Al día siguiente, con lluvia, nos acercamos al Monasterio de Armenteira; la primera documentación aparece en 1962 y después de diferentes avatares, con el cenobio desmoronándose (excepto la iglesia y parte del claustro) a partir de 1961, Carlos Valle-Inclán (hijo del escritor) junto con un grupo de personas, funda la asociación “Amigos de Armenteira” y se inicia la reconstrucción; en la actualidad un pequeño grupo de monjas cistercienses (a las que tuvimos la oportunidad de oírles sus cánticos). Visitamos su iglesia que destaca su austeridad, su tamaño y su grado de conservación; su crucero está cubierto por una cúpula de influencia mudéjar (única en Galicia). Por otra parte, el claustro, comenzado en la segunda mitad del siglo XVI, muestra las diferentes épocas de construcción, en la variedad de sus bóvedas.
.A pesar del día, tuvimos el valor de acometer la ruta de” La Piedra y el Agua”; antigua vereda que daba servicio a los molinos, más de treinta, que aprovechando el desnivel del terreno, sobre todo el tramo inicial, utilizaban las aguas del río Armenteira. Un espacio de agua, verdor y música que el propio río y los pájaros, se encargan de mantener. La pendiente se suaviza a medida que avanzamos hasta llegar a la Aldea Labrega, donde hay una representación en piedra, de los diferentes elementos que la constituyen. La lluvia acabó por darnos tregua, y solamente apareció al final de nuestro regreso. Con hambre, hicimos buena reposición allí mismo en al pueblo de Armenteira.
Después de un pequeño descanso, nos acercamos a Pontevedra a cenar con unos viejos y grandes amigos de Manolo con los que disfrutamos todos de una agradable velada.
Al día siguiente y para despedirnos, teníamos concertada una visita guiada por la ciudad de Pontevedra, que posee un centro histórico, que tras el de Santiago de Compostela, es el más importante de Galicia. Enclavada en el margen izquierdo del río Lérez, en un estuario, en su desembocadura en la Ría de Pontevedra. Su nombre deriva del latín “pontem veteram” en alusión al primer puente que los romanos construyeron sobre el río.
Iniciamos la ruta en la alameda, proyectada en el siglo XIX, derribando la muralla, para albergar nuevos edificios oficiales, aprovechando los terrenos de la huerta de los dominicos, después de la desamortización de Mendizábal (aún se conservan ruinas de Santo Domingo). Pasamos por la Casa Consistorial, el Palacete de los Mendoza, la real Basílica menor de Santa María la Mayor (muestra y ejemplo de la riqueza e importancia del Gremio de Mereantes), un crucero del s XVIII trasladado después de la guerra civil a la plaza de las cinco calles (donde se encuentra la casa de residencia de D. Ramón María del Valle-Inclán), la plaza de Teucro, o plaza de las semillas, rodeada de casas nobles blasonadas, el teatro principal y Liceo Casino, La casa das Campás (una de las mas antiguas, con arcos góticos), plaza de Curros Enriquez o plaza del hospital (forma parte del camino portugués a Santiago ), plaza de A Ferraría (por los talleres de forja que en sus soportales se instalaron; hay algún edificio modernista), el pequeño monumento al Loro Ravachol, en honor al famoso anarquista francés, asiduo participante de las tertulias en la rebotica de su dueño; al morir por los carnavales, en su honor se rememora su entierro cada año…) y por último el Santuario de la Virgen Peregrina (patrona de la provincia de Pontevedra y del camino Portugués; la forma de su planta, está inspirada en una concha de viera; una gran concha natural contiene el agua bendita.
Después de una comida rápida nos pusimos en ruta y dando por finalizada nuestra excursión a Galicia.
Iglesia del Monasterio de Armenteira | Claustro | Río Armenteira |
Molino | Senda de la Piedra y el Agua | Ruinas de Santo Domingo Pontevedra |
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Santa María La Mayor | Con Valle-Inclán | Cenando con los amigos |
Salimos hacia Santiago pronto; el trayecto por carretera ahora es muy bueno y enseguida nos vimos en la ciudad. Aprovechando que nos acompañaba nuestra amiga Pitusa, que hizo de guía, hicimos nuestra primera parada en el colegio de Fonseca, construido por el arzobispo Alonso de Fonseca, sobre la que había sido su casa familiar, con la finalidad de reunir a los estudiantes que estaban dispersos… en la actualidad acoge la biblioteca General de la Universidad.
Continuamos hacia la plaza del Obradoiro, centro monumental de Santiago y que da la bienvenida a los miles de peregrinos que llegan del Camino…. Dícese que el nombre podría derivarse de los talleres de canteros que trabajaron en la fachada barroca de la Catedral.
Además de la Catedral, cierran la plaza: el parador de los Reyes Católicos (antes hospital de peregrinos), el Colegio de San Xerome (rectorado de la Universidad) y el palacio de Raxoi (Ayuntamiento).
Como llegamos con tiempo, antes de realizar la visita programada al pórtico de la Gloria, a través de la Rúa de San Francisco, hicimos una parada en la facultad de Medicina y posteriormente en la fachada de la iglesia de San Francisco y su imponente crucero.
A la hora concertada, nos acercamos a la catedral para iniciar la visita, que es la entrada occidental de la catedral románica, ideada por el genio del Maestro Mateo y considerado una obra cumbre del arte universal.
Asentado sobre una serie de animales reales y fantásticos, la Gloria del tímpano central está presidida por una imagen de Cristo en Majestad, rodeado por los cuatro evangelistas y el grupo de bienaventurados. En la parte inferior, se representan ángeles con instrumentos de la Pasión y, en la arquivolta, veinticuatro ancianos afinan sus instrumentos para tocar música celestial. El tímpano se sustenta sobre los dinteles, con la inscripción conmemorativa de su colocación en 1188 y un parteluz presidido por una imagen sedente de Santiago el mayor coronando la columna con el árbol de Jesé, la genealogía humana de Cristo que se completa con la divina en el capitel de la Trinidad.
En los laterales, se reparten una serie de estatuas-columna, con profetas a la izquierda y apóstoles a la derecha, que se continúan en la contrafachada y, también, en la desaparecida fachada exterior, de la que se conservan distintas piezas.
Los arcos laterales carecen de tímpano; en el izquierdo, de compleja interpretación, se representaría el Pueblo de Israel, en la arquivolta superior, sujeto a la ley mosaica y, en la inferior, el descenso de Cristo al limbo. En el de la derecha, se representa el Juicio Final, con las cabezas de Cristo y San Miguel en la clave, separando los bienaventurados, que son conducidos a la Gloria y los condenados, que sufren tormento.Nos llamó la atención sobre todo dos cosas: la expresión y el movimiento que este conjunto escultórico poseen, si tenemos en cuenta su fecha de ejecución… Esta obra de restauración, que hoy pudimos disfrutar, se llevó a cabo durante 10 años.
El Maestro Mateo completó la construcción de la catedral por su cierre occidental, salvando el desnivel del terreno con la construcción de una innovadora cripta, sobre la que se sitúa el Pórtico de la Gloria, cuyo mensaje se completa en la tribuna. Originalmente, el Pórtico se abría por una fachada exterior, que continuaba el programa iconográfico del conjunto y que fue modificada en el siglo XVI para colocar unas puertas que cerrasen el templo, que hasta entonces estaba abierto permanentemente; por fin, a mediados del siglo XVIII, esta fachada se sustituyó por la actual, barroca, quedando el Pórtico mutilado y encajonado tras ella.
El proyecto mateano también incluyó la construcción de un coro de piedra, que ocupó los primeros tramos de la nave central y en el que se daba continuidad al programa iconográfico del Pórtico. Este coro fue derribado en 1604 y sustituido por otro de madera, hoy también retirado de su ubicación original. Parte de este coro de piedra, tuvimos ocasión de contemplarlo posteriormente en el museo. Y desde la parte mas elevada, pudimos contemplar la plaza del Obradoiro.
Después de comer, con lluvia y muy poca gente por las calles, pudimos callejear por el casco histórico y antes de partir, entramos en un café antiguo, precioso.
Con cierta dificultad, llegamos a nuestro alojamiento: Santa María do Mar muy cerca de Sanxenxo, encima de la ría Pontevedra. Las vistas sobre la ría, el jardín y la tranquilidad, lo convierten en un lugar muy apacible, y al que llegamos siguiendo la recomendación de nuestra amiga Conchi.
Al día siguiente, hicimos una parada en la Playa de la Lanzada, de 2,5 km; desgraciadamente, se iniciaba la búsqueda de un marinero desaparecido.
Continuamos hacia el pazo de Rubianes, donde María se había encargado de concertarnos una visita para visitar las camelias. Este ajardinamiento, se inicia a finales del siglo XVII, con incrementos sucesivos durante los siglos posteriores e introducción de especies que hoy son verdaderos monumentos naturales. Pero sin duda, el jardín del Pazo de los Rubianes, es un jardín de camelias, de invierno, con mas de ochocientos ejemplares. Es la residencia del señorío de Rubianes, fundadores de Vilagarcía de Aurosa en 1441, y su jardín, ha ganado la distinción de Jardín de Excelencia Internacional de la Camelia.
Las camelias, fueron traídas por los marineros portugueses y plantadas originalmente en los jardines de los pazos y casas señoriales. Aquí nos enteramos que la Camelia Sinensis (que en latín significa de china), planta del té, es una especie de planta cuyas hojas y brotes se utilizan para elaborar el té. Con esta especie se elaboran los diferentes tipos de té, en función del grado de oxidación. La visita fue realizada de la mano de Bea, una mujer muy agradable y entusiasta que nos fue dando a conocer parte de las mas de 800 especies de camelias que alberga el jardín; además contemplamos otros monumentos naturales: jardín francés, el inglés, una zona de eucaliptos, un magnolio espléndido, un árbol alcanfor enorme con su particular fragancia, rododendros, viñedos…además del estanque de las ranas, la capilla y el interior del propio pazo. Finalizamos la visita con una degustación de sus albariños, estupendos por cierto.
Desde aquí nos trasladamos a la isla de Arosa, situada en el interior de la ría del mismo nombre y unida a tierra desde 1985, por un puente de 2 km de longitud. Tiene 36 km de costa , de los cuales , 11 son de playa con arena blanca y muy fina (declarada por la Unión Europea reserva natural). Así que como el tiempo acompañaba, aprovechamos el resto de la tarde para disfrutarla con un paseo por su litoral.
El día había sido largo; fuimos al atardecer hasta Cambados, haciendo una visita corta por la plaza de Fefiñanes, donde está el palacio que le da nombre; y que solamente paramos para hacer acopio de viandas, para poder cenar en nuestro alojamiento.
Palacio Fonseca | Callejeando | La Lanzada |
Pazo de Rubianes | ||
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Isla de Arosa | Cambados |
Con un día precioso y una temperatura que no se corresponde con la fecha en que estamos, iniciamos rumbo al oriente Asturiano; Desde Nueva de Llanes, tomamos la AS-340 con dirección a Corao; una carretera estrecha, con curvas, nos va alejando del mar y nos conduce a LLamigu, donde sorprendentemente se allana y su trayectoria se endereza (de hecho en este lugar, parece ser que hubo un aeródromo durante la guerra civil). Continuamos de nuevo con un trayecto de curvas hasta el mirador del Collado del Torno, con una vista espectacular a Picos de Europa. Unos kilómetros más adelante llegamos a la Collada de Igena , donde dejamos los coches (por cierto, el espacio es escaso)
Iniciamos ruta por una pista hormigonada y bastante pendiente, con cielo azul y muy buena temperatura; a medida que vamos tomando altura, un montón de valles y montañas, sierras y cumbres van a pareciendo; al poco de empezar y a nuestra izquierda vemos el pueblo de Igena. La pista continua ascendiendo, alternando tramos hormigonados con otros de tierra, hasta la Collada Felguerina, donde nos hicimos la primera foto de grupo.
Más adelante , llegamos a la majada de Hueses, con unas cabañas bien cuidadas, y continuamos el ascenso, dando vistas a toda la cordillera, y a medida que tomábamos altura, también al mar… algo que siempre nos repetimos y que nos parece privilegiado: ¡dar vista desde el mismo lugar al mar y a la nieve!
Siguiendo la pendiente, llegamos a la majada de Vegalafuente y desde aquí, casi llaneando, a la Vega Maor, desde donde vemos con claridad el Mofrechu. Dejando a nuestra izquierda una laguna artificial vallada, iniciamos a través de un pequeño sendero, y algunos jitos orientativos, la última y definitiva pendiente que nos llevará a la cima; conviene detenerse a contemplar las vistas del sendero que dejamos atrás …
Y llegamos a la cima: la visibilidad nos permitió ver Ribadesella con nitidez y al Sella serpenteando antes de su desembocadura; el recorte de nuestra costa y Lastres suspendido en ella; y a nuestra espalda.: la cordillera Cantábrica, paralela al mar, con los Picos de Europa imponentes, sobre todo, el Macizo Central y Occidental (el Urriellu lo identificamos perfectamente); también las Sierras colindantes del Cuera y el Sueve , incluso la del Aramo… ¡Una de las vistas más espectaculares que conocemos en nuestra maravillosa Asturias!
Como en la cumbre había viento, comimos resguardados un poco más abajo, al abrigo del Mofrechu. El descenso lo hicimos tranquilamente, disfrutando de las vistas que el recorrido nos ofrece… ¡Una excursión preciosa!
Empezando a caminar | Valle de Igena | En la Collada Felguerina |
Majada de Hueses | El recorrido | En la cima del Mofrechu |
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Ribadesella desde lo alto | Picos de Europa | La vuelta |
Esta vez nos reunimos en Pola de Siero, para celebrar la asamblea general, con los siguientes puntos del día:
Nos despedimos con una buena merienda y algún que otro cantarín
Durante la asamblea |
Artículo publicado en La Nueva España en el apartado de cartas al director:
La verdadera reforma de la Escandalera
28 de Enero del 2020 - Manuel López López (Oviedo)
Desde su configuración como plaza a finales del siglo XIX, la Escandalera ha recibido numerosos nombres y se ha visto alterada por importantes intervenciones urbanísticas vinculadas a los acontecimientos que se pretendían rememorar.Primero se llamó plaza del 27 de Marzo, después del General Ordóñez, le siguió de la República y después del Generalísimo tras la Guerra Civil. No fue hasta junio de 1979, ya en democracia, cuando un Pleno municipal concedió al lugar el nombre con el que siempre había sido conocida por el pueblo de Oviedo, plaza de la Escandalera.A la vista de la documentación existente, puede decirse que todas las obras fueron para empeorar el aspecto de este espacio tan emblemático de la ciudad, punto de encuentro de jóvenes y de descanso para mayores.En origen la plaza era casi horizontal, al nivel de la calle Uría, colocándose hacia 1901 un transformador eléctrico conocido popularmente como la “Chocolatera”, que no sería retirado hasta 1955.En 1906 el Ayuntamiento resolvió trasladar aquí la "Fuentona del Bombé", acuerdo que no se llevó a cabo; en 1909 se retomó la idea de colocar en el centro la estatua de Neptuno del Parque San Francisco, proponiéndose posteriormente un busto del ingeniero Schulz en lugar de Poseidón, sin que ninguno de los dos proyectos se llevase a cabo.En 1911 se decidió pavimentar el suelo creándose un pequeño jardín que desapareció en una forma realizada en 1955, en la que también se talaron los árboles centenarios que la bordeaban y se suprimieron varios kioscos y columnas. Durante el siglo XX se barajó colocar una estatua dedicada al cabo Noval, un monumento al general Ordóñez y otro a la Sociedad de Naciones, sin que prosperase ninguno de estos proyectos. Por último, en acuerdo plenario de 26 de marzo de 1971 se adjudicaron las obras de construcción y explotación de un aparcamiento para 400 vehículos a la empresa Aparcamientos de Asturias, S. A., de la Corporación Masaveu, situación que se mantiene.Como puede comprobarse, casi siglo y medio después, excepto lo relativo al nombre de la plaza, que sería inútil cuestionar, las cosas no han cambiado mucho, porque todos quieren dejar su impronta en ella. Primero era un intercambiador de autobuses y ahora, cuando aún no habíamos asimilado el despilfarro que supuso la instalación de una bandera que nos costará más de 50.000 euros, se decide otra nueva reforma.Al objeto, declaraba el alcalde, señor Canteli, el pasado día 20, que la reforma de la plaza es una obra muy necesaria, hay que hacer rampas de acceso porque la gente que no podía subir las escaleras, tenía que salir a la calle para cruzar. Y recalcaba el concejal de Infraestructuras, señor Cuesta, que se busca mejorar la accesibilidad y eliminar barreras para el acceso de las sillas de ruedas y los carritos de bebés.No se entiende que, si el objetivo de estas obras se debe a la mejora de la accesibilidad, estas tengan que hacerse a escondidas y controladas por una patrulla de la Policía Local. Uno puede pensar que nos están mintiendo y que el objetivo sea otro, y por eso no tienen la conciencia tranquila. Podemos pensar, por ejemplo, que de lo que realmente se trata es de retirar unos bancos color arcoíris que, por lo que representan, molestaban a determinadas personas e instituciones de eta ciudad.Y más si tenemos en cuenta que son conocedores de que la verdadera reforma de la Escandalera, por el riesgo que supone, está debajo de los bancos. En concreto, en el aparcamiento de titularidad municipal cedido en explotación, prácticamente gratuita, desde hace casi cincuenta años a una de las familias más influyentes de Asturias.Por si no lo saben, voy a enumerar alguno de esos riesgos:
En resumen, déjense de historias y de tratarnos como si fuésemos idiotas y acometan la verdadera reforma que necesita la Escandalera; una reforma sobre la que ya tendrían que estar trabajando, antes de volver a renovar el contrato de explotación, que vence en el año 2023.
Central Lechera Asturiana nace de la unión de mas de 9.000 ganaderos asturianos en 1967 y empieza a comercializar su marca tres años mas tarde. En 1982 los ganaderos se constituyen en una sociedad agraria de transformación (SAT) y en 1997 la sociedad se convirtió en la principal accionista de la empresa Corporación Alimentaria Peñasanta S.A. (CAPSA) orientada a la fabricación de productos lácteos, y posee los derechos sobre la marca “Central Lechera Asturiana” y cuyos accionistas corresponden:
- Central Lechera Asturiana 81%
- Liberbank 10,9%
- Caja Rural Asturias 6,87%
- Minoritarios 0,70%
Desde entonces, trabajan para ser una gran empresa alimentaria de leche y derivados, en continua evolución, adaptándose a la demanda en el mercado. Los centros de producción, además de la Granda, están en: Cueva del Molín (Cabrales, que ya tuvimos la oportunidad de visitar) Lugo, Villagarcía, Vidreres, Menorca y Madrid.
Algunos de los datos :
- Recepción de recogida 2.000.000 litros/día
- Capacidad de tratamiento 120.000 litros/hora
- Capacidad de tratamiento nata 4.000.000 litros
- Capacidad esterilizadores 145.000 litros/hora
Nuestra visita: comenzó sobre las 10 de la mañana; allí estaba esperándonos el guía, quien nos hizo un pequeño repaso del origen de esta gran empresa. Una vez enfundados en gorro y bata, hicimos la foto de grupo, e iniciamos el recorrido. Nada mas empezar, nos llamó la atención las dimensiones, mucho mayores que la sensación que percibíamos desde el exterior. Nuestra primera parada fue en el lugar donde llegan los camiones con la leche; tuvimos la ocasión de ver, como una trabajadora tomaba muestras en cada uno de los compartimentos de cada cisterna, para estudio bacteriológico y estudio cualitativo de su composición. Posteriormente vimos los tanques termos donde se acumula la leche, antes de que comience el proceso de higienización, desnate y termización, para posteriormente realizar la normalización, esterilización y homogenización.
Finalizados estos procesos, pudimos observar todo el proceso de envasado, taponadora, enfardadora y paletizadora de diferentes tipos de leche; incluso vimos la fábrica de botellas UHT…
Además del proceso de la leche, que tuvimos el privilegio de conocer, la empresa también hace diferentes tipos de quesos, mantequillas, yogures etc.. incluso tienen una fábrica de piensos.
Tratan de ser respetuosos con el medio ambiente, reduciendo emisiones de Co2, con energías alternativas y combustibles mas limpios y generando menos residuos.
Una visita realmente interesante, en la que trabajan unas 700 personas de forma directa y que nos impresionó su tamaño, su automatización, y su diversidad.
Queremos aprovechar desde aquí a la empresa que nos brindó esta oportunidad y a nuestro guía, estupendo por cierto, que supo con su docencia aumentar nuestro conocimiento y entusiasmo.
Nuestro grupo en la recepción de visitantes |
Diezmado por la gripe y el miedo a las alarmantes predicciones atmosféricas, un pequeño grupo salimos dispuestos a disfrutar de este emblemático y, a la vez, desconocido entorno próximo a Oviedo.
Dejamos los coches en el aparcamiento de acceso a los Monumentos del Prerrománico, desde donde parte una senda que nos acerca al Centro de Interpretación que estaba cerrado y donde hicimos la primera fotografía con Santa María de fondo.
Santa María del Naranco
Originalmente, Santa María, no se proyectó como iglesia, sino que fue el Aula Regia del conjunto palacial que el rey Ramiro I mandó construir en las afueras de la capital en el año 842. Su estilo artístico es el denominado «ramirense», dentro del prerrománico asturiano.
El complejo arquitectónico al que pertenecía este edificio comprendía la cercana iglesia de San Miguel de Lillo. La destrucción de su cabecera y parte de sus naves motivó que el Aula Regia fue transformada en iglesia, probablemente durante el siglo XII, pues la crónica silense de 1150 ya lo registra como templo de Santa María.
El templo fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1985.
Actualmente, Santa María, sigue siendo el templo oficial de la parroquia. Sin embargo, al no reunir condiciones para el buen desarrollo de la liturgia, se utiliza habitualmente para el culto la capilla del Monasterio de la Visitación de las Madres Salesas.
Iniciada la marcha, y tras recorrer los aproximadamente trescientos metros que las separa, llegamos a San Miguel de Lillo.
San Miguel de Lillo
La iglesia prerrománica de San Miguel de Lillo (Sanmiguel de Liño), dedicada a San Miguel Arcángel, fue mandada edificar hacia el 842 por el rey Ramiro I. El templo se encuentra a unos cien metros de Santa María del Naranco. Posiblemente es, según la crónica albeldense, la que el monarca mandó a construir junto a sus palacios con función de iglesia palatina.
La Unesco la declaró, también en 1985, Patrimonio de la Humanidad.
La comunidad católica de Santa María del Naranco celebra sus fiestas en ambos templos los días 25 de julio y 29 de septiembre, festividades de Santiago Apóstol y San Miguel Arcángel.
A la Fuente de Los Pastores
Junto a San Miguel de Lillo sale un empinado camino que nos lleva a la fuente de los Pastores, aunque en realidad, donde se encuentra el caño no sea el manantial de los Pastores sino la fuente del río La Viña. La verdadera fuente de los Pastores se encuentra unos metros más arriba. Vierte a un lavadero, hoy en ruinas.
Se cree que esta fuente podría ser coetánea con la construcción de los monumentos prerrománicos, según explican Paco García y Juan Calvo en un inventario elaborado en el año 2014 sobre las más de 300 fuentes del concejo de Oviedo.
Hacia la PR AS-239
Desde la fuente de Los Pastores continuamos ascendiendo hacia la PR AS-239. Esta travesía, que recorre la Sierra del Naranco en sentido del Oriente hacia el Occidente, sale de la localidad de Lugones (Siero) pasando por Puente Viejo-Laviada y ascendiendo en fuerte subida hasta Pico el Paisano lugar de mayor altitud y donde nosotros nos incorporamos, para luego continuar por El Pevidal.
Finca El Pevidal
Esta finca, por la que el Gobierno del Principado pagó a la familia Masaveu 3,6 millones de euros, iba a ser de vital importancia para el parque periurbano del Naranco aprobado en 2005 como un ambicioso plan para "poner en valor" y preservar el monte ovetense como zona de ocio. Como en el cuento de la lechera, en este parque se iba a construir un escenario al aire libre, en el que tuvieran cabida representaciones artísticas de todo tipo: musicales, teatrales, proyecciones cinematográficas o danza. Además de espacios para eventos sociales que implicasen una alta concentración de personas. Los edificios se destinarían a usos hoteleros y hosteleros y se proponía hacer una cafetería con zona de terraza en la que poder disfrutar de la comida en un entorno de agradables vistas y, en su caso, un programa complementario de alojamientos. Todo esto se culminaría con un centro de interpretación (como no), del parque periurbano. Además, se proponía dotar de un sistema de transporte público específico para el monte Naranco. Quince años después, la realidad es bien distinta, la finca del Pevidal por la que entre todos pagamos 3,6 millones de euros a la familia Masaveu, está abandonada y las construcciones agrícolas en ruina.
Los vestigios de la guerra
Continuando la ruta, pudimos comprobar que además de maravillosos monumentos y escandalosos despilfarros, el Naranco también esconde numerosos vestigios abandonados de nuestra historia más reciente. Una nutrida colección de trincheras y construcciones bélicas, desde las que entre el verano de 1936 y octubre de 1937, los bandos republicano y nacional batallaron por esta posición estratégica que les permitiría hacerse con el control de la ciudad, con la perdida de tantas vidas humanas, en una injustificada y absurda Guerra Civil.
Entre estas reflexiones seguimos caminando hasta salir a la carretera de Brañes, para luego seguir hacia el pueblo de Ules, donde comimos el bocadillo y después dirigirnos al aparcamiento de los Monumentos, donde habíamos dejado los coches.
El grupo con Santa María al fondo | Hacia San Miguel | San Miguel de Lillo |
Fuente de Los Pastores | Finca El Pevidal | Restos de la Guerra Civil |
Por la PR AS-239 | Valle de San Claudio | El bocata en Ules |
Salimos con un día de lluvia hacia Trubia donde dejamos nuestros coches, nada más cruzar el puente que está enfrente de la fachada principal de la Fábrica de Armas
A finales del siglo XVIII, España declaró la guerra a la Francia revolucionaria que había ejecutado a su rey Luis XVI. La guerra discurrió de forma desastrosa para España. El Gobierno de España temió perder los territorios próximos a la frontera francesa. Las fábricas navarras de Eugui y Orbaiceta habían sido asediadas y asaltadas. El Gobierno encargó la localización de un lugar alejado de la frontera, con el objetivo de atender las necesidades de material bélico.
En 1794 se decidió instalar esa factoría en un paraje con yacimientos de aquellas materias primas a utilizar: hierro y carbón; y de este modo, se instalaron en Trubia en el punto donde el río de este nombre, se une al río Nalón.
Esta operación supuso desplazar miles de personas desde Placencia de las Armas o Éibar (Guipúzcoa) a Asturias, no solamente operarios, si no que se trasladaron con sus familias. .
La Fábrica de Trubia, con su director el coronel Antonio de Elorza, alcanzó un alto nivel; militar formado en la Academia del Cuerpo en Palma de Mallorca y perseguido por Fernando VII, se vio obligado a emigrar viajando por toda Europa, y sobre todo, en aquellos países que eran punteros en los métodos industriales: Bélgica, Alemania, y en el Reino Unido; consiguiendo de este modo, una formación brillante. Además creo en 1850, la que fue la famosa Escuela de Aprendices (la primera en España) para que los hijos de los trabajadores se formasen en aquellos oficios que precisaría la factoría en años sucesivos.
Trubia se convirtió así en un pueblo muy distinto de los del resto de España, pues en pleno siglo XIX, contaba con: Teatro, Casino, Escuela de idiomas, Coral polifónica y Banda de Música. Las más de 120 promociones de alumnos de esta Escuela propiciaron que de sus aulas saliesen más de 4.000 alumnos con formación teórico-práctica, que desperdigados por toda la geografía nacional y extranjera, fueron disputadísimos profesionales que alcanzaron muchos de ellos altos cargos en las industrias que les dieron acogida, debido a su buena formación .
Ahora… son otros tiempos.
Iniciamos el recorrido junto a un muro de piedra precioso, que tomaba el agua de la presa de Machón (en la actualidad demolida) para llevarlo a una antigua fundición. Nos acercamos a ver la Iglesia de Trubia, rehabilitada, limpísima y con un retablo precioso.
A este nivel, tomamos la senda verde propiamente dicha, detrás de una casona en ruinas, con unos muros de piedra impresionantes y con un magnolio blanco que todos los años, vamos a contemplar (junto con otro enorme y rosa en el centro de Trubia).
El recorrido agradable, la mayor parte con paraguas, con el río Trubia bien crecido hasta San Andrés, Poco después de esta localidad, cruzamos por una pasarela la carretera para continuar por la otra margen. A este nivel, se localizan varios nidos enormes de avista asiática ( vespa velutina)… pensamos que llegaron para quedarse.
En San Andrés, continuamos por la senda del oso, aunque no le encontramos mucho sentido esta diferenciación, porque la caja del antiguo ferrocarril, llegaba a Trubia.
Enseguida llegamos a la Pontiga; antes tomamos un aperitivo en Villanueva, al lado del puente medieval y en la cabaña, como cada fin de año en nuestra asociación, dimos cuenta de un buen pote (esta vez con un entrante de Conchi, legado de sus tías, que agradecemos muchísimo)
¡Otro año feliz en buena compañía!
El grupo | Antigua traída de aguas | La senda verde |
El río Trubia crecido | La vega | Pasarela sobre la carretera |
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La senda del oso | Puente medieval en Villanueva | En La Pontiga |
Ayer tarde, tuvimos la oportunidad de acudir al salón de actos del Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA) con motivo del primer Concierto Solidario de Navidad.
Organizado por las ginecólogas Dra Blanca Ramos y Dra Beatriz Duplá, pacientes, familiares y público en general, fuimos tomando asiento hasta conseguir ocupar aproximadamente, las tres cuartas partes de su aforo (circunstancia que no debe ser muy habitual).
Abrió el acto una de las organizadoras, explicandonos su finalidad, y dando la palabra el Sr Gerente, el Dr Luis Hevia, para darnos la bienvenida y mostar su satisfacción por actos de este tipo, que complementan la asistencia sanitaria.
Abrió el concierto el grupo Ensemble Aula Allegretto, compuesto por: María González Serrano al violín, Paula Raposo Fernández al piano y Antonio Peña Fernández al violonchelo. Interpretaron varias obras, con una pequeña introducción a las mismas por parte de la pianista y consiguiendo que todo el público con las palmas, participáramos en alguna de las obras. Su juventud, sus sonrisas y su repertorio, nos hicieron vibrar...
A continuación el Coro Infantil Fundación Princesa de Asturias, bajo la dirección de Natalia Ruisánchez Redondo y acompañados al piano por Sonia Suero Mangas, aparecieron en escena: decenas de niñas y niños, con unas camisetas grises, de edades comprendidas entre 10 y 15 años, fueron haciendo un gran semicírculo esperando la entrada de su directora, para ofrecernos varias canciones y villancicos. Atentos, contentos, y sonrientes, comenzaron a emocionarnos, sobre todo, teniendo en cuenta que algunos de los niños que les estaban escuchando en la sala, estaban en peores condiciones y consiguieron hacerles pasar un rato distraídos con sus voces... Su directora, espontánea y con sonrisa permanente, nos iba haciendo una pequeña introducción de cada pieza; incluso consiguió que el respetable público, entonáramos un par de notas como fondo de la última de sus interpretaciones.
Cerraron el acto las responsables de la convocatoria, agradeciendo nuestra presencia, resalzando la conveniencia de estos actos en lugares como los hospitales, aprovechando ese lenguaje internacional que es la música y poder compartirlo con los pacientes que pasan allí estos días...
También nos comunicaron la existencia de la Asociación Humanitaria para la Formación Sanitaria (HASHTG: Humanitarian Association for Health Training) que nace con dos finalidades: Promover la formación sanitaria fundamentalmente en el ámbito de la cooperación y de la ayuda humanitaria.
Desde aquí, nuestra asociación, brindamos nuestra colaboración.
En la prensa de hoy, no aparace ninguna referencia a este acto... Sin embargo, para nosotros, fue algo importante.
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Ensemble Aula Allegretto | Coro Infantil Fundación Princesa de Asturias |
Pequeña biografía del Ilustrado Don Gaspar Melchor de Jovellanos
Jovellanos nació en el seno de una familia noble, aunque no excesivamente adinerada. Tras una esmerada educación, se graduó de bachiller en Cánones el año 1764; abandona la carrera eclesiástica y se centró en la Magistratura, siendo nombrado Alcalde del Crimen de la Audiencia de Sevilla en el año 1767; durante este período, además de componer su obra dramática más conocida, El delincuente honrado, entra en contacto con algunos círculos ilustrados, con los que colabora.
Su estancia en Madrid tras ser nombrado Alcalde de Casa y Corte hasta 1790 coincide con el impulso reformista que caracteriza el reinado de Carlos III y supone para este personaje, una etapa de participación activa en numerosos organismos (Academias de la Historia Española, la de San Fernando, la de Cánones, y la de Derecho; así como la Sociedad Económica, o la Real Junta de Comercio, Moneda y Minas), lo que le convierte en una figura destacada de su tiempo.
Tras la muerte de Carlos III, se produce un considerable cambio en la situación política interna, que afecta a los círculos ilustrados y es desterrado a su ciudad natal.
Cuando Jovellanos llega a Gijón, lo hace portando una orden regia: inspeccionar las potencialidades de los yacimientos carboníferos de Asturias y elaborar un plan estratégico sobre el sector. El carbón era el combustible que estaba alimentando los motores de la Revolución Industrial, y España no podía quedarse al margen. Jovellanos hizo dos propuestas: por un lado, la necesidad de mejorar los caminos para transportar el mineral de forma más rápida y eficiente desde las minas hasta los puertos; y por otro, la conveniencia de crear una escuela de náutica y mineralogía para promover el arranque y el comercio del carbón creando el “Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía”
En Gijón presentó “el plan de mejoras” que incluía: un diseño de calles, la desecación y el saneamiento de zonas pantanosas (que eran un riesgo para la higiene pública); la construcción de un paseo arbolado, con ejemplares que él mismo costeó y trajo desde Aranjuez; y el levantamiento de un muro de contención que puede verse hoy en el paseo de la playa de San Lorenzo.
En 1797 regresa a la Corte porque de manera inesperada, es nombrado ministro de Gracia y Justicia por Godoy, con la finalidad de reformar la justicia y amortiguar la fuerza reaccionaria de la inquisición; pero en 1798 y después de sufrir un intento de envenenamiento, Jovellanos es cesado. Su salud, se vio seriamente afectada regresando de nuevo a Gijón. Volvió a dedicarse al Instituto pero los problemas económicos y también el desprestigio personal al que fue sometido, acaba siendo detenido en su casa y hecho reo de Estado, y conducido a Mallorca donde permanece encarcelado hasta 1808, sin conseguir ser juzgado. Durante el encierro, escribió diferentes tratados.
Cuando el motín de Aranjuez coloca en el trono a Fernando VII, Jovellanos queda en libertad. España está en vísperas de la guerra de la Independencia. El grupo de los ilustrados se divide entre los que creen que Napoleón y José I van a resolver los problemas de España, y aquellos que consideran que los españoles se bastan a sí mismos para llevar a cabo esta tarea.
Fiel a su país, Jovellanos, que era reformista pero no revolucionario, se comprometerá con la Junta Asturiana para ser su representante en la Junta Central, el órgano de gobierno de la España libre.
Regresó a Gijón, liberada de las tropas napoleónicas, pero los franceses reconquistaron la ciudad y tuvo que huir por mar a Galicia. Una tormenta le obligó a desembarcar en el pequeño pueblo pesquero de Puerto de Vega (Navia) y allí falleció.
Finalizada la guerra con los franceses, Gijón emprenderá durante el siglo XIX una etapa de crecimiento industrial y urbanístico desarrollado a la luz del camino que había trazado el ilustrado. Poco a poco, con el paso de los años, se irá popularizando un dicho entre sus gentes: “Gijón le debe el mar a Dios y el resto a Jovellanos”.
Visita al Museo Casa Natal de Jovellanos
Nuestra asociación había concertado una visita guiada, con motivo de la exposición de la obra “Retrato de Gaspar Melchor de Jovellanos de Francisco de Goya”, prestada por el museo Nacional del Prado.
Interesado en el arte, el propio Jovellanos encarga un retrato a su admirado Goya, siendo ya miembro de la Real Academia de San Fernando.
Y de la mano de nuestra estupenda guía Virginia, y después de hacernos un repaso a la biografía del Ilustrado, tuvimos la ocasión de contemplar este magnífico lienzo. Su explicación, contribuyó a poder ver con otros ojos, esta obra de Goya, que corresponde al año 1798, cuando es nombrado ministro, y refleja al hombre luchador, culto, trabajador, que se siente desencantado con su trabajo en el Ministerio.
El retrato, pintado seguramente en Aranjuez en abril de 1798, presenta a Jovellanos en su calidad de Ministro de Gracia y Justicia, el cargo que ocupaba entonces, ante su mesa de trabajo, con numerosos documentos y una escribanía de plata. Sobrio y elegante, no luce ninguna de las medallas o bandas de las órdenes recibidas, sino que se acentúa aquí el carácter íntimo del personaje, su actitud pensativa, con la cabeza apoyada en su mano, posición tradicional, desde el siglo XV, para la representación de la Melancolía, que afectaba a los artistas y era símbolo de genialidad creativa. En la decoración de la mesa labrada y dorada aparecen los bucráneos, atributos de la Melancolía y símbolos de la vanidad del hombre, que sólo en la muerte alcanza la sabiduría divina. Se acentúa aquí, además, su carácter intelectual con la escultura en bronce de Minerva, diosa de la sabiduría y de las artes, que protege con su gesto a Jovellanos. En el escudo de la diosa figuran las armas del Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía, promovido por Jovellanos y una de las iniciativas de las que se sintió más orgulloso.
Una visita muy agradable e interesante que agradecemos al Museo y a Virginia, la oportunidad que nos brindaron
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El grupo | Casa natal de Jovellanos | Retrato de Goya de Jovellanos |
Aunque en el programa teníamos previsto ir a Redes, las condiciones meteorológicas nos hicieron cambiar de planes. Y fue Victoria Casielles, la que nos propuso hacer una ruta circular por los alrededores de Sariego, partiendo de Castañera.
Iniciamos el camino desde su casa, para incorporarnos a "La Viona", en Sariego. Se trata de un proyecto ferroviario que comenzó a gestarse a finales del Siglo XIX, en pleno auge de la minería del carbón, entre San Martín del Rey Aurelio, Lieres y Gijón, para complementar al ferrocarril de Langreo, ya en funcionamiento, y poder sacar el carbón al Musel de esta zona. Por distintas razones de diseño, financiación ... nunca llegó a realizarse. Se aprovechó mas tarde algún tramo, como el ferrocarril entre Veriña y La Camocha, y en la actualidad, como sendas verdes en diferentes concejos.
Nosotros partimos de Castañera, al otro lado de la carretera de la capilla de San Pedrín de la Cueva; el tramo de La Viona bien señalizado, llano y ancho como era de esperar, para pasar nada mas empezar por debajo de la carretera AS-331; enseguida aprovechamos para hacer la foto de grupo.
Nada mas empezar a caminar pudimos contemplar las praderías de Aveno a nuestra izquierda: fincas cuidadas, bien delimitadas, verdes con el contarste de algunos magníficos robles que mantenían su hoja y con Peñamayor al fondo...Y enseguida llegamos al primer túnel, el de la Peñuca, en roca, de unos 60 metros de longitud.
Fuimos a salir al pie de Peña Careses, en La Parte, dejando atrás el concejo de Sariego, para entrar en el de Siero. Abandonamos el tramo de La Viona, porque parte de esta antigua caja de ferrocarril fue incorporándose a uso privado, y después de un rodeo, volvimos a continuar el viejo tramo hasta llegar al túnel de Les Cuadrielles, de unos 1000 metros, donde la fuente Les Xianes; simplemente nos adentramos unos metros, y quedamos con ganas de volver otro día para realizar su recorrido completo y continuar hacia La Collada, las antiguas minas de fluorita, a las que tanta referencia hizo el profesor Rodriguez Terente en la visita al museo de Geología... pero esto queda para otro día.
Una vez que se puso a llover, ya no dió tregua en el resto del recorrido; pero no por ello dejamos de disfrutar de esta ruta preciosa y del otoño en todo su esplendor... Cruzamos distintos lugares de Careses y nos adentramos en un ramal hacia el sur, para entroncar con el camino de Santiago en Aveno (Siero). Después, continuando hacia el este, nos volvimos a incorporar al camino de La Viona, hasta cerrar el círculo, y poder cambiarnos en Castañera, y calientes, disfrutar de una buena comida y mejor compañía.
Muchas gracias Victoria, nuestra guía y hospedera en este día... Y terminamos con la tonada:
Hay una linea trazada, San Martín del Rey Aurelio, pasa por Lieres de Arriba y atraviesa La Collada...
El grupo | Praderías de Aveno | Iniciando recorrido |
Túnel La Peñuca | Peña Careses | Túnel Les Cuadrielles |
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El camino | El otoño | En Castañera |
Durante tres horas y media, hemos realizado una instructiva y deliciosa visita al museo de geología de la facultad de Oviedo, con magníficas explicaciones por parte del conservador del mismo, el profesor Luis Rodríguez Terente.
Hemos podido observar numerosas vitrinas organizadas por unidades temáticas: la tabla periódica de los elementos; las rocas de la tierra y su formación; diferentes minerales del mundo, la mayoría desconocidos por nosotros, perfectamente etiquetados con procedencia composición cristalización etc.; el origen y evolución de los seres vivos y por último la sala de fluorescencia.
La visita fue tan densa que sería difícil hacer un breve resumen, pero si merece la pena citar algunas cosas que nos han llamado especialmente la atención: la bandeja de la tabla periódica por su original presentación; los meteoritos de Cangas de Onís y su historia asociada; los magníficos ejemplares de minerales de todo el mundo, que se centra en muchos casos en la riqueza mineralógica que hay en Asturias, especialmente en cuanto a carbones y a minerales industriales se refiere - algunos de los cuales se pueden extraer en zonas tan cercanas sentimentalmente a nosotros como Siero, Torre y Carbayín - y entre ellos los enormes cristales de fluorita y el azabache en el interior de un tronco fósil; los espectaculares fósiles de variadas especies; y por último, la simpática experiencia de la fluorescencia que emiten algunos minerales iluminados mediante luz ultravioleta.
Nos parece muy interesantes iniciativas como estas de la facultad de geología que nos permite conocer la riqueza de la naturaleza que nos rodea y nos hace sentirnos orgullosos de la región en la que vivimos
Muchas gracias al profesor Rodriguez Terente por su tiempo y capacidad pedagógica, y a nuestra compañera Covadonga, encargada de concertar y resumir esta preciosa visita.
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La tabla periódica con sus muestras | Corteza, manto y núcleo | Estructuras diagenéticas |
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Distintos elementos | Fluorita | Meteorito de Cangas de Onís |
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Fósiles | Carbones, petróleos | El grupo con el profesor |
Nuestros amigos Tere y Pepe nos invitaron a comer a todos en su casa de Pajares; y aprovechamos la mañana para dar un paseo por el Monte de Valgrande para abrir apetito, con una mañana soleada de luz otoñal y buena visibilidad.
Dejamos los coches en el aparcamiento del Ruchu, poco después del pueblo de Pajares. Muy cerca, al otro lado de la carretera, se coge el camino que nos conduce a los bosques de Valgrande.
Se trata de una pista ancha, descendente, que fue acondicionada para facilitar el acceso a las obras del túnel del Negrón. Antes de empezar a caminar, hicimos nuestra primera foto de grupo, con vistas a la cordillera, blanca en sus cumbres y con colores del otoño…
Llegamos al Camino del Salvador y al ramal que desciende a nuestra derecha, hacia San Miguel. Prados, alguna cabaña, y árboles que componen este bosque Cantábrico (hayas, abedules, robles, acebos y algún tejo) nos acompañan todo el recorrido. Llegamos junto a la Peña Castiellu, una pirámide cuarcítica rodeada de hayas, visualizando al alto y a nuestra izquierda, el Parador. Alcanzamos el río Pajares, con abundante agua, donde se sumerge, y aquí dimos la vuelta, ahora de manera ascendente, hasta recoger los coches.
Y en Pajares, en la casa de nuestros amigos, nos esperaba una mesa estupenda donde nos ofrecieron una comida de lujo… ¡Muchísimas gracias amigos!
Cantu´l Ruchu | Inciando ruta | Verde, cabaña, montaña y nieve |
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El otoño | Disfrutando | Peña Castiellu |
Al fondo, el Parador | Río Pajares | La vuelta |
A pesar de los malos augurios, salimos como teníamos previsto y fuimos hasta Gijón. El día amaneció con lluvia, desapacible. Nos reunimos en la playa de poniente. Iniciamos ruta aprovechando los arcos de Marqués de San Esteban hacia el puerto deportivo; el día comenzaba a mejorar y la mar estaba muy brava... Subiendo hacia el Cerro de Santa Catalina, hicimos nuestra primera foto de grupo, aprovechando el cambio de luz que el sol entre las nubes, iba haciéndose hueco. Las olas saltaban por encima del muelle... En lo alto, pudimos comprobar el estado de la mar, observando el balanceo de un barco grande de carga, que acababa de salir de puerto. Con la silueta de la escultura de Chillida enmarcándonos, repetimos la foto; la luz estaba tan preciosa, que las chicas volvimos a retratarnos...
Descendimos hacia la iglesia de San Pedro con una serie de olas enormes, que unas tras otras, iban acercándose a la playa. El paseo, con poca gente aún, muy agradable. Debido al fuerte viento que hubo durante la noche, estaba prohibido el paso al parque de Isabel la Católica, por lo que fuimos por la margen del Piles hasta el Molinón. Carrera de motos en la explanada del estadio con mucho ruido.
Tomamos la senda verde del Piles, pasando por el complejo deportivo de Las Mestas, dejando a nuestra derecha el grupo Covadonga, hacia el Parque Fluvial del Piles: es un parque precioso y el segundo parque en extensión de la ciudad. Desde aquí subimos hacia el Parque de los Pericones, situado entre los barrios del Llano y Ceares, sobre una loma, que ofrece unas vistas estupendas de la ciudad y alrededores; es el parque mayor de Gijón, con árboles de diferentes tipos, algunos centenarios.
De vuelta hacia el lugar de partida, por el centro, para comer y finalizar un día estupendo...
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El grupo | Las olas saltando el muro | Las chicas |
Elogio del Horizonte | La mar | San Pedro |
Hacia Viesques | Parque de los Pericones | La vuelta |
Entre que estos días no dejó de llover, ya aparecen las primeras nieves por las crestas de las montañas, y que muchos de los habituales están casi permanentemente de viaje, hoy el grupo era más reducido que de costumbre. Pero por suerte para los que asistimos, la lluvia se alió con nosotros y sólo nos acompañó discretamente a ratos, pudiendo disfrutar durante todo el recorrido de un hermoso paisaje otoñal, pleno de colores y vida.
Aunque salimos un poco más tarde que de costumbre, los pueblos por los que pasamos estaban tan perezosos como el tiempo que nos acompañaba. A las montañas les costaba desprenderse de la niebla que se les pegaba, y a los proacinos y quirosanos de las mantas de sus camas.
Así que, recogiendo alguna castaña y una sola seta, fuimos acercándonos al embalse de Valdemurio que, además de las estupendas vistas, estaba siendo testigo de pequeñas escaramuzas entre machos de azulones o ánades reales, por alcanzar los placeres de una hembra.
En el bar del embalse, tomamos un café y un pincho que nos supo a gloria, para después seguir hacia Caranga de Abajo donde finalizaba nuestro paseo de 12 kilómetros, no sin antes comprobar el alto grado de abandono y falta de mantenimiento de un recurso tan importante, como es la Senda del Oso para los Valles del Trubia, algo que venimos denunciando desde hace años.
A pesar de todo, completamos la jornada compartiendo los bocadillos y una sopa de ajo en la cabaña de La Pontiga en Santo Adriano.
Otra estupenda jornada entre amigos
Bárzana | Tiempo de castañas | Arroxo y Pico Gorrión entre la niebla |
Coprín solitario | No había más | Colores del otoño |
Reflejos en el agua | Valdemurio | Camino de Caranga de abajo |
Esta vez, tuvimos que madrugar para llegar a Grandas de Salime antes de las 11 de la mañana, donde nos esperaba Ricardo, nuestro anfitrión, para visitar las instalaciones de la central hidroeléctrica. Desde aquí, queremos agradecer el tiempo y el entusiasmo que nos dedicó, permitiéndonos disfrutar de esta maravilla.
La idea de construir una central hidroeléctrica en la zona comenzó a gestarse a mediados de 1940 en el emplazamiento que previamente había valorado Narciso Hernández Vaquero. Sin embargo, no fue hasta el final de la segunda guerra mundial cuando el proyecto, obra de Joaquín Vaquero Palacios y las obras comenzaron a tomar forma. Se crea la compañía Saltos del Navia en Comunidad para asumir los gastos de la obra, participada a partes iguales, por Hidroeléctrica del Cantábrico y Electra de Viesgo.
En 1946 comenzaron las obras; fue necesaria la desviación del curso del río Navia para dejar seco el lecho de la futura presa, para lo que se excavó un túnel de 30.725 m3 . El cemento para la fabricación de hormigón se producía a pie de obra, siendo necesaria la construcción de varios silos y tolvas, y la búsqueda de una cantera cercana que fuese capaz de abastecer de piedra el enorme volumen necesario. El abastecimiento de clinker, yeso y otros materiales que procedían por vía marítima, se realizaba a través de un teleférico de 36 km de longitud que llegaba hasta el puerto de Navia (llegó a ser en su día, el mayor de los teleféricos construidos en España). También se construyeron cuatro poblados para cobijar a los más de 3.500 obreros.
España estaba sumida en las escaseces de su posguerra y aunque las Naciones Unidas había decretado el embargo al régimen de Franco, la empresa británica English Electric suministró las turbinas y generadores, imprescindibles para la producción de energía eléctrica.
Una vez construida la presa, pero aún sin terminar, el 23 de septiembre de 1953 se taponó el túnel de desvío de aguas y comenzó el embalse del río Navia. El 19 de diciembre se acopló a la red eléctrica nacional y comenzó a producir energía el primer grupo generador que se puso en funcionamiento (otros dos lo hicieron en junio y diciembre de 1954, y el cuarto y último el 31 de marzo de 1955) La inauguración oficial del conjunto se celebró el 24 de agosto de 1955.
El arquitecto Joaquín Vaquero Palacios se encargó de la fachada principal de la galería por la que se accede al interior de la central, adornándola con varios relieves de hormigón formando un mural que representa el proceso de producción de energía eléctrica.
Por su parte, Vaquero Turcios diseño un mirador colgante en la margen derecha del río, conocido como La Boca de la Ballena, desde el que se puede admirar todo el conjunto. Suyos son también los murales que adornan la sala de turbinas. El de mayor tamaño (60 metros de largo por 5 de alto) representa todo el proceso constructivo de la central, recogiendo desde los primeros estudios hasta la distribución de la energía eléctrica, pasando por la primera reunión del consejo de administración o el éxodo de la población de los lugares que serían anegados por las aguas.
Además, Vaquero Turcios había pensado dibujar los rostros de Picasso, Einstein, Planck y Freud. Sin embargo, la censura de la época truncó esa idea. Con motivo de la restauración en los murales realizada en el año 2001, Vaquero Turcios rescató esa vieja idea, y decidió llevarla a cabo; estando los rostros de los citados personajes presidiendo la sala de turbinas desde entonces.
Una vez finalizada la visita, fuimos al Castro Chao Samartín, cuyo origen como asentamiento humano, se remonta en torno al año 800 a.C. en la Edad de Bronce, con un primer recinto fortificado. Durante la edad del Hiero, sus defensas fueron renovadas, y posteriormente en época romana, se convierte en una próspera capital administrativa, como queda patente con los hallazgos.
Después de comer nuestros bocadillos en el albergue juvenil de Castro (Grandas de Salime), por cierto, cuidadísimo con una señora amabilísima y eficiente al cargo, nos dirigimos al pueblo de Riodeporcos, en Ibias. Después de cruzar el puente colgante que lo une a la aldea, sobre la cola del embalse del río Navia, llegamos a través de emparrados al pueblo: casas de piedra con tejados de pizarra, hórreos con buena capacidad, una capilla muy cuidada, y sobre todo, una casa de aldea: Chao de Castro. Aquí tuvimos la oportunidad de charlar con la dueña, sonriente y afable, que nos invitó a probar en cacho, el vino que ella misma elabora…
Iniciamos ruta del desfiladero de Bustelín, se camina por camino ascendente, orientado al sur, alejándonos del río, para luego descender y cruzar el río, de aguas cristalinas pero debido al suelo, parece negro…multitud de helechos y vegetación lo enmarcan, con algunas pozas apetecibles..
Aquí dimos la vuelta, para retornar a La Regla en Cangas de Narcea para hacer noche. Una cena estupenda nos repuso del día largo que habíamos tenido y a la mañana siguiente, amaneció lluvioso; así que tomamos la decisión de pasar a León por el puerto del Rañadoiro (por el nuevo túnel) hacia Degaña, y posterormente, hacia Laciana…
Paramos durante el trayecto, para ver las hoces que forman el río Sil, para continuar hacia Riolago de Babia. Aquí dejamos los coches, cerca del palacio de los Quiñones; ya habíamos estado en este lugar, y nos habían sorprendido sus edificios. Al final del pueblo, con un cielo azul sin una nube, iniciamos la ruta hacia el Lago del Chao: el sendero es precioso, ancho, bien señalizado, vamos cogiendo altura progresivamente, abriéndose el paisaje a medida que avanzamos, camino de las brañas. A unos 3,5 Km tomamos una desviación a la izda, cruzando un puente al otro lado del río; continuamos el camino, muy bien señalizado hasta la braña. A partir de aquí, el camino se vuelve mucho más inclinado, y de hecho, en 2,5 Km, subiremos 330 m de desnivel. Como a mitad del camino, oímos la cascada de San Bartolo, con una caída grande. Vemos las montañas de Babia y todo el valle de Bustagil.
Y por fin, con mucho calor y ganas, llegamos al Chao (lago en el dialecto de la zona) a 1752 m; con un pequeño islote en su interior… Y allí comimos nuestros bocadillos antes de iniciar el regreso, con el macizo de la Ubiña por encima de las demás montañas…
Un día precioso con un recorrido estupendo… Aún tuvimos tiempo para rellenar nuestras botellas vacías con endrinos buenísimos, que se convertirán en buen pacharán…
Un par de días culturales, con senderismo, gastronomía y sobre todo…en buena compañía
Delante del mural de Vaquero Palacios | Mural de Vaquero Turcios | Castro Chao Samartín |
Puente colgante sobre el río Navia | Emparrado de Rioporcos | Desfiladero de Bustelín |
Iniciando ruta desde Riolago | Cascada de San Bartolo | Laguna de Chao |
La ruta la iniciamos en Tazones; allí comenzamos después de bajar al puerto para hacer la primera foto de grupo. Esta vez éramos pocos y el día estaba gris amenazando lluvia. Según se cuenta, Carlos V llegó a España hace cinco siglos y el desembarco tuvo lugar en Tazones, en la costa asturiana, desde donde se trasladó a Villaviciosa al palacio de los Hevia…
Pues bien, la ruta que tenemos programada, se trata de un recorrido entre estas localidades. El inicio se hace por un camino de pendiente pronunciada, sombrío al comienzo, que mas adelante nos permite contemplar el mar y el pueblo de Tazones abajo; cruza la carretera a unos 700 metros, pero durante todo el trayecto, la señalización es buena con los mojones con el águila bicéfala del Imperio Románico-Germánico correspondientes al PR-AS 302 y no hay pérdida.
Continuamos hacia Liñero con la lluvia de compañía… Son varios los tramos asfaltados y bifurcaciones, pero como ya comentamos anteriormente, siempre bien señalizado. Enseguida divisamos una panorámica de la Ría de Villaviciosa; al principio con parte del arenal de Rodiles, después sólo ella… y descendiendo pasamos por el pueblo de Carbayín y aprovechamos para hacer una foto de grupo, con la ría de fondo.
El pueblo de San Martín del Mar, muy cuidado, el tramo de camino que nos conduce hasta la cascada es precioso: ancho, con árboles y con vistas a la ría y al molino de mareas de La Encienona construido en 1880, que aprovechaba la subida y bajada de cada marea, para la molienda… Nos desviamos para ver la cascada que se encuentra en el arroyo de los molinos; se trata de un lugar húmedo, lleno de vegetación, con gran cantidad de plantas y multitud de verdes, como si se tratara de una verdadera selva (aquí se encuentra un helecho tropical que aparece en el catálogo de especies amenazadas de la flora de Asturias, denominado woodwardia radicans, conocida como píjara).
Después de otro recorrido por carretera, nos volvemos a desviar para Bedriñana y visitamos el exterior de la Iglesia de San Andrés, declarada Monumento Nacional en 1931, con restos prerrománicos, como su maravillosa celosía, las ventanas bíforas y un modillón de rollo único.
En el exterior del bar de este pueblo, comimos nuestros bocadillos, antes de bajar a Vilaviciosa.
A pesar de la lluvia, pasamos un día agradable que todavía cerramos en Candín: visitamos las dos fuentes engalanadas cantándole a la Xiana y a San Juan; compartimos merienda con amigos y vecinos, antes que la nonagenaria encendiera mecha a la foguera, y a pesar de la lluvia tremenda, la noche mágica consiguió que ardiera…
El grupo en Tazones | Iniciando el recorrido | Con la ría al fondo |
La ruta | El molino de mareas | La cascada |
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Un roble centenario | Ventana de Bedriñana | La foguera de San Juan en Candín |
Como actividad organizada por Carmen Cofiño, este martes nos dirigimos a Villaviciosa; teníamos reservado una visita en el Centro de Los Caserinos; se trata de una granja en la pequeña aldea de Grases, y el barrio de Maoxu a 4 Km de la Villa, que se encarga de elaborar productos lácteos artesanales, de manera ecológica. Allí nos recibió Borja, entusiasta y muy agradable, que nos mostró el pequeño huerto y una representación de diversos animales: gallinas, caballos, cabras, cerdos, patos..
Posteriormente nos enseñó la quesería, donde se elaboran diferentes tipos de quesos, y también arroz con leche y yogures. En el Llagar nos brindaron la oportunidad de degustar todos los quesos y un buen arroz con leche para cerrarlo: ¡estupendo todo!
Desde aquí queremos agradecer su amabilidad y dedicación para con nosotros, y darles la enhorabuena por ser capaces de mantener este negocio familiar, que ya lleva la cuarta generación.
Finalizada esta visita, nos dirigimos al Centro de Interpretación de la Ría de Villaviciosa: Alejandra nos introdujo en las características de este lugar; se trata de un estuario, es decir, valles fluviales inundados por aguas marinas; en el caso de La Ría de Villaviciosa, la aportación de las aguas fluviales es muy pequeña, por tanto, con gran influencia marina: alta salinidad, inundaciones periódicas con cada marea y una intensa sedimentación, lo que condiciona una importante reserva de la biodiversidad, dada su particular flora y fauna; Desde 1995, el Gobierno Regional declaró a este espacio Reserva Natural Parcial; Y a nivel europeo se la reconoció como LIC (Lugar de Interés Comunitario) y ZEPA (Zona Especial Protección para las Aves), pasando a formar parte de la Red Natura 2000, encargada de proteger el patrimonio natural europeo.
El origen de la ría se remonta al último periodo glacial, en el que la congelación de las aguas hizo que el mar se retirase.
La gran cantidad de partículas orgánicas que el agua va depositando en la ría, mantiene una gran cantidad de invertebrados; y dada su situación, es un lugar de vital importancia para el descanso de miles de aves acuáticas durante la migración e invernada.
La vegetación de marisma no es muy diversa, por la alta salinidad; cuanto más alejada de la desembocadura, se desarrollan los marjales (terrenos bajos y pantanosos), praderías, juncos… Gran parte de los marjales, han sido desecados y convertidos en campos de cultivos.
Queremos desde aquí, dar las gracias a Alejandra por todas sus enseñanzas.
Finalizada esta segunda e interesante visita, continuamos hasta San Martín del Mar donde dejamos los coches, para hacer a pie, parte de la ruta de Carlos V; es un camino real precioso, ancho y bien cuidado, que a medida que vamos tomando altura, fuimos disfrutando de unas vistas preciosas a la ría que estaba en bajamar, y mas adelante, también de Villaviciosa. A una determinada altura, nos desviamos para visitar una cascada que está rodeada de profusa vegetación, haciendo que este lugar, nos sumerja en un verdadero paraíso verde, seguramente elegido por alguna xiana…
Antes de ir a comer, nos acercamos a ver la iglesia y el tejo centanario de San Martín del Mar: un buen ejemplar al que le falta su parte alta.
Retomaos el camino de vuelta y fuimos a comer el bocadillo a Bedriñana; para redondear la jornada, tuvimos ocasión de visitar La Iglesia de San Andrés de Bedriñana: se trata de un templo que ya aparece reflejado en 1023, y que las excavaciones arqueológicas realizadas, han permitido demostrar que la nave del templo actual, desde los cimientos hasta la cornisa, corresponden a estilo prerrománico y fue alterada en el siglo XII, por la incrustación de la puerta meridional y el arco triunfal de acceso al santuario.
Su mayor valor, es la celosía de la fachada occidental de la iglesia; también conserva tres ventanas bíforas en la fachada sur, y solamente una en la fachada norte; así como un modillón de rollo único en la esquina noroeste: una joya desconocida (al menos para mí)
Un día muy completo, y como siempre, la mar de agradable… ¡Muchas gracias por la organización Carmen Cofiño!
El grupo | Las cabras | En el llagar |
Ruta Carlos V | La ría de Villaviciosa | La cascada |
El texu | Celosía Iglesia Bedriñana | Capiteles en su interior |
Después de unos días de calor excesivo, salimos de Oviedo con un día nublado hacia la costa occidental; en el litoral había neblina. LLegamos enseguida a la desviación hacia la playa de Barayo, y en el aparcamiento, dejamos los coches.
La vista de la playa, con su arenal y los meandros del río Barayo antes de su desembocadura que separa los concejos de Navia y Valdés, merece realmente la pena. Clasificada como Reserva Natural Parcial, está dotada de una exuberante zona de dunas y marismas, de gran valor ecológico y paisajístico, además de un entorno poblado de matorrales, bosques, acantilados, etc. Es un sistema ecológico único, que representa un magnífico ejemplo de la vegetación de dunas y playa, con especies botánicas de enorme interés y gran variedad. A la altura de la arena de la playa y adentrándose al mar, podemos encontrar algunas cavernas denominadas Las Sántinas. Además de ser frontera geográfica entre los dos concejos, marca también una frontera geológica entre dos tipos de sustratos: el occidental pizarroso y el oriental de cuarcita.
La senda comienza justo en el aparcamiento, muy cuidada y bien señalizada, y desde el inicio, trascurre pegada a la costa, pudiendo disfrutar de su recortada costa con sus elevados y verticales acantilados… Siempre nos sorprende la cantidad de flores silvestres que la convierten en un espectacular jardín en esta época… A pesar de que la mañana estuvo nublada, la temperatura era estupenda para caminar y disfrutar de su belleza.
Al llegar a Puerto de Vega, oímos una habanera cantada por un ochote de Pamplona, animados con la sidra del bar Chicote (donde por cierto, había un cartel que ponía: “en esti chigre pue cantase”); y aquí mismo paramos para repostar,y seguir disfrutando del concierto espontáneo al aire libre…
Como era temprano, dimos una vuelta por el pueblo y subimos hasta la Capilla de Nuestra Señora de la Atalaya; decidimos continuar la senda naviega, hasta antes de llegar a la playa de Frexulfe, donde después de una parada en precioso acantilado, retornamos.
Aprovechamos para comer en los muros de la Capilla de La Atalaya, disfrutando de las vistas y del bocadillo. Parada en Puerto de Vega para el café, y regreso por el mismo recorrido hacia nuestros coches, con una tarde ya soleada.
Aún pudimos acercarnos a endulzarnos a la pastelería de Cabo Busto, poniendo la guinda a una excursión maravillosa.
El grupo | Barayo | Las flores y el mar |
El jardín | El acantilado | Disfrutándolo |
La ruta | Capillla de la Atalaya al fondo | El retorno |
Con un día precioso, tomamos camino de Pajares; después de pasar el puerto y desviarnos por Villamanín, nos reunimos los distintos coches en la Collada de Cármenes, y bajo el letrero que señala su altitud, las Cármenes del grupo nos hicimos la foto bajo un cielo azul y con aire muy frío..
Después de un café, nos dirigimos hacia Valporquero, en la ladera sur de la Cordillera Cantábrica. El paisaje espléndido: vegetación verde y abundante, el agua rellenando los regueros y los ríos, la caliza coronándolo todo, majestuosa…
A las doce, junto con otros visitantes, iniciamos con un guía nuestro recorrido. En la boca de la cueva, nos dieron unas instrucciones para la visita, y nos comenzó a relatar que se abrió al público en 1966, después de un importante trabajo de acondicionamiento, para poder contemplar todo un mundo fantástico que el agua, los miles de años y las rocas, fueron configurando.
El arroyo de Valporquero, hace más de un millón de años, empezó a filtrarse por grietas y cisuras tan abundantes en la roca caliza, favoreciendo su disolución… Nada más entrar impresiona la cantidad de estalactitas y estalagmitas, sus columnas, las coladas y la variedad de colores en función de su composición. Al poco de iniciar el recorrido, entramos en la Gran Rotonda, el lugar de mayores dimensiones de la cueva con más de 100.000 metros cúbicos, atravesada por el río en época de lluvias… Después visitamos una sala llamada Pequeñas Maravillas, con unas formas singulares; posteriormente la de Las Hadas con un lago; luego viene el Cementerio Estalactítico para llegar a La Gran Vía, una galería de 200 metros de largo y 30 de altura, cuyas paredes verticales apabullan… y mediante senderos estrechos, subidas y bajadas, dejando lo que llaman la Columna Solitaria y profundas simas , llegamos la Sala de Maravillas… el lugar sobrecoge, y un apagón de luces que el guía realizó intencionadamente, nos hizo tomar conciencia, que realmente estábamos en el corazón de la tierra, donde el silencio y la oscuridad lo dominan absolutamente.
Al salir, subimos al mirador de La Atalaya, para contemplar unas vistas preciosas: las montañas, las hayas, el pueblo de Valporquero… Y luego pasamos por las Hoces de Vegacervera, que el río Torío fue erosionando la roca caliza, dejando unas paredes verticales tremendas, que componen un lugar extraordinario.
Nuestras amigas Carmen Valbuena y Carmen Gloría, organizadoras de la visita, nos condujeron al pueblo de Vegacervera para comer; y aún pudimos dar un paseo hasta el pueblo de Coladilla, antes de tomar los coches…
Paramos a la vuelta en El Brañilín y en Pajares, y cerramos así un día de excursión completo que desde aquí, agradecemos a las personas que lo hicieron posible.
Las Cármenes | El Grupo | La cueva |
El río en la cueva | La Sala Maravillas | En La Atalaya |
El paisaje | El pueblo de Valporquero | Las Hoces de Vegacervera |
Nota de prensa publicada en el periódico de la Nueva España el día 25 de mayo de 2019
LA FISCALÍA CONCLUYÓ EN 2013 QUE LA DEJADEZ DE LA SENDA DEL OSO NO ERA DELITO
Sendas de Asturias, que propuso sin éxito un proyecto sostenible para la ruta, denunció el despilfarro y el abandono de una veintena de equipamientos
Oviedo, L. Á. Vega 25.05.2019
Estado de la Senda del Oso. SARA ARIAS
La asociación Sendas de Asturias, que preside Manuel López, exgerente de Bomberos, denunció en 2013 ante la Fiscalía el estado de abandono y despilfarro de una veintena de equipamientos, entre ellos la Senda del Oso. En concreto, se indicaba que se había ampliado la ruta con un coste de 2 millones, cuando no había dinero para asegurar el mantenimiento del resto. La Fiscalía abrió unas diligencias de investigación, de las que se encargó el fiscal Gabriel Bernal. Pese a que confirmaba "la apariencia de deterioro de las distintas edificaciones y proyectos", y que "la mayor parte han sido abandonados, posiblemente por el coste del mantenimiento", lo que "puede resultar susceptible de censura en el ámbito de la gestión política", el fiscal no apreció hechos de relevancia penal.
La Fiscalía indica que las diligencias preprocesales abiertas tras los recientes accidentes no tienen nada que ver con las de hace seis años. En el caso actual, las diligencias no son penales, sino que son un acopio de información sobre las condiciones de la Senda, con el fin de aclarar los motivos de los dos accidentes, lo que no impide que, si hay indicios de responsabilidad, se lleven a cabo las oportunas acciones.
Manuel López resaltó lo "chocante" de las actuales diligencias de la Fiscalía, teniendo en cuenta el archivo de la denuncia anterior. Dos años antes de presentarla, en 2011, Sendas de Asturias quiso poner en marcha el proyecto "Amigos de la Senda del Oso". "Comenzamos, en coordinación con parte de los hosteleros, a realizar actividades de limpieza y acondicionamiento para sensibilizar a la población y a las Administraciones sobre la necesidad de su mantenimiento y conservación", indicó López. El proyecto incluía "la creación de, al menos, ocho puestos de trabajo de carácter permanente para personas de la zona. Solicitábamos la cesión de dos edificios rehabilitados y cerrados, como eran las Antiguas Escuelas y Torre del Campo en Proaza y La Madrada en Teverga, donde pretendíamos crear un Centro de Educación Ambiental y un Servicio de Coordinación y Dinamización de los Valles del Trubia". Ni los ayuntamientos ni el Principado estudiaron la propuesta. "Los alcaldes prefirieron continuar con su reducida visión localista, sin propiciar la cooperación. El Principado continúa actuando a salto de mata o de ocurrencia del 'responsable' de turno, especialmente cuando hay algún asunto conflictivo, como los accidentes", añadió. Lo cierto, concluyó, es que el estado de la Senda no difiere del resto de rutas