan cercanas sentimentalmente a nosotros como Siero, Torre y Carbayín - y entre ellos los enormes cristales de fluorita y el azabache en el interior de un tronco fósil; los espectaculares fósiles de variadas especies; y por último, la simpática experiencia de la fluorescencia que emiten algunos minerales iluminados mediante luz ultravioleta.
Nos parece muy interesantes iniciativas como estas de la facultad de geología que nos permite conocer la riqueza de la naturaleza que nos rodea y nos hace sentirnos orgullosos de la región en la que vivimos
Muchas gracias al profesor Rodriguez Terente por su tiempo y capacidad pedagógica, y a nuestra compañera Covadonga, encargada de concertar y resumir esta preciosa visita.
![]() |
![]() |
![]() |
La tabla periódica con sus muestras | Corteza, manto y núcleo | Estructuras diagenéticas |
![]() |
![]() |
![]() |
Distintos elementos | Fluorita | Meteorito de Cangas de Onís |
![]() |
![]() |
![]() |
Fósiles | Carbones, petróleos | El grupo con el profesor |
Nuestros amigos Tere y Pepe nos invitaron a comer a todos en su casa de Pajares; y aprovechamos la mañana para dar un paseo por el Monte de Valgrande para abrir apetito, con una mañana soleada de luz otoñal y buena visibilidad.
Dejamos los coches en el aparcamiento del Ruchu, poco después del pueblo de Pajares. Muy cerca, al otro lado de la carretera, se coge el camino que nos conduce a los bosques de Valgrande.
Se trata de una pista ancha, descendente, que fue acondicionada para facilitar el acceso a las obras del túnel del Negrón. Antes de empezar a caminar, hicimos nuestra primera foto de grupo, con vistas a la cordillera, blanca en sus cumbres y con colores del otoño…
Llegamos al Camino del Salvador y al ramal que desciende a nuestra derecha, hacia San Miguel. Prados, alguna cabaña, y árboles que componen este bosque Cantábrico (hayas, abedules, robles, acebos y algún tejo) nos acompañan todo el recorrido. Llegamos junto a la Peña Castiellu, una pirámide cuarcítica rodeada de hayas, visualizando al alto y a nuestra izquierda, el Parador. Alcanzamos el río Pajares, con abundante agua, donde se sumerge, y aquí dimos la vuelta, ahora de manera ascendente, hasta recoger los coches.
Y en Pajares, en la casa de nuestros amigos, nos esperaba una mesa estupenda donde nos ofrecieron una comida de lujo… ¡Muchísimas gracias amigos!
Cantu´l Ruchu | Inciando ruta | Verde, cabaña, montaña y nieve |
![]() |
||
El otoño | Disfrutando | Peña Castiellu |
Al fondo, el Parador | Río Pajares | La vuelta |